Está libre el asesino del militante popular “Oso” Cisneros
Publicado en Resumen Latinoamericano
Duarte, un vendedor de drogas actuaba protegido por la policía de la Comisaría 24 y en la noche del 25 de junio de 2004 fue hasta la casa de Cisneros y los baleó a quemarropa. El crimen despertó una explosión de justa ira popular y miles de compañeros y compañeras de La Boca y otros barrios se movilizaron exigiendo castigo para el culpable y apuntando a la Comisaría 24 como encubridora de Duarte.
Quien era Martín Oso Cisneros
“Martín era el mejor de todos nosotros, era un tipo que tiraba para adelante y que tenía una capacidad de organizar grandisima. Él era parte de las familias de las Bodegas Giol y, cuando volvió al comedor después de un tiempo, le dio un dinamismo muy grande a todo lo que es empleo: la Unidad de Producción Social es Martín”. Así lo recordó en ese momento trágico uno de los coordinadores del Comedor Los Pibes de La Boca. Martín “El Oso” Cisneros, militaba también en la Federación Tierra y Vivienda (FTV) de la Capital Federal
La respuesta del movimiento piquetero en aquel mes de junio de 2004 no se hizo esperar. Pese a las diferencias políticas, todos los dirigentes concurrieron al velorio de Cisneros, que se hizo en la Unidad de Producción Social. Luego se realizó una conferencia de prensa en la sede de la Central de Trabajadores Argentinos, donde se anunció una marcha unitaria que días después se transformó en la manifestación más multitudinaria que recuerda el barrio de La Boca.
Entre llantos, silencios, aplausos y gritos, Cisneros fue velado el sábado y enterrado al día siguiente en el cementerio de la Chacarita. Su cuerpo fue llevado en caravana por el presidente de la FTV Nacional, Luis D’ Elía, y su par local, Ángel “Lito” Borello. El dealer, lJuan Carlos Duarte, fue detenido , mientras que un joven de 17 años que hacía de campana fue atrapado también.
Ahora, tras doce años de prisión el criminal vuelve a La Boca y al parecer ya se ha conectado con la mafia de la droga que opera impunemente en el barrio. De allí que la alarma de los vecinos es totalmente justificada ya que este sujeto y otros que lo protegen son un verdadero peligro para quienes habitan en la zona.