Lo que los medios no te cuentan del conurbano, por Santiago Gómez
Nacido y criado en la capital, el nacido y criado, o nyc, es un término que aprendí en el conurbano, más precisamente en Moreno. Quiero contarles algo de lo que los medios no les cuentan sobre el conurbano, los conurbanos, de nuestra querida Argentina, yo que ya ando buscando un lugar donde tener a mis hijos. Cuánto más linda la textura del conurbano bonaerense, los colores, la suavidad de su tejido social, la cercanía al otro, los anudamientos sociales.
¿Cuántos porteños tienen amigos que participan de sociedades de fomentos? ¿Cuántos son los pibes que juegan en la calle en la capital? La ciudad de Buenos Aires se transformó en un lugar espantoso, sin chicos. No se escuchan risas en las calles de la ciudad, todos ruidos mecánicos. Lo que digan del conurbano, pero los pibes están en la calle jugando.
A los mismos que no vivirían en el conurbano por la inseguridad y que tienen a los hijos todo el día en la casa frente a una pantalla, les digo: en el conurbano los pibes juegan en la calle con otros chicos. Debería encargarse una encuesta sobre cuantas horas por día los chicos de la Ciudad no autónoma de Buenos Aires no están bajo techo y cuántas horas por día interactúan con otros chicos en el espacio público. Los adultos son responsables de que los chicos no jueguen en la calle y vivan encerrados jugando solos con una pantalla. Si tienen el lógico temor por la inseguridad, acompáñenlos, pero no, no se ve en las calles a muchos padres jugando con sus hijos y las estadísticas de la cantidad de hora que los pibes pasan frente a una pantalla demuestra que tampoco juegan con los hijos en la casa. Si no van a jugar con ellos, al menos déjenlos salir.
Los conurbanos de las provincias argentinas están poblados de espacios para juegos creados por padres, sociedades de fomentos, clubes de fútbol, talleres diversos, festejos del día del niño en la calle con los vecinos. En el interior se conservan los lazos de solidaridad, del reconocerse en el otro, del sostenerse con otro, del pensar colectivamente. A los porteños nos falta mucho pensar colectivamente, la conducción de la ciudad no autónoma así lo demuestra.
El porteño no sabe lo que es el Plan Federal de Viviendas, el Plan Más y Mejor empleo para los pibes de 18 a 24 que no terminaron la escuela y no tienen oficio, los Centros de Integración Comunitaria como lugares de encuentro donde debatir entre los vecinos los problemas del barrio. De estas cosas del conurbano en los medios no se habla y es preciso contarlo.