Argentina está

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Argentina está

12 Julio 2014

Por Matías Fabrizio

Sin ninguna duda, el equipo demostró un nivel de madurez y compromiso enorme. ¿Jugó bien? Por pocos momentos. ¿Jugó lindo? Casi nunca. Pero está en la final, y en ningún pasaje del Mundial fue superado por su rival.

Cuando uno habla de si Fulano llega a jugar tal partido después de una lesión, es normal que pregunte “¿Fulano está?”. Claro, el “está” es el resumen de algo así como “está apto para”. Por eso vale preguntarse ¿Argentina está? Y sí, Argentina está. No si está, literalmente, eso lo sabemos todos, le ganamos por penales a Holanda, sino si está a la altura de una final del Mundo. Y Argentina está.

El equipo de Sabella llegó al Mundial jugando de una forma que en Brasil no pudo repetir. No hubo cambio de ritmo en los ataques, no hubo pases filtrados de Gago para Messi, con Higuaín no pasó nada y mucho menos con Agüero. Di María se repitió mucho en el desborde para el centro a nadie y Lío no tenía para donde encarar.

La lesión del Kun abrió una puerta. Una puerta que Sabella cruzó ancho de espaldas y con la frente bien alta. “Acá soy yo”, dijo el DT. El ingreso de Lavezzi le permitió armar un equipo más equilibrado, con retroceso por ambos lados del mediocampo y, a la vez, “cubrirse” de las críticas, ya que mantuvo, en nombres, el 4-3-3. La presencia del Pocho, más los ingresos de Biglia y Demichelis, terminaron de transformar al equipo de la mejor manera posible.

Esta nueva faceta de Argentina, un 4-4-2 bien cerrado con salida rápida, es inédita. Sabella empezó queriendo armar un 5-3-2 que no resultó, y terminó ganando las Eliminatorias con un 4-3-3. Con el esquema intermedio, armó un equipo que, sin dudas, puede ganarle la final al mejor seleccionado del mundo. No obstante, es cierto que jamás brilló el equipo, y el único gol de una jugada elaborada con pases y paredes fue el de Messi contra Bosnia. Luego fueron pelotas paradas o jugadas individuales del 10, o la contra que definió Di María contra Suiza.

¿Por qué el equipo “está”, entonces? Por el corazón de Mascherano, porque Garay saca todas, porque la jerarquía de Demichelis mejora la defensa, porque Rojo juega como si tuviera dos Mundiales encima, porque Lavezzi y Palacio corren a todos como si no fueran delanteros, porque Enzo Pérez arranca a gambetear como si estuviera jugando en el parque, porque Higuaín se acordó que fue 9 del Real Madrid cuando más se lo necesitaba, porque Romero es el nuevo ídolo de los chicos, porque Biglia entró y se aplomó al toque, porque Messi es Messi, porque Sabella acierta con los cambios. Pero sobre todo, porque si hay algo que se nota, es que estos 23 jugadores tienen muchísimas ganas de ganar.