Histórico encuentro de presidentes suramericanos

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Histórico encuentro de presidentes suramericanos

18 Diciembre 2014

 

Por Pablo Russo - Desde Paraná

Excepto por Evo Morales, a cargo del ejecutivo del Estado Plurinacional de Bolivia, el resto pasó durante pocas horas por la capital entrerriana. La seguridad en la zona de exclusión fue ayer más rigurosa que en los días anteriores, a pesar de lo cual algunos centenares de militantes lograron acreditarse para, desde detrás de un vallado, esperar la llegada de los mandatarios sobre la calle Gregoria Matorras de San Martín, frente al edificio de reuniones.

Del lado de afuera

Hubo cantos y banderas de las agrupaciones kirchneristas que integran “Unidos y Organizados”, desplegadas desde temprano. La gente esperó pacientemente durante toda la jornada para poder tomar contacto con la presidenta, recibir algún saludo o simplemente hacerle sentir el apoyo popular. Las llegadas más celebradas en la hinchada -luego de la de Cristina Fernández- fueron las de Evo Morales, Pepe Mujica y Nicolás Maduro. Cristina cumplió desde el auto al entrar, y por la tarde al retirarse bajó unos instantes del vehículo para saludar a los que aún esperaban allí. “Todos pasaron con las ventanillas levantadas, excepto Evo”, dijo uno de los pacientes militantes que estuvieron el día entero bajo el calor de diciembre.

Para la siesta todos buscaron algún refugio de sombra y ya no quedaba nadie al sol. “Los vecinos nos convidaron agua y gaseosas”, decía agradecido uno de ellos. A la vuelta de ese vallado, estacionados sobre la avenida Mariano Moreno, los dos micros de los granaderos eran utilizados para el descanso de los músicos de la banda y los abanderados que acompañaron estoicos la llegada y partida de todos los presidentes (“la banda de granaderos toca precioso”, alabó Cristina Kirchner en un acto junto a Evo). Parte de la militancia -unos pocos por cada organización, que sumaron más de 50 personas en el salón de acto- pudo finalmente entrar al centro de convenciones por la tarde cuando, una vez finalizado el cónclave, se presentó una firma comercial entre Bolivia y la Argentina en una actividad encabezada por Evo y Cristina.

Del lado de adentro

Los más de 300 periodistas acreditados pudieron disfrutar de la nueva Vieja Usina, con su edificio del fondo remodelado y con aire acondicionado. Ahí se armó una gran sala de prensa, con televisores y parlantes que transmitían lo que ocurría en el salón de actos principal, computadoras para trabajar, y radios y televisoras transmitiendo en vivo. Siete países transmitieron en vivo y en directo. Entre los periodistas hubo mucha presencia venezolana e incluso dos enviadas de la televisión de la República Popular China. Los fotógrafos y camarógrafos fueron situados en una tribuna para registrar la llegada de cada presidente que Cristina Fernández salía a recibir: Dilma Rousseff, Evo Morales, José Mujica, Horacio Cartes y Nicolás Maduro, en ese orden. Luego se hizo la “foto de familia”, con los seis mandatarios parados en un palco, saludando, algunos con sus manos, otros con sus puños en alto (Evo y Mujica). En representación de Chile, participó de la cumbre el ministro de Agricultura de ese país, Carlos Furche, mientras que por el lado de Ecuador, habló el canciller Ricardo Patiño.

Primero fue el encuentro de presidentes, luego la reunión ampliada. Mientras se desarrollaba la primera, en la Sala 1 esperaban los cancilleres, ministros y otros funcionarios. Allí estaban la intendenta Blanca Osuna; el gobernador Sergio Urribarri, que conversaba con su par Gildo Insfran y con el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; Sergio Berni; Axel Kicillof; Débora Giorgi; Alejandro Vanoli; los edecanes y otros asesores. Antes de la entrada de los mandatarios y el inicio de los discursos, ya se corría la voz de la noticia internacional del día: Washington liberaba a Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, tres de los cinco cubanos que seguían presos, y el gobierno de Raúl Castro hacía lo mismo con el empresario estadounidense Alan Gross, acusado de espionaje. El hecho impactó al punto de que hubo varias referencias a las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en las disertaciones presidenciales. Cuando le tocó el turno de hablar a Nicolás Maduro, Jefe de Estado de la República Bolivariana de Venezuela, desde La Habana el mensaje en simultáneo de Raúl Castro sobre el tema le robó un poco de atención entre la prensa.