El relanzamiento de los bloques regionales: Unasur - Mercosur
Por Camila Matrero y Yamila Iphais Fuxman, de GEENAP
La Presidenta Cristina Fernández consideró la inauguración de la sede como la consagración de los proyectos políticos de las víctimas de los genocidios de estados de las últimas dictaduras cívico-militares del continente, y de los jóvenes que se erigen como nuevos sujetos de transformación política. Asimismo, recordó la importancia del bloque naciente en 2008 para frenar los golpes de Estado en Bolivia y Ecuador, como el protagonismo de Néstor Kirchner en la resolución del conflicto entre Colombia y Venezuela.
Néstor Kirchner fue considerado en la declaración final de los presidentes como “gran constructor y reparador de los sueños del pueblo suramericano” y de “su fundamental contribución a la concreción de nuestra unión”. De ese espíritu se quiso nutrir al bloque en su relanzamiento.
Con la renovada centralidad que ha tomado la UNASUR, la agenda regional busca fortalecer los instrumentos para afrontar los desafíos políticos al interior y exterior de las fronteras nacionales y regionales. La propuesta de UNASUR es que cada uno de sus integrantes despliegue su propia forma de articulación con la política del bloque, basándose en consensos mínimos que permitan transitar el camino de inclusión con desarrollo para sus pueblos. La presidenta Dilma Rousseff definió a la agenda fruto de la necesidad, haciendo hincapié en las potencialidades de integración en infraestructura logística y energética, y concluyó que “en la actual coyuntura de crisis internacional, con la caída del precio de las materias primas y principalmente del petróleo, el desafío del desarrollo es todavía mayor”.
No sólo la Presidenta argentina problematizó la situación de las deuda soberana y los fondos buitres, sino el primer mandatario boliviano, Evo Morales, cuestionó la capacidad regional de protegerse frente a la crisis global y la urgencia de disminuir su vulnerabilidad. Por su parte, Nicolás Maduro, presidente venezolano, expresó: “Propuse que priorizáramos para 2015 el tema económico, el tema de la cooperación económica, el tema del enfrentamiento a las dificultades financieras y fiscales que tienen varios países de América del Sur”. Compartiendo la iniciativa conjunta de creación de un tribunal para la resolución de conflictos internacionales, el presidente y economista ecuatoriano Rafael Correa concluyó: “Separados, será el capital transnacional el que nos imponga las condiciones”… “Unidos seremos nosotros los que impondremos las condiciones al capital internacional.”
Por su parte, Ernesto Samper, actual Secretario General de UNASUR, abrogó por el proceso de pacificación interpelando al presidente colombiano “la generación a la que pertenecemos con el presidente Santos no ha conocido un solo de día de paz: nacimos en la violencia, hemos crecido, hemos hecho política, nos hemos educado todo en medio de la violencia armada”.
Además, en Santa Cruz, los vicecancilleres, plantearon la necesidad de acciones conjuntas para el abastecimiento de medicamentos a precios accesibles, la creación de la Escuela Suramenticana de Defensa y la posibilidad de generar redes propias de conectividad.
Viejos y renovados bloque sociales
Mientras tanto, la XXIV Cumbre Iberoamericana se realizó sin los presidentes de Argentina, Brasil, Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia, repitiéndose la experiencia de 2013 cuando se ausentaron la mitad de los mandatarios, hecho que evidencia la decadencia del espacio.
Por otra parte, la última reunión de Jefes y Jefas de Estado del Mercosur, en Paraná, supuso una renovada oportunidad para que el bloque más antiguo de la región reimpulse sus mecanismos de integración, después de la reciente ratificación de los oficialismos de Uruguay y Brasil.
Mercosur social
Las transformaciones del Mercosur, son el correlato de los cambios que se produjeron en los países que lo integran. La llegada de nuevas alianzas y movimientos al poder, en los respectivos Estados Nación, redefinió los objetivos que debería encarar la integración regional; pasando de una meramente comercial y de liberación de aduanas, a otra que pone el eje en la agenda social del bloque. En este sentido, la participación popular cobra relevancia y se produce un verdadero acontecimiento democrático, como es la realización de la Cumbre Social del Mercosur. En la misma, han participado más de 1.200 organizaciones sociales de la región; y los temas a debatir en comisión fueron: el contexto actual del proceso de integración, la integración productiva, la economía social, la ciudadanía regional, la soberanía política y la independencia económica. De dicha labor se obtuvo un documento con propuestas para ser elevadas a los presidentes del Mercosur.