Arturo Jauretche era afiliado a la UCR
Por Eduardo Balza
El debate interno de la Unión Cívica Radical nos obliga a los peronistas a algunas reflexiones. En cada etapa histórica en que el peronismo accedió al poder para gobernar a favor de los humildes, llegó en elecciones con vocación frentista. En febrero de 1946, la primera presidencia de Perón, se inauguró como una coalición entre el Partido Laborista, que unificaba a los trabajadores sindicalizados, la Junta Renovadora del Partido Radical que colocó al vicepresidente Hortencio Quijano, los conservadores aportados por Alberto Tessaire, y las fuerzas propias del naciente Justicialismo.
En marzo de 1973 ganó la fórmula Cámpora-Solano Lima, del Frente Justicialista de Liberación, que incluía una coalición entre el Justicialismo, fracciones del socialismo, de la democracia cristiana, desarrollistas y del partido conservador, que puso en la fórmula a su dirigente Vicente Solano Lima. Desde 2003 gobierna el peronismo bajo el lema Frente para la Victoria, también coalición de diversas extracciones. Innumerable cantidad de quienes manejan los resortes del estado tienen orígenes distintos del peronismo. La vocación de Perón de abrir los brazos para sumar a los mejores de cada sector, ha sido seguida tanto por Néstor como por Cristina. Y – en general - ha sido pura ganancia.
Cierto es que han habido radicales en la vereda de enfrente del nacionalismo popular. En la elección del 46, la fórmula de la reacción era encabezada por el radical Tamborini. Pero nos oponemos a calificar a cualquiera que venga del radicalismo de “gorila”. A propósito, esa palabra no se usa solo en nuestro país sino en toda América. Quiere decir exactamente “reaccionario”, o sea “el que quiere llevarnos hacia atrás, retroceder”... lo más atrás posible que podemos retroceder es hasta primate.
Si entramos en el juego de la rivalidad deportiva de tirarnos con chicanas, por cada Cobos, nos responderá un Menem, por cada Semana Trágica una Triple A. Ambos movimientos tienen sus “gorilas” en el ropero.
Arturo Jauretche es uno de los pensadores peronistas más citados, y sus conceptos fueron la base para discursos y acciones del General Perón. Ellos se frecuentaban diariamente hacia 1944. Cuenta Norberto Galasso: “Perón aprendió y aprendía con gran velocidad porque era muy inteligente -afirmó Jauretche tiempo después-. Por ejemplo, sobre la vieja política argentina, creo haberle sido muy útil para informarle o para conocer, pero aseguro que pronto sabía más que yo. Y tenía ciertas aptitudes revolucionarias que los hombres ya formados no tenemos, una capacidad para no sorprenderse de nada, para aceptar hechos nuevos y para adaptarse a la realidad”.
Jauretche era afiliado a la UCR. Se había apartado junto con un grupo extenso de militantes (entre ellos, Raúl Scalabrini Ortiz) cuando el partido -alvearizado- había aceptado la restauración oligárquica de los ´30. Fundó FORJA, simiente de ideas antioligárquicas y anticolonialistas que fueron el origen del ideario justicialista. No eran militantes de la “pluma” solamente: Se sublevaron y combatieron armados en contra del régimen. Y disolvieron FORJA cuando se integraron masivamente al nuevo movimiento nacional y antioligárquico que surgió en 1945.
Podemos decir sin incurrir en exageración, que entre los “padres fundadores” del justicialismo, hubo radicales de pura cepa.
Hoy, ante la nueva coalición gorila, el imperativo es abrir los brazos para acoger a todos los jóvenes que se identifiquen con el anticolonialismo, la justicia social, y el ideario soberano, para volver a construir juntos una patria que merezca vivirse. Nosotros y quienes sustenten aquellas ideas que tanto releemos de Jauretche y que tanto nos identifican, tenemos que luchar juntos, porque tenemos los mismos enemigos.