La visita secreta de Alberto Manguel a la Biblioteca Nacional

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La visita secreta de Alberto Manguel a la Biblioteca Nacional

18 Febrero 2016

 

Por Trabajador BN*

¿Por qué la visita de 5 días de Alberto Manguel a Buenos Aires no tuvo cobertura alguna? Ninguna designación de director de la BN fue tan ruidosa como la suya, en primeras planas. Parecía que Borges había resucitado y volvía de las sombras sólo para dirigir la Biblioteca Nacional. La Nación llegó a ponerlo en portada junto a Yoko Ono como el evento cultural del año.

Es entendible que la designación de Manguel fuera saludada por los medios como una ocurrencia genial. No tenía pasado en la Argentina que achacarle. Casi toda su vida transcurrió en el extranjero. Tiene nacionalidad canadiense, de hecho. Múltiples premios. Sus libros son asépticos, y lo más importante de todo… Fue tocado por Borges. Es decir, tiene su aura.

Pero el jueves 11 de febrero Manguel estuvo en la Biblioteca Nacional, y se quedó en Buenos Aires hasta el lunes 15, y no hubo ni una línea en medios que lo dijera. Los empleados de la Biblioteca lo sabían un par de semanas antes, así que es imposible que no se difundiera.

¿Qué pasó? ¿Para qué vino sólo 5 días ahora?

Previamente varios jefes, y directores, habían sido citados por email para reunirse con el director aún no nombrado, en una Biblioteca en suspenso. Y el jueves comenzaron, en sesiones de 15 y 20 minutos, las reuniones con Manguel y la subdirectora, Barber.

La impresión generalizada fue: Manguel es afable, y ya tiene algunas cosas bien definidas. Estado austero o miserable, adiós a la Biblioteca hiperactiva de lunes a lunes. Adiós a las presentaciones de libros. Adiós a la producción de investigaciones propias. Es claro que su experiencia, lo que puede aportar, son las relaciones con el exterior. Imposible juzgar hoy si para compartir, colaborar, beneficiarnos, o ser expoliados. Dependerá de las relaciones del propio Manguel con la intelectualidad argentina.

Borges, Borges y más Borges. Casi todos los entrevistados coinciden en que en algún momento de la charla mencionó a Borges. Así que con Manguel Borges vuelve a ser una reliquia, el más venerable escritor que Argentina dio al mundo y que de algún modo la justifica ante éste.

Pero lo importante es la última reunión, porque por sorpresa, les llegó citación a los tres famosos gremios de la casa. Uno tras otro. Y quizás porque se le iba el avión y se retrasaron, o tal vez porque hay un estratega tras esto, terminó juntando a los tres en una misma reunión.

Los delegados plantearon sin pelos en la lengua la situación: que hay una tensión enorme y estados de alerta y movilización porque auguran despidos en la BN. El dijo que no se iba a encargar de los despidos, ya que todavía no era el director. Entonces le preguntan: ¿para qué nos citó?

El nerviosismo de la gente que trabaja en la BN es tal que las asambleas de los gremios ya se hacen en auditorios y con micrófonos. A los numerosos empleados que espontáneamente se habían juntado en la puerta de la dirección para saber qué definiciones tenían los delegados al salir expusieron: Nada.

¿A qué vino, entonces? ¿A qué vino?

¿Por qué no dio ninguna entrevista a medios, que ni siquiera mentaron su presencia? ¿”Manguel ya está trabajando, o evaluando la Biblioteca”? Ni un sólo medio informó sobre este viaje .Una especulación: ¿Lo estarán guardando para protegerlo cuando tengan que anunciar despidos?

Manguel vuelve en abril para la feria del libro. Con un conflicto en la Biblioteca, lo más probable es que sea su última visita. Y será el primer director que no fue. Tratándose de un señor amable, innegablemente culto, tan contrastado con el usual ministro CEO, y considerando el magro elenco disponible para ocupar el cargo que se barajó previamente a su hallazgo, sería una verdadera lástima. En serio.

*Por obvias razones, el autor de esta nota no puede brindar su nombre