El trasfondo de la tortura contra la militancia vasca
Por Sergio Ferrari, desde Berna, Suiza
Varios centenares de personas se manifestaron el último sábado de septiembre en las calles capitalinas para solicitar la no- extradición hacia España de la militante vasca Nekane Txapartegi, detenida en un penal de Zurigo. “Contra la represión, nuestra mejor arma es la solidaridad”, decía una de las banderolas desplegadas por los manifestantes.
La movilización, convocada por varios colectivos feministas, contra la represión, anti-fachistas, autónomos, asociativos y culturales helvéticos, fue encabezada por un grupo vasco de música folklórica. Los organizadores exigen a las autoridades políticas y judiciales helvéticas la libertad inmediata de Txapartegi, privada de la misma desde el 6 de abril del año en curso.
La historia de sufrimiento de la militante de Herri Batasuna y ex consejera municipal en su poblado de origen se remonta a 1999 cuando fue detenida por la Guardia civil española y durante cinco días impedida de todo contacto. En el camino hacia Madrid se acentuaron las torturas: simulacros de muerte, golpes de todo tipo, asfixia. Durante su detención padeció también violaciones sexuales. Sus denuncias quedaron debidamente registradas ante las autoridades españolas.
Tiempo más tarde, sobre la base de declaraciones obtenidas bajo la tortura y el aislamiento, Txapartegi fue condenada a 6 años y 9 meses de prisión por presunta colaboración con ETA. En ese momento decidió abandonar España. Instalada desde el 2009 en Suiza, comenzó a reconstruir su nueva vida, hasta abril pasado cuando fue detenida por la policía local.
En junio del año en curso el Gobierno Vasco publicó un informe donde se inscriben más de 4 mil casos de torturas cometidas entre 1960 y el 2013 por las fuerzas armadas españolas contra militantes o simpatizantes independentistas. Entre los que se encuentra el de Nekane Txapartegi, tal como lo señala en un reciente artículo el periodista Antoine Harari, publicado en el periódico suizo Le Temps. Según el periodista “el responsable del informe, Francisco Etxeberria, profesor de la Universidad del País Vasco, juzga las denuncias (de tortura) como altamente creíbles”.
Diversos organismos internacionales, como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) han condenado a España, en diversas ocasiones, por no haber investigado a fondo denuncias de casos de tortura.
En agosto pasado la OMCT solicitó a las autoridades suizas la no-extradición de Nekame Txapartegi. Creada en 1985, la OMCT constituye actualmente la principal coalición internacional de organizaciones no gubernamentales (ONG) que luchan contra la tortura, las ejecuciones sumarias, las desapariciones forzadas y cualquier otro tratamiento cruel, inhumano o degradante. Con 311 organizaciones distribuidas en todo el mundo, asociadas a la Red SOS-Tortura, y con miles de corresponsales en todos los países, la OMCT es la red activa más importante de organizaciones no gubernamentales en el campo de la protección y la promoción de los derechos humanos en el mundo.
Las autoridades suizas se confrontarán en los próximos días a un delicado dilema político. Aceptar los antecedentes de torturas y rechazar la extradición de Txapartegi significaría reconocer las graves violaciones de derechos humanos acaecidos en el Estado español. Autorizar el reenvío de la militante vasca a su país de origen implicaría negar principios esenciales de la Convención de Ginebra, es decir de los convenios que regulan el derecho internacional humanitario y de los cuales Suiza es la nación depositaria.