Pasantías: la vieja lucha entre lo que parece y lo que es

  • Imagen

Pasantías: la vieja lucha entre lo que parece y lo que es

23 Enero 2017

Por Vanesa Siley*

El día 18 de enero, en el programa “A dos voces” emitido en el multimedio oficialista Clarín, el Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Jorge Triaca, habló del proyecto de Cambiemos para lo que ellos llaman “aumento de empleabilidad” y que nosotros llamamos “flexibilización laboral”.
Entre los temas abordados, tocó el de las pasantías, y lo primero que debemos desmitificar es que el sistema de pasantías constituye empleo: LA PASANTÍA NO ES EMPLEO. Ya que se esgrime como un sistema de aprendizaje, tutelado y rentado, pero no constituye (en la letra de la ley por lo menos) una relación de dependencia.
Cuando Triaca mencionó las Pasantías en la entrevista, el zócalo de TN tituló: “¿VUELVEN LAS PASANTÍAS?”. Es en este título donde quiero detenerme: ¿Por qué volverían las pasantías si nunca se fueron? Ya que es un sistema vigente en la actualidad, regulado por la Ley 26.427 (año 2008) ¿Cuál es la trampa en la que nos quiere meter el Gobierno al hablar de un regreso? ¿A qué momento en la historia reciente se refieren con “volver”? y certeramente se refieren a los años ’90, cuando las pasantías no poseían regulación, eran utilizadas plenamente para reducir los “costos laborales” y para fragmentar al colectivo de trabajadores/as.
La actual Ley de Pasantías no es la mejor que podríamos tener, tiene falencias, no puede ser plenamente aplicada ya que ni siquiera se la respeta, hay ausencia de fiscalización por parte de la autoridad de aplicación, es utilizado también como un modo de reducir costos, en muchos casos es un negocio de las Universidades, etc… Pero el sistema existe y está regulado, y esta ley vigente (que vino a morigerar el abuso pleno que en los años ’90 hacían las patronales con los y las pasantes) en todo caso constituye un piso de derechos que hay que mejorar, pero nunca empeorar (principio de progresividad del art. 14 bis de la Constitución Nacional).
Antes de describir brevemente el Sistema actual de Pasantías, más que nada para provecho y conocimiento de los militantes sindicales (principalmente), me parece fundamental remarcar un aspecto, más allá de las leyes y de los papeles: cuando el Gobierno y los medios corporativos de comunicación hablan de VOLVER A LAS PASANTÍAS, lo que están haciendo es invitando a los empresarios a contratar bajo este sistema, están invitando a realizar el fraude laboral que significa tener laburantes por fuera del Convenio Colectivo de Trabajo. Cambiemos está haciendo con las pasantías algo similar a lo que fueron los despidos de comienzo del 2016. Recordemos: fue primero el Estado el que dejó a cientos de miles de trabajadores y trabajadoras en la calle, luego fue el sector privado: el Gobierno invitó a despedir, y los despidos del sector privado superaron entonces a los del sector público. El Gobierno generó opinión, marcó un rumbo y determinó la política laboral a seguir. Con las pasantías están haciendo lo mismo.

¿Qué es el Sistema de Pasantías?

El sistema de pasantías está regulado actualmente por la Ley 26.427 (año 2008), esta Ley vino a aumentar el grado de regulación del sistema, tratando de darle al “pasante” mayores garantías. Derogó las leyes flexibilizadoras de los años ’90 (Art. 2 de la Ley 25.013 y Ley 25.165). Sin embargo, sigue resultando insuficiente, ya que la realidad en los lugares de trabajo indica que el o la pasante SON TRABAJADORES/AS DE HECHO PRECARIZADOS. El sistema de pasantías, fue y será, un modo de evadir la ley laboral, de contratar mano de obra calificada y barata y, en definitiva, un modo de dividir a los trabajadores impidiendo su completa organización sindical.
LA TEORÍA: todo lo que dice la ley y no se cumple en la realidad laboral.
• En teoría la pasantía NO ES TRABAJO, es un contrato de aprendizaje. Que se puede firmar entre una empresa o un organismo público con una universidad, además luego el empleador (sea privado o público) firma un contrato con el estudiante de esa universidad.
• En teoría la pasantía dura 1 año y medio, y no PODRÁ SER RENOVADA, y si llegara a estar el pasante tan solo 1 día de más, el empleador ESTA OBLIGADO (en teoría) a pasar a contrato bajo relación de dependencia por tiempo indeterminado.
• En teoría LA CARGA HORARIA de una pasantía no puede ser mayor a 20 hs. semanales, ni puede ser en horario nocturno ni en condiciones insalubres (salvo autorización del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social). Esto en la realidad no sucede, ya que toda persona sujeta a un régimen de pasantía lo que busca es un empleo formal y estable, por ende hará todos los esfuerzos necesarios para conseguirlo, lo que él o la pasante tienen es una ENORME EXPECTATIVA de SER CONTRATADOS, y por ello si tienen que trabajar 35 o 40 hs. semanales lo harán.
• El pasante NO COBRA UN SUELDO, sino una ASIGNACIÓN ESTÍMULO, que debe ser (en teoría) el mínimo del convenio colectivo del sector donde se desarrolle la pasantía. Los DERECHOS en materia de licencias también deben ser iguales a los del trabajador/a de la actividad.
La única verdad es la realidad.

La mayoría de los aspectos señalados son eso, meras teorías. El sistema de pasantías (incluso el actual que es menos peor que el de los años ´90) es de por si trabajo encubierto, mal remunerado, precarizado, sin derechos y sin marco convencional. Muchas organizaciones sindicales llevamos adelante una pelea contra este sistema, en el Poder Judicial de la CABA se logró estabilizar como trabajadores de planta a los y las pasantes del Ministerio Público de la Defensa, y SITRAJU logró que no se vuelva a contratar bajo esta modalidad. La misma lucha encaramos en el Consejo de la Magistratura de la Nación hace dos años, con los pasantes de UTN, donde se abandonó el sistema de pasantía pero los compañeros/as están contratados y aún seguimos peleando su pase a planta permanente.
Ahora bien, que va a suceder si continúa en aumento la idea del Gobierno y la presión de las cámaras patronales para “volver a las pasantías”, que no es más que el eufemismo de “volver a los ‘90”. Los legisladores de toda la oposición, previendo esto, deberían reimpulsar una reforma a la ley actual de pasantías que aumente las restricciones para evitar los abusos a los que se somete a estos trabajadores y trabajadoras precarizados. El conjunto del movimiento obrero debe echar luz sobre este tema, que muchas veces es “comprado” por la clase media. La dirigencia, los militantes y delegados sindicales, dar una pelea para no retroceder en derechos, puesto que es nuestra obligación como representantes. Porque como me dijo un gran dirigente gremial “además de lo que se puede, hay que hacer lo que se debe”.

*(Abogada laboralista)
Secretaria general SITRAJU-CABA
Secretaria general primera FE-SITRAJU
Referente de la Corriente Federal de Trabajadores.
 Secretaria general SITRAJU-CABA