“La impunidad de la Bonaerense desde la dictadura hasta ahora es intocable”
Por Boris Katunaric y Josefina Figueroa
A dieciséis años del secuestro, tortura y asesinato de Natalia Melmann, la Cámara de Casación de La Plata dictaminó una Acción de Revisión solicitada por la defensa de los tres policías condenados a perpetua. “La audiencia se realizará en la calle 7 y 56 a las 10 hs y esperamos que nos acompañen para impedir la anulación de las condenas”, dijo Gustavo en comunicación con AGENCIA PACO URONDO.
APU: ¿Puede recordar el caso?
Gustavo Melman: Natalia era una jovencita de 15 años que salió a bailar y fue asesinada por policías de la Bonarense. La llevaron a las afueras de la ciudad de Miramar y le hicieron todas las torturas que se le hacía, en la época del proceso, a las personas que eran capturadas. Terminaron con su vida marcándola. Esto se probó en un juicio oral en el año 2002 con todas las cámaras de la República Argentina corroboraron el fallo. Hoy, la Cámara de Casación compuesta por el juez Natiello y Mancini, dieron lugar a una revisión de la condena. Esto significa que los asesinos de mi hija pueden quedar en libertad.
APU: ¿Por qué cree que hoy por hoy es posible reabrir el caso?
G.M: Lamentablemente es un período muy especial. En otro momento yo no creo que esta revisión se hubiera permitido. Que se haga lugar a esta revisión implica que de aquí en adelante tengamos que ir a la Suprema Corte de la Provincia y Nacional. Tenemos que empezar con el proceso judicial nuevamente.
APU: Para ello deberían presentar pruebas, ¿sabe de qué pruebas estamos hablando?
G.M: Así es, las pruebas científicas y testimoniales que se presentaron en el juicio son recontra claras y fueron confirmadas por todas las instancias. Ahora están llevando testigos del entorno para deslegitimarlas: un periodista, un médico forense de la policía Bonaerense, un abogado que se presentó en primeras instancias, que era parte del encubrimiento a la policía; un ex convicto que dice ser ex compañero de uno de los policías condenados.
¿Qué le simboliza a usted volver a presentarse y pasar por los juzgados?
G.M: Me refuerza la idea de que la impunidad de la bonaerense desde la dictadura hasta ahora es intocable. Nosotros convivimos hace 16 años con eso y afectó cada uno de los componentes de mi familia. Esto no hace más que confirmar que la impunidad tiene sus abogados y jueces que le dan la posibilidad.