"El cierre de Atanor no es casual, ni un hecho aislado"

 Por CEB (Centro de Estudios Baradero)

Entrada la madrugada del miércoles 22 de febrero pasado, los trabajadores de la alcoholera ATANOR S.A. se encontraron sin poder ingresar a sus respectivos puestos de trabajo. En el portón de entrada un pequeño cartel les notificaba, sin la menor consideración, que la fábrica había decidido cerrar sus puertas.

Horas más tarde nuestra Ciudad de Baradero se despertaría conmocionada por la lamentable noticia, y los reclamos de los trabajadores se harían oír en la plaza central frente a la municipalidad. A pesar de que, posteriormente (gracias a la rápida reacción de los trabajadores), se dictaminó la conciliación obligatoria, las sesentas familias vecinas afectadas por este cierre repentino están viviendo, ahora, la peor de las incertidumbres ante un panorama laboral que se presenta muy poco esperanzador a futuro.

ATANOR S.A. y la política económica de Cambiemos

ATANOR S.A. es una fábrica que produce insumos –ácido acético, acetato de etilo, de butilo y triacetina- para la industria textil, alimenticia, de artículos de limpieza y cosmética. Los productos de estas industrias se vieron gravemente afectados, entre otras cosas, por la caída del consumo, consecuencia directa de las políticas económicas que golpean el bolsillo del pueblo argentino.

Ni bien asumida, la alianza Cambiemos se ocupó de bajar las retenciones al agro, a la minería y de devaluar la moneda, lo que fomentó la reprimarización de la economía. En este sentido, el “Grupo Albaught”, accionista mayoritario de ATANOR S.A, ya veía con buenos ojos la decisión de redirigir sus inversiones a productos relacionados con el agro. Sin embargo, la estocada final llegó hace unos días cuando, al contexto de caída en picada del consumo y el salario real, la redirección de los capitales especulativos hacia el agro y la imparable inflación, se le agregó la apertura indiscriminada de las importaciones lo que hizo imposible para muchas fábricas mantener activa la producción, entre ellas ATANOR.

El cierre de ATANOR S.A no es casual, ni un hecho aislado, sino que se inscribe en el dramático escenario que desde el 10 de diciembre de 2015 se viene gestando en nuestro país. Ante un cuadro de recesión crítica que eleva a 400.000 los puestos de trabajo destruidos, lo que significa que 400.000 argentinos y argentinas perdieron su principal fuente de ingreso, se pueden enumerar algunos conflictos puntuales y de este último mes: Mefro Wheels en Rosario, la única fábrica de llantas del país cierra sus puertas y deja a 170 operarios en la calle; Cerámicas San Lorenzo en San Luis comienza con suspensiones y posteriormente deriva en el cierre definitivo dejando a 140 personas sin su fuente laboral; el polo industrial de Luján donde ya se contabilizan más de 550 despidos en la industria textil; Villa Progreso en el partido de San Martín ahora conocido como Cementerio de Pymes. Los números son escalofriantes y la lista sigue.