"El kirchnerismo y los trabajadores no existen el uno sin el otro"
Por Josefina Figueroa
APU: ¿Cómo afectan las políticas del gobierno a su sector en particular?
Hernán Escudero: Desde la asunción del gobierno de Mauricio Macri, Horacio Larreta y Maria Eugenia Vidal, simultáneamente, jugaron conjuntamente a un desprecio hacia el sector docente. Lo que uno ve es que niegan la paritaria docente a nivel nacional y en las diferentes provincias. Por ejemplo, hoy en la Ciudad de Buenos Aires, la paritaria todavía no está cerrada. En Provincia de Buenos Aires fue dramática, con mucho conflicto. Nosotros vemos que no es sólo en el ámbito de la discusión laboral y la negociación paritaria donde se da un deterioro de las políticas de Estado inclusivas en términos educativos.
APU: Se denunció además un ajuste sobre los programas sociales.
HE: Hay un notable achicamiento de programas sociales y espacios abiertos para los jóvenes. Las están agotando a un nivel que dejan de existir de a poco hasta que uno no tiene acceso porque no están en ningún lugar. Lo otro que uno va viendo es que ellos en su intento por imponer una venta marketinera de la educación “para un futuro”, están deteriorándola en forma dramática. Me refiero a un deterioro en términos estructurales, de perfeccionamiento docente y de no generar que la docencia sea un oficio digno. Nadie puede ir a trabajar por dos pesos con veinte por más vocación que tenga. Nadie va a pensar “yo quiero ser docente” sabiendo que ahí no hay un futuro laboral. Es muy difícil pensarlo vocacionalmente cuando la estructura económica o la política de Estado de este gobierno sólo se piensa de manera economicista. La vocación se realiza cuando hay trabajo digno.
APU: Usted representa el sector privado de la educación, ¿qué diferencias hay con el sector público en términos laborales?
HE: Cada ámbito tiene diferentes características pero la realidad de los docentes es muy similar. Claramente el estatal se perjudica más porque no se generan escuelas. Desde SADOP creemos en la educación pública, de gestión privada y de gestión estatal. Tiene que estar lo privado pero no tiene que ser el todo porque eso sería indicio de que hay un fracaso de proyecto de país. No existe un proyecto educativo sin un proyecto de país. El docente tiene un anclaje ideológico, vocacional y de vida que no lo puede perder y siempre lo tiene que redimensionar. Sin un proyecto de país, no tiene destino la educación.
APU: ¿Qué proyectos planean llevar adelante en las cámaras?
HE: Lo que me toca hoy es ser pre candidato de la Provincia de Buenos Aires y considero que es el lugar de mayor espacio productivo en materia de fuentes de trabajo. Hay que empezar a armar un esquema de trabajo donde la vida del trabajador y su familia no funcione en torno a la idea de que “donde busco y encuentro un trabajo, voy” porque eso implica estar horas viajando, con las dificultades que implica transportarse. Creo que tenemos que redimensionar el trabajo en la Provincia de Buenos Aires. No sólo como lugar económico sino como realización del hombre y la mujer trabajadora, que se desarrollan en el trabajo y en comunidad. Hay que pensar en experiencias laborales y en gobiernos locales y para eso hace falta un nuevo diseño productivo planificado por regiones y tipo de producción. Esto tendría que servir para potenciar al empresario PyME. Debemos apuntar a generar puestos en pequeñas y medianas empresas con cadena de valor en producciones más altas. Entonces sí logramos mejorar la calidad de los servicios y formar técnicos profesionales. Considero muy importante también terminar con el trabajo precarizado.
APU: ¿Le pasa de pensar estas ideas como leyes?
HE: Creo que es necesario una ley sobre las producciones culturales en el mundo del trabajo para generar un mejor acceso cultural a la población. Hay que reubicar en términos productivos porque es un oficio que genera mayor nivel de conocimiento y mayor desarrollo cultural. Otra ley sería que los docentes tengan espacios de formación permanente dentro de la comunidad y que en el salario del docente también sea tomando en cuenta el tiempo de preparación de la hora clase.
APU: ¿Qué análisis puede realizar sobre su central y el movimiento obrero en general?
HE: Me parece que la CGT hoy está como en un proceso de buscar el rumbo. Lamentablemente me parece que esto puede ser producto de que, o se quedaron retrasados en un proceso social y político, o se quedaron anclados en una memoria que es una descripción de libros, de épocas o experiencias personales, donde los dirigentes se sienten muy cómodos sin mirar las consecuencias que están sufriendo los trabajadores ahora. Los trabajadores no tienen tiempo para vivir de esa memoria.
APU: ¿Qué nivel de desarrollo tiene la cuestión de géneros en su sindicato?
HE: En mi organización, la mayoría son compañeras y tienen conducción. Esta situación hace que la cuestión de la igualdad ocurra de una forma natural. Es decir que, hacia adentro, no suele ser un eje de discusión. Lo que sí se debate y habla mucho es el hecho de que tenemos que trabajar en la tarea docente para que la cuestión de género sea uno de los ejes centrales. Creo que tenemos que profundizar en las aulas el nivel de conciencia sobre el impacto social que tiene la problemática.
APU: ¿Qué relación hace sobre la relación kirchnerismo- sindicalismo durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner?
HE: Nosotros venimos de un movimiento obrero donde Néstor y Cristina fueron lo mejor del peronismo. Nosotros no lo vemos en términos de “ismo”: kirchnerismo-peronismo. Porque entendemos que esto es parte del movimiento nacional donde los trabajadores tenemos un rol, una tarea. Vemos que dentro de este movimiento nacional que conduce la compañera Cristina, los trabajadores tienen un lugar privilegiado en la discusión y el aporte. Así como también en el sacrificio. Ese es el lugar que entendemos que nos toca. Porque somos los trabajadores registrados que tenemos que traer a los que no lo están y contemplar a los que buscan trabajo y no encuentran. Así como en su momento Perón les pedía a los trabajadores que sean la columna vertebral del movimiento, yo creo que en esta etapa Cristina Fernández nos está pidiendo a quienes tenemos trabajo registrado que seamos los protagonistas de incluir a todos los que faltan. Esa es la tarea en esta etapa y sobre todo en Unidad Ciudadana. Ahora, ¿cuál es la relación? Lo que uno entiende es lo que Cristina ya dijo en algún discurso. Quizá sea una realidad incómoda para los dirigentes pero cómoda para la gente. Los trabajadores nos sentimos muy cómodos frente al kirchnerismo porque intentó representar a las mayorías. Los trabajadores somos sólo una parte de esa mayoría y no la exclusividad, como piensan algunos dirigentes. El mundo ha cambiado y el trabajo también. En las miles de formas de trabajo actuales, los trabajadores asalariados y representados por organizaciones sindicales, somos sólo una parte. Me parece que el kirchnerismo y los trabajadores no existen el uno sin el otro.
APU: ¿Cómo piensa que puede repercutir en la sociedad el hecho de que haya representantes sindicales dentro del Congreso, siendo que hay una permanente estigmatización hacia el sector?
HE: Creo que el modelo neoliberal argentino ha dado una batalla cultural severa sobre el movimiento obrero. Esto ha generado un prototipo o imagen única sobre el dirigente o delegado, que lamentablemente está basado en compañeros que no han hecho lo adecuado como representantes. Nosotros entendemos que los y las dirigentes sindicales son los setenta mil que hay en todo el país, las comisiones internas y el simple trabajador que intenta organizar en su lugar de trabajo. Todos son parte de una cadena que funciona. Lo más importante es qué va a pasar con esta Unidad Ciudadana que otorga mucho protagonismo en las listas al movimiento obrero, a los trabajadores y a sus dirigentes.
Entiendo que es una gran apuesta en términos de poder construir un nuevo espacio del movimiento obrero en el movimiento nacional que vaya mucho más allá de las instituciones y los dirigentes. Los dirigentes a los que nos toca hoy estar en el espacio de Unidad Ciudadana somos orgánicos a los trabajadores que consideramos el motor de transformación de la realidad. Tenemos que lograr que los y las dirigentes que lleguen al Congreso sean reflejo de lo que vivimos cotidianamente como docentes, trabajadores de la industria, como judiciales, entre otros. Si no lo hacemos, nos deslegitimamos solos. Los medios de comunicación, nos van a deslegitimar siempre porque odian lo organizado y el movimiento obrero es organizado para confrontar con el poder que trata de desorganizar la vida de toda la gente.