Carpineti: "Con Cristina vamos a llevar adelante el programa de 'Tierra, Techo y Trabajo'"
Por Santiago Asorey
Con el trasfondo de las expectativas populares por las elecciones nacionales de este año, Agencia Paco Urondo dialogó con Gabriela Carpineti, referente de la organización Tres Banderas, que forma parte del Frente Patria Grande, el espacio político liderado por el dirigente social Juan Grabois. La referente habló sobre la relación del espacio político con Cristina, la revolución feminista, la interna del peronismo, las posibilidades de una reforma agraria y muchos temas más.
APU: Desde el Frente Patria Grande lanzaron una campaña pidiendo el regreso de Cristina. ¿Cómo nació la idea de la campaña: “Cristina Volvé”?
Gabriela Carpineti: Estamos convencidos que estamos viviendo semanas cruciales de cara a las elecciones presidenciales de octubre de este año. La única referencia política de la oposición que puede ganarle al proyecto económico y social del macrismo es Cristina. Ella tiene un piso muy sólido de votantes, producto de lo que hizo en sus dos mandatos, pero sobre todo a lo que puede hacer si vuelve a ser presidenta, frente al fracaso rotundo del gobierno de Cambiemos en materia económica y la demanda popular instalada que establece límites cada vez que pretenden arrasar con los derechos conquistados. Por eso decimos: Cristina Volvé.
Desde nuestro Frente preferimos hablar de lo que falto hacer en esos 12 años, que para nosotros fueron más de "empate" que de "ganancia neta", que vivir a la defensiva, pasando lista de todas las cosas que se hicieron bien y justificando lo que no se hizo o se hizo mal. Tenemos la obligación de salir a jugar para ganar, no para defendernos de una posible derrota. Nosotros los militantes de base con responsabilidades y compromisos no vamos a iluminar a nadie. Nuestra lupa simplemente diagnostica el presente para llevarnos al futuro.
APU: ¿En qué se diferencia su perspectiva en relación a otras militancias kirchneristas?
GC: En primer lugar, en que tenemos la certeza y la esperanza de que los procesos históricos los conduzca el pueblo trabajador y humilde, y las referencias que de allí emerjan. Los militantes tenemos el deber de forjar circunstancias y escenarios para eso. En segundo lugar, que no nos gusta victimizar, ni victimizarnos, buscar culpables e inocentes. Somos, hoy, muy conscientes de por qué una parte de nuestro pueblo en el 2015 eligió a Macri como presidente. Había un montón de tareas pendientes de gobiernos anteriores, y no me refiero solo a los "12 años kirchneristas", sino a todo el proceso de la transición democrática postdictadura, donde las dirigencias peronistas y radicales no han sabido o no han podido enfrentarse con firmeza al mundo unipolar y neoliberal, y pelear por una Argentina digna para las mayorías en el quilombo de la globalización. Otra cosa que nos diferencia de la militancia kirchnerista clásica es que creemos que Cristina tiene que estar al servicio de las necesidades del pueblo, y no al revés.
APU: ¿Cómo creen que se canalizará electoralmente este momento de crisis económica y social?
GC: Con los números de este Indec creemos que una buena parte de quienes votaron por Macri en 2015 perciben con claridad que este Gobierno mintió, los estafó. Habló de pobreza cero y la pobreza creció. Mintió con la inflación, se cagó en los jubilados, en los inquilinos, en los endeudados, en los comerciantes, en los que viven de su trabajo y lo que más nos duele: en los más pobres que los votaron. Nuestra tarea en la campaña electoral es que no haya un solo pobre que vote a sus verdugos. Y que los sectores medios asalariados y también los acomodados comprendan que el derecho al consumo está en riesgo también. Con Macri hay más cepo que con Cristina.
APU: ¿Cómo leen a aquellos sectores del peronismo que ponen como límite del armado opositor la inclusión de Cristina?
GC: Los que dicen "la unidad es con todos menos con Cristina" o "es con Cristina pero sin que sea la candidata", dan cuenta, en definitiva, de posiciones que son las dos caras de la misma moneda. Son los que no quieren pelearse con los poderes facticos de la Argentina. Son los que no quieren volver a discutir la concentración, la producción y la distribución de la riqueza que producimos los argentinos. Son los que aceptan obedientes el tarifazo. Son los que votaron calladitos y sin chistar la reforma previsional en diciembre de 2017. En definitiva, son los que nos prefieren bananeros antes que noruegos. Nosotros militamos por una Argentina justa, libre y soberana porque tenemos todo para lograrlo. Con Cristina vamos a pelear juntos para llevar a cabo el programa 'Tierra, Techo y Trabajo'.
APU: ¿Qué aporta el Frente Patria Grande como novedad para pensar la relación entre las militancias de izquierda y del peronismo?
GC: Desde el Frente Patria Grande tuvimos un gran acierto que expresa el liderazgo de Juan Grabois: derribar el muro entre el ideario de la izquierda y la experiencia histórica del peronismo en nuestro país, levantando el mensaje de las 3T que propaga el Papa Francisco en el mundo. ¿Quién de de izquierda puede no estar de acuerdo con ese programa? ¿Qué muchacho o muchacha peronista puede resignarse a traicionarlo? Si alguno de ellos hiciese eso, debería dejar de llamarse así. El peronismo nos enseñó a levantar las banderas de los trabajadores y los humildes, la izquierda a no bajarlas nunca más.
APU: ¿Qué propuestas y ejes claves piensan en el marco de la posibilidad de que haya un nuevo Gobierno popular en la Argentina?
GC: Hay una agenda reivindicativa y programática de derechos sociales y económicos y de políticas públicas que podemos realizar con Cristina presidenta vinculadas a la demanda de Tierra, Techo y Trabajo. Pero ni Cristina, ni el mejor de los gobernantes, pueden llevar adelante medidas a favor de los pueblos si el pueblo no está movilizado. Nosotros queremos ser los garantes de ese pueblo de pie pero también ser comprometidos, estudiosos. Y profesionales a la hora de encontrar las mejores soluciones a los grandes problemas nacionales, con una mirada preferencial en los trabajadores y los pobres, las mujeres y los jóvenes.
APU: ¿Qué sería específicamente la agenda de Tierra, Techo y Trabajo?
GC: Hablamos de una reforma agraria que es posible en la Argentina, hablamos de la urbanización de 5 mil barrios populares que es posible y de dos millones de compañeros y compañeras de la economía popular con derechos plenos. Queremos que de la mano de la experiencia de Inquilinos Agrupados se recree la Secretaria Nacional del Inquilino, que ideó Perón en su primer gobierno. Nombro a éstas como algunas de las 100 medidas que pretende impulsar el FPG si Cristina es presidenta. Nuestra política si Cristina vuelve tiene que ser el arte de hacer posible lo necesario. Quedarse a mitad de camino, nunca es bueno.
APU: El año electoral estará atravesado también por las agendas feministas y las demandas del movimiento de mujeres, ¿Cómo vislumbra este panorama?
GC: Hay un punto de contacto entre el hecho de que Cristina no tenga miedo y la revolución de las hijas. Las centenials, aquellas nacidas entre 1994 y 2010, tampoco tienen miedo. Ese es el mensaje más fuerte de la revolución de las hijas. Y además observo que no es un "no te tengo miedo porque me cago en vos". Porque en general cuando te cagás en el otro es porque sos lisa y llanamente un garca o porque estas tiritando de miedo de lo que te produce el otro o la otra. Un miedo que viene de una forma de sobrevivir de manera individualista en este mundo.
Este "no tener miedo" al que nos convocan "las hijas de la revolución" es dejar de bancarse cosas, que otras generaciones de mujeres se han bancado. Lo han hecho en nombre de sostener determinadas instituciones, patrones, códigos. Si bien no soy parte de la revolución de las hijas porque tengo 33 años y no me gusta vender humo con eso, me atraviesan, las miro y admiro aun en mis disidencias. Y las envidio de buena fe.
El no tener miedo de Cristina y el mensaje de no tener miedo de la revolución de las hijas tiene que ver con desarmar relaciones abusivas de poder que empeoran y precarizan nuestras vidas. Desde una relación de pareja hasta las relaciones carnales con la banca financiera. Cristina tuvo una gran capacidad para visibilizar los núcleos de poder facticos de la Argentina que le terminan jodiendo la vida a la doña o al tipo común. A la piba y al pibe que sueña con ser algo en la vida, y terminan no llevando a cabo su deseo por limitaciones económicas, familiares y a veces también subjetivas.
APU: ¿Cómo está compuesta la militancia del Frente Patria Grande que lidera Juan Grabois?
GC: Primero habría que decir que Juan no hace política ni milita para la militancia. Aunque sea un hombre de los movimientos sociales, creo que hoy tiene la potencia propia de ser un actor clave en la oposición tanto social como política con un ingrediente mágico. Hace política opositora sin querer ser candidato electoral. Por eso es una picadura permanente para la clase política argentina. Eso que produce Juan cada vez que habla pero sobre todo cuando actúa en lo social defendiendo derechos y conquistando nuevos, moviliza generacionalmente a quienes formamos parte del Frente. Pero sobre todo a un montón de pibes y pibas que quieren que la política sea eso que dice y practica Juan: vocación de servicio a la comunidad.
Juan es un tipo incomodo en la televisión, en los mítines políticos. Solo desde la incomodidad podemos restablecer los equilibrios de justicia social que nos faltan o que perdimos. No es desde situaciones de privilegio desde donde vamos a transformar las cosas o auto-complaciéndonos. Creo que el conjunto de la militancia del Frente Patria Grande vive en esa incomodidad y tiene un punto de partida innegociable en este 2019 que es acompañar a Cristina, en la decisión que tome. Pero también insistir en que se presente. Y Juan expresa a nuestra generación, la del 2001, en eso: rebeldía vaya a donde vaya, insistencia en el deseo, y perseverancia para lograrlo.
APU: ¿Y cómo se piensa la militancia de la organización Tres Banderas?
GC: En particular Tres Banderas en el FPG es una semilla de la predica de Juan. Tiene que ver con canalizar la pasión militante de pibes y pibas y otros más experimentados en años, que sienten a la militancia social y política como una forma de vida para salvarnos de esas miserias espirituales y no para "salvarse el que pueda". No se acercó nadie aun que quiera militar por el cargo o para hacer carrera política. A ese o esa le decimos que acá se equivocó de lugar. Los militantes y las organizaciones somos instrumentos no fines en sí mismo.
APU: ¿Qué mirada tiene sobre lo que está pasando a nivel regional? El ascenso de Bolsonaro, la intervención en Venezuela…
GC: Macri, Bolsonaro y Trump instalaron la idea de que la Venezuela gobernada por Maduro necesita ayuda humanitaria. Nosotros estamos convencidos de que la imagen que se vio en Constitución, la de una jubilada intentando recoger del piso una berenjena en el marco de la represión a los trabajadores campesinos muestra que Macri se debería ocupar de la ayuda humanitaria que necesita la Argentina hoy. Hay acá, hoy, viejitos y viejitas que no comen carne ni verduras, y niños y niñas sin leche. En vez de estar metiéndose en la política de países extranjeros, hagan ayuda humanitaria acá. Macri, Bolsonaro y Trump me da que son los típicos buchones que buscan siempre chivos expiatorios para evadirse de los problemas internos de los países que si gobiernan. Si gana Cristina en Argentina, se rearma un bloque regional para enfrentar la revancha neoliberal y racista en nuestra América. Además, tengo un deseo como hincha de San Lorenzo: Cristina volvé, queremos otra Libertadores (se ríe).