Francia: crónica de la represión a la prensa en el día del trabajador
Por Solange Idalgo (desde Francia)
La tradicional marcha por el “Día del Trabajo” en Francia, liderada históricamente por la Central General del Trabajo (CGT) comenzó el pasado miércoles a las 13 hs. en el Boulevard Montparnasse, a pesar de los rumores que ubicaban al Pantheon como punto de encuentro. Autoconvocados de Francia, España, Italia, Alemania y Portugal eligieron celebrar y manifestarse junto al movimiento “chalecos amarillos” pero en el trayecto hacia Place d’Italie se vieron cercados por efectivos policiales, lo que desencadenó actos de violencia por parte de los “black blocs”.
Un gran despliegue policial organizado por el Ministerio del Interior y la Compañía Republicana de Seguridad (CRS), instaló más de 7.000 efectivos desatando la furia de los manifestantes que, cansados de la respuesta represiva del presidente Macron y el ministro del interior Castaner, se enfrentaron con las fuerzas e incendiaron contenedores de basura públicos.
A las 15 hs. la marcha es liderada por la marea amarilla al grito de “revolución , revolución” mientras tanto la CGT y la Federación Sindical Unitaria (FSU) deciden alejarse de la violencia policial comandada por granadas de dispersión y lacrimógenas. Para las 16 hs. el descontrol toma las calles de Montparnasse, periodistas y manifestantes pacíficos son reprimidos con gases lacrimógenos en la Rue Peguy. Los semáforos y monopatines eléctricos incendiados sobre el Boulevard de I’Hopital acrecientan la tensión entre policías y grupos de manifestantes vestidos de negros llamados “black blocs”. A esta altura son 200 los detenidos (cifra del Ministerio del Interior) y más de 100 heridos asistidos por médicos socorristas de París.
La marcha se dispersa y un grupo se dirige a la Place de la Bastille donde es incendiada una garita de construcción pública y varios locales son destruidos. Un centro de estética es saqueado para utilizar como barricada un sillón y sillas de madera que luego son incendiados frente a la policía que llega montada a caballo desde el norte de la ciudad para dispersar a la multitud.
Se registraron más de 50 camiones hidratantes en las cercanías del Jardin du Luxembourg, los bomberos actuaron rápidamente sobre todos los focos incendiados, entre ellos un banco francés. Mientras tanto la policía rodea la periferia con controles de identidad y requisas a toda persona que transite la zona.
La seguridad autogestionada de los “chalecos amarillos” destaca el compañerismo con el que este colectivo actúa como así también la templanza frente al caos que protagonizó la celebración de este 1 de mayo.
“La violencia es siempre una reacción al comportamiento de la policía. La violencia que tuvimos en esta manifestación se debe a que hay personas que decidieron practicar el método black bloc: vestirse de negro y confrontar con las fuerzas del orden en respuesta a la violencia estatal”, dice a la AGENCIA PACO URONDO un “chaleco amarillo” en silla de ruedas.
“El nuevo prefecto policial es un desquiciado que tiene reputación de sádico, hoy tuvimos una represión desigual, fue muy intenso y violento por parte de las fuerzas del orden. Vamos a tener que organizarnos para responder”, manifestó Camille de 20 años estudiante de ciencias políticas.
La jornada protagonizada por “black blocks” y “chalecos amarillos” dejó un claro mensaje al gobierno de Macron. Pasadas las 19 hs. los manifestantes bailaron por su victoriosa concentración en la Place d’Italie al ritmo del cántico “acá estamos por el honor de los trabajadores y por un mundo mejor, mismo si Macron no quiere acá estamos”.