Tecnología, control y dominación: el archivo Marcuse abierto
Por Gito Minore
“La tecnología, como un modo de producción, como la totalidad de los instrumentos, aparatos e inventos que caracterizan la edad de las máquinas, es así al mismo tiempo un modo de organizar y perpetuar (o cambiar) las relaciones sociales, una manifestación del pensamiento prevaleciente y los patrones de comportamiento, un instrumento para el control y la dominación”.
Escrita en 1941, pero de una potencia capaz de seguir reverberando en la actualidad, esta sentencia abre el artículo “Algunas implicaciones sociales de la tecnología moderna”, con la que Herbert Marcuse pone al descubierto los vínculos y ligazones entre tecnología y control social. Veta a la que le dedicará muchos de sus esfuerzos a lo largo de su vida.
Tras la llegada de Hitler al poder, el filósofo alemán, miembro del Instituto de Investigación Social (la famosa Escuela de Frankfurt) emigró a los Estados Unidos, donde se reencontró con el resto de la diáspora intelectual. Pero una vez allí, las cosas se pusieron complicadas. Los recortes presupuestarios que sufría el Instituto y algunas diferencias con el resto del grupo lo llevaron a trabajar para el gobierno de los Estados Unidos, en la Agencia de Inteligencia de la Oficina de “Información de Guerra”. Allí, tal como se lo relata en una misiva del 11 de noviembre de 1942 a su amigo y director Horkheimer, su función será “hacer sugerencias sobre ‘como presentar el enemigo al pueblo estadounidense’ en la prensa, películas, propagandas”.
Sin embargo, estuvo lejos de abandonar sus intenciones teóricas originales. Su trabajo en la Oficina con informes y materiales empíricos e históricos, le ofreció una plataforma para construir en esos años los pilares fundamentales de su pensamiento.
Tecnología, guerra y fascismo, abre los archivos del filósofo y en casi 400 páginas nos brinda una parte sustancial de ese arduo proceso en silencio. Editado por Douglas Kellner (quien fuera su discípulo y un ferviente promotor de las ideas de la Escuela de Frankfurt) el libro trae una serie de ensayos inéditos sobre la tecnología moderna, el nacionalsocialismo y las teorías del cambio social que escribió durante su último período dentro del Instituto, (textos donde se destaca la importancia del trabajo interdisciplinar con Franz Neumann); los análisis del fascismo alemán realizados durante su trabajo con el gobierno norteamericano; y una serie de escritos de la posguerra sobre sus posturas teóricas, políticas y estéticas. A su vez, el volumen trae la correspondencia que mantuvo con Horkheimer y unas cartas cruzadas con Martín Heidegger, donde discuten la relación de este último con el nazismo.
Publicado originalmente en el año 2001, este libro es el primer título de una obra de 6 tomos, que descataloga un archivo más que generoso.
Una obra que demuestra la vigencia de un pensador que criticó la tecnología moderna y metió el dedo en la llaga del vínculo entre esta y las nuevas formas de sociedad. Una sociedad donde “el hombre corriente difícilmente se preocupa por algún ser viviente con la intensidad y persistencia que demuestra por su automóvil”.