Torturas y abuso sexual en una comisaría de la provincia de Buenos Aires
El Centros de Estudios Legales y Sociales emitió un comunicado relativo a la denuncia de más de veinte mujeres que sufrieron torturas y fueron abusadas sexualmente en una comisaria de La Matanza, en la provincia de Buenos Aires.
“Según surge de la denuncia realizada por la Comisión Provincial de la Memoria y la Defensoría de Casación Provincial, el 19 de diciembre y el 5 de enero las mujeres sufrieron torturas, golpes, requisas vejatorias, abuso sexual y otras formas de humillación por parte de efectives policiales”, señaló en un comunicado el Centros de Estudios Legales y Sociales
Además, el organismo añadió: “En los hechos participó el Grupo de Apoyo Departamental (GAD) que funciona como cuerpo de requisas en el ámbito policial. Luego de estos abusos, las fuerzas de seguridad las confinaron en aislamiento y les restringieron el contacto con familiares para que no pudieran relatar lo que les había pasado. La comisaría en la que sucedieron estos hechos aberrantes es la n°3 de La Tablada, una de las veinte dependencias sobre la que pesa una medida cautelar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que sea clausurada por las graves condiciones de detención y el riesgo para la vida e integridad física y psíquica que implica el alojamiento en esos lugares”.
Por otro lado, el texto confirmó que si bien el Poder Judicial provincial aceptó un Habeas Corpus en favor de las mujeres su intervención no garantizó que lo instrumentaban “las primeras medidas que son obvias y urgentes en cualquier procedimiento para preservar las evidencias de las torturas, tampoco priorizó las medidas de cuidado de la salud de las detenidas”.
“En los últimos años el uso de comisarías como lugar de detención permanente en la provincia de Buenos Aires se intensificó hasta llegar a una situación insostenible. Hoy más de 3800 personas continúan allí alojadas en condiciones inhumanas. En 2017 y 2018, diecisiete personas murieron en incendios de calabozos en Pergamino y Esteban Echeverría. Las comisarías son además espacios con escaso control y monitoreo, lo que aumenta la posibilidad de hechos de violencia de parte del personal policial y entre les detenides. Las mujeres detenidas en comisarías están en una situación de especial vulnerabilidad por el tipo de abusos y violencia de la que son víctimas”, subrayó el Cels