Sistema previsional: jubilaciones de privilegio y los debates de fondo
Por Aldo Duzdevich | Fotografía Carlos D. Pérez
Quien escribe pasó nueve años en Anses como funcionario en distintas áreas. Eso no me hace un experto previsional; pero si, logre entender la lógica de nuestro sistema jubilatorio. Hace poco escribí una nota sobre la problemática general del sistema, pero hoy quiero referirme a la discusión sobre las jubilaciones de leyes especiales (así se llaman técnicamente) de la justicia y la diplomacia.
Estos días escuchamos por los medios una catarata de llantos desconsolados de miembros de la justicia y la amenaza de renuncias masivas de jueces porque el gobierno pretende modificar su ley especial de jubilaciones. La verdad, la reforma enviada al Congreso no deroga ninguna ley de privilegio, sino que solo hace, algunas pequeñas correcciones que van a afectar muy poco el bolsillo de los miembros del poder judicial.
Sistema de solidaridad intergeneracional
Paso a explicar por qué. El nuestro es un sistema de solidaridad generacional. Significa que la generación activa con sus aportes sostiene a sus padres y abuelos que han ingresado al sistema jubilatorio. Los orígenes del sistema, datan del “estado de bienestar” en la década del 40. En esa década la expectativa de vida no superaba los 50 años. Recién en 1960 subió a 61 años. Hoy el promedio es de 76 años ( 80 mujeres, 73 hombres). Cuando nació el sistema tenía una base piramidal muy ancha. Es decir había muchos trabajadores activos para sostener a los pocos que superaban los 50 años de vida.
Cómo se financia
Los recursos propios del sistema previsional son los aportes (patronales) y contribuciones (empleados) . En el sector privado el trabajador aporta el 11% y el empleador el 12%. En el estado es mas o menos lo mismo, en algunos regímenes especiales el aporte sube al 12 o 13 %.
Veamos en un ejemplo simple de como debería funcionar el sistema. Supongamos un bancario que hoy gana 100 mil pesos mes. Su aporte son $11.000 mes y las contribuciones patronales $12.000, entre ambos suman $23.000. Si le pagásemos el 82% móvil, cobraría un haber de $82.000. Entonces deberíamos tener al menos cuatro activos con el mismo sueldo para sostenerlo. Pero, la realidad es que el trabajador en edad de jubilarse suele tener mayor salario que los que ingresan. Por lo tanto el numero de aportantes deberá ser mayor.
Cantidad de jubilados y aportantes
Se considera un número óptimo tener seis trabajadores activos por cada jubilado. Pero, ¿cuántos tenemos hoy? Aproximadamente 1,7 activos por cada jubilado.
Hay 6,9 millones de jubilados y 11,7 millones de aportantes. La relación es de 1,7 activos por cada jubilado. Los aportes y contribuciones representan aproximadamente el 50% de los recursos.
El otro 50% ingresa de un porcentaje de distintos impuestos: IVA, combustibles, cigarrillos, débitos bancarios y dólar solidario. Cuando alguien hace una compra de alimentos, cigarrillos o carga nafta también esta haciendo aportes al sistema previsional.
El 62% del Presupuesto Nacional
El otro dato importante a tener en cuenta es el volumen del gasto previsional. En el presupuesto 2020 esta previsto un gasto previsional de 3 billones de pesos, exactamente el 61,9% del total del gasto de todo el estado nacional. Traducido (con un dólar de $60) unos 50 mil millones de dolares.
Por lo tanto cualquier aumento por modesto que sea de los haberes jubilatorios tiene un impacto enorme sobre el presupuesto nacional y hay que buscar de donde se obtienen esos recursos.
Para tener una idea de los recursos necesarios, podemos mencionar que las retenciones a las exportaciones de soja: son aproximadamente 9 mil millones de dolares; y, si se aumentan el 3% previsto, serían solo unos 900 millones más.
Las jubilaciones del Poder Judicial
Era necesario explicar el sistema general para poder comprender que sucede con las leyes especiales del la justicia y la diplomacia.
En el Poder Judicial tenemos 17600 trabajadores activos (entre jueces y funcionarios) que aportan el 12% de su salario, en promedio 32 mil pesos cada uno. Y 7000 jubilados que perciben en promedio 289.000 pesos.
Es decir que la relación es de 2,5 activos por cada jubilado. Veamos la ecuación aportes-haberes jubilatorios: $32.000 por 2,5 nos da $80.000 de contribuciones genuinas. Pero a eso hay que sumarle lo que aporta el estado en su rol patronal, otro 12%, unos $80.000 mas. Juntos aportes y contribuciones suman $160.000 bastante lejos de los $289.000 que cobran en promedio los jubilados del sistema. Entonces tenemos un déficit de $129.000 por cada jubilado judicial.
La “maniobra expropiatoria” del gobierno
La verdad que los cambios propuestos en el proyecto de ley, están muy lejos de derogar los beneficios de la ley. Hablando en el lenguaje judicial podríamos caracterizarlos como “lesiones leves” al régimen de privilegio. Veamos.
La mas importante es subir las contribuciones del 12 al 18 % . Significa que un sueldo de 265.000 en lugar de aportar $32.000 pasa a aportar $47.000. Volviendo a la cuenta anterior, multiplico por 2,5 aportantes me da $117 mil, mas los $80 mil que aporta el estado, son $197 mil . Todavía faltan $92 mil para llegar a los $289 mil de haber jubilatorio promedio del sistema.
En realidad para llegar al punto de equilibro habría que aumentar el descuento del 12 al 32% . Esto seria casi confiscatorio.
Las otras dos medidas propuestas son subir paulatinamente la edad mínima de los hombres de 60 a 65 años. Otra medida que tampoco afecta mucho; la mayoría permanece en el cargo hasta el tope de 75 años. Recordemos el caso de Carlos Fayt jubilado recién a los 97.
Y la frutilla de las “lesiones leves” es que se mantiene el 82% , pero en lugar de calcularse sobre el último haber se calcula sobre el promedio de sus últimos 10 años.
¿Cuál será el derecho más importante a tutelar?
En verdad la problemática de los jueces y diplomáticos es la misma de todo el sistema previsional nacional. Los recursos propios no alcanzan, ni van a alcanzar, salvo que se establezcan aportes confiscatorios para el salario de cualquiera. Hay que repensar un nuevo sistema previsional. Y, obviamente que hay que pensar de donde obtener mas recursos y allí sí tendrá que involucrarse la justicia. Un sistema judicial cuyo principal valor es la defensa del derecho a la propiedad privada, sin ningún tipo de limite social, es incompatible con sostener las jubilaciones de los jueces, y las de los otros 6,9 millones de argentinos.