Préstamos al 24%: otra odisea para las pymes

Por Martín Massad

El jueves 26 de marco el BCRA emitió una norma que tiene como objetivo ayudar las pymes para que las mismas puedan cumplir con el pago de haberes. La resolución obliga a los bancos a prestar dinero a una tasa no superior al 24%. Sin embargo transcurridos diez días las empresas encuentran dificultades para conseguir la financiación que les permita salir adelante en la situación de estancamiento que se encuentran debido a la pandemia de Covid-19 que afecta a nuestro país.

Ante el requerimiento de los clientes los bancos aducen que el BCRA todavía no ha implementado “de qué manera la entidad financiera va a garantizar los préstamos”. Sin embargo el presidente, Alberto Fernández, en la entrevista que dio ayer al portal El Cohete a la Luna, dejó bien en claro “que existe ese garante y que es el estado”. En ese sentido Fernández se mostró confiado y afirmó que “espera que el lunes los bancos no pongan más excusas y empiecen a dar los créditos”. Además sentenció que “la paciencia se está acabando porque las empresas no pueden pagar los sueldo”.

Transcurridos dieciocho días desde el inicio de la cuarentena obligatoria dictada por el gobierno la mayoría de las pyme han visto reducida su capacidad de recaudación a niveles casi nulos, por ende se les está haciendo muy difícil poder cumplir con sus compromisos. Los rubros más castigados son el gastronómico, el hotelero y el de espectáculos ya que tiene inhabilitados sus lugares de atención. La situación para ellos es de extrema vulnerabilidad ya que sus ingresos dependen del consumo interno. Por eso ente la gravedad de la situación “necesitamos poder tomar los préstamos lo antes posible para poder afrontar los pagos de sueldos del mes de marzo”, afirmó un importante empresario del rubro.

En los próximos días se verá si realmente los bancos acatan la disposición del BCRA o si siguen dilatando la exigencia que su titular Miguel Pesce les impone. En el medio están las pyme un sector que fue muy castigado durante el macrismo, que priorizó la especulación financiera a la producción.