Economía, ¿cómo avanza el gobierno respecto de la especulación financiera?
La difícil situación por la que atraviesan las pymes a causa de la pandemia por el covid-19 ha dejado en descubierto el grado de especulación del sistema financiero argentino. La muestra más acabada de ello es la reticencia que muestran los bancos para otorgar préstamos al 24%.
Las pequeñas y medianas empresas son, en nuestro país, la más grande fuente de empleo, más allá de las grandes corporaciones y las multinacionales. Esta supremacía que tienen las pymes respecto a las empresas de mayor talante queda reflejada en los datos estadísticos: las pymes emplean el 70% de la mano de obra, lo que demuestra la importancia que tienen en la confección del entramado económico social de nuestro país. Hoy la mayoría de ellas (según datos del 2019 existen 853.886 en nuestro país), están en una situación realmente complicada. Muchas de ellas no sobrevivieron al macrismo y las que si lo pudieron hacer tienen sus cuentas en rojo con incapacidad para poder pagar los haberes de sus empleados ni los compromisos adeudados. Con la capacidad productiva en índices por debajo del 50%, la necesidad de contar con créditos blandos, con tasas no usurarias es un dato inminente. Para ello, el gobierno, a través del BCRA dispuso una línea de préstamos al 24%, una tasa subsidiada y con el respaldo del Estado que los bancos privados están demorando en implementar, según explican los voceros de los distintos sectores que nuclean a las pymes.
El gobierno apuesta a financiar la producción
En plena campaña rumbo a las elecciones presidenciales de 2019, Alberto Fernández hizo mención, más de una vez a que su gobierno iba a combatir la especulación financiera en poz de la producción. Así lo anunció en su exposición en la Unión Industrial Argentina (UIA) en noviembre de 2011 cuando afirmó que "después del 10 de diciembre va a venir algo mejor", y aclaró que su futura gestión iba a "hacer todo lo contrario a lo que está pasando ahora: vamos a ayudar a los que producen y vamos a poner en marcha la economía".
Las buenas intenciones del actual presidente no entraron en acción de manera inmediata luego de la asunción en diciembre de 2019. En el horizonte cercano estaban los vencimientos de la deuda externa imposibles de pagar y por ende las negociaciones pertinentes para poder salir de tal encrucijada. Una vez resuelto este tema primordial, entonces si sería el momento de poner en acción la economía con horizonte en la producción, la reactivación del mercado interno y la puja para fomentar las exportaciones que pudieran nivelar la balanza comercial con ingreso de dólares. Siendo estos tan necesarios para una economía que opera en pesos pero que está endeudada en miles de millones de dólares.
Otro de los temas que el presidente mencionó en más de una oportunidad es el referido a la especulación financiera que ejercieron los bancos respecto del BCRA durante el macrismo con la emisión de leliqs. Un instrumento que la entidad monetaria utilizó para financiarse a tasas exorbitantes que rondaron el 80%, hasta la llegada del Frente de Todos al gobierno. En una entrevista concedida al “Cohete a la Luna”, Fernández dejó en claro su posición respecto a las maniobras especulativas en las que quedó inmerso el BCRA durante el gobierno de “cambiemos”.
Sobre este mismo tema y en una entrevista con Horació Verbistky, publicada ayer en el portal antes mencionado. el ministro de Hacienda, Martín Guzmán también hizo mención a la especulación financiera y aclaró que “necesitamos hacer un número importante de reformas y ese es el camino que emprendimos” y agregó: “Apuntamos a tener un sistema financiero que funcione de una manera distinta, con bancos que tengan otras reglas de juego, con condiciones monetarias y financieras distintas”.
En cuanto a una posible reforma de la ley de entidades financieras Guzmán argumentó que “el principio básico es que tengamos un sistema financiero que canalice los ahorros de la gente en inversión y no los use para especular y generar renta financiera”. Con esta frase del ministro queda clara la posición del gobierno respecto a cuál es el rol que deben cumplir los bancos dentro de la economía tan castigada de nuestro país. El acento estará puesto en modificar la ley que data del año 1977, año en que gobernaba la junta militar comandada por Videla y que tenía como máxima autoridad en materia económica a Martines de Hoz.
Respecto a la vetusta norma que lleva escrita cuarenta y tres años, en su capítulo tres hace mención a los “bancos de eversión”. En ninguno de los puntos incluidos dentro del apartado la norma hace mención a la inversión productiva. Por el contrario, en el punto F dice que los bancos estarán habilitados a “efectuar inversiones de carácter transitorio en colocaciones fácilmente liquidables”, lo que habilita a poder hacer y deshacer inversiones de acuerdo a como los mercados impongan que instrumento financiero resulte más atractivo para la especulación financiera.
Señales que indican el camino
Las primeras señales que dio el gobierno con respecto a las entidades de servicios financieros fue la reducción de la tasa de interés para la financiación de las tarjetas de crédito. La misma tuvo una disminución de más de 25 puntos porcentuales respecto a la que se aplicó hasta 2019, cuando el costo financiero para los plásticos superaba el 100%. Otra de las apuestas que hizo el gobierno fue la de liberar los encajes de los bancos para que los mismos puedan prestar más. La última medida fue para que esos préstamos fueran para las pymes a una tasa del 24%. Ya han transcurrido dos meses desde esa medida, sin embargo, por ahora, pocas empresas han podido acceder a la financiación.
El gobierno ha abierto un frente de batalla que tiene del otro lado a las entidades financieras que aún actúan bajo el paraguas de una ley del proceso. Es hora de revisar las condiciones con las cuales operan los bancos y demás especuladores, es el momento, como dijo el ministro Guzmán de imponer “distintas condiciones financieras”.