Desafíos del sistema científico post-pandemia
Por Marcelo M. Mariscal*
La crisis causada por el coronavirus ha producido disrupciones en nuestra sociedad de una dimensión inimaginable hace tan sólo unos meses atrás, nos ha impuesto nuevos desafíos como comunidad, pero en particular como comunidad científica, la que resultó mostrar una capacidad de reflejos rápidos para dar respuestas en unas pocas semanas. Sin embargo, tan importante como estas arduas acciones cotidianas es la mirada hacia el futuro, tanto en el sistema de educación superior como en la investigación científica post-pandemia ya que creemos que el sistema de ciencia y tecnología es un instrumento de transformación, donde reside una parte importante del conocimiento, y en definitiva es este conocimiento el que se transforma en soberanía.
Con esta perspectiva, en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba, organizamos el pasado 2 de julio un seminario virtual con el Roberto Salvarezza, Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.
En el seminario virtual el Salvarezza invitó a revisar la situación del sistema científico-tecnológico nacional en los últimos años para poder reflexionar luego sobre los nuevos desafíos que se le plantean post-pandemia. El ministro sostuvo que “para poder pensar un escenario de post-pandemia es necesario reflexionar primero de la situación del sistema científico pre-pandemia y durante el desarrollo de la pandemia”. En tal sentido, Salvarezza reflexionó sobre cómo era la situación del sistema científico-tecnológico pre-pandemia, y para ello lo dividió en diferentes periodos. Recordó que para el año 2003 la inversión en CyT era de 0,4 % del producto bruto interno (PBI), con un PBI aproximado de 200.000 millones de dólares. En aquel momento la Argentina tenía del orden de 1,4 investigadores por cada mil habitantes de población económicamente activa (PEA).
En el período 2003-2015 se elevó la inversión en CyT desde el 0,4 al 0,7 % del PBI, pero cabe recordar que el mismo era de alrededor de 650.000 millones de dólares para el final del período, lo que representó sin duda en un aumento sin precedentes de la inversión del estado en el sistema científico. Para el año 2015 Argentina pasó a tener 3 investigadores por cada mil habitantes de PEA. “En este período el país comenzó a demostrar que era capaz de mucho, como por ejemplo vender reactores nucleares, poner satélites en órbita y desarrollar sus propias semillas”, recordó Salvarezza.
En los últimos cuatro años, sin embargo, se sufrió un gran retroceso en materia de Ciencia y Tecnología, dato que es compartido hoy por prácticamente la totalidad del sistema científico. La inversión en CyT se retrajo hasta un 0,5 % del PBI, lo que se traduce en una pérdida real de inversión del orden de los 800 millones de dólares.
El período que comenzó en diciembre de 2019, con la restitución del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (degradado a Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva en septiembre de 2018) parece venir con otra tónica, viene a recuperar la idea en la que la CyT son pilares fundamentales para el desarrollo del país y que debe constituirse en vector fundamental del desarrollo nacional, tal cual lo estableció el propio presidente de la Nación en su discurso de asunción en el caluroso 10 de diciembre de 2019.
El ministro expresó que, en los primeros meses de gestión en el restituido Ministerio, mostraron gestos concretos para recuperar parte de lo perdido, como lo fue el programa de recuperación de los estipendios de becas, el incremento del 25% de los montos de los proyectos PICT 2020, el incremento en el número de vacantes para el ingreso a la CIC del CONICET, entre otros. “De alguna manera empezamos a recorrer un camino de reconstrucción del sistema, pero... nos llegó la pandemia” dijo Salvarezza.
La pandemia de algún modo ha venido a ser una especie de ejercicio de lo que puede llegar a hacer un sistema de CyT de calidad. El ministro hizo un recorrido por las principales acciones realizadas por el flamante Ministerio, como la creación de la Unidad Coronavirus coordinada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) junto con el CONICET y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i).
Esta Unidad generó acciones para el desarrollo de kits de diagnóstico de COVID19, acciones articuladas entre laboratorios del sistema científico-tecnológico y empresas de base tecnológica nacionales. Contó también que el MINCyT participó junto a Jefatura de Gabinete de Ministros en el desarrollo de la aplicación informática de autoevaluación de síntomas de COVID19 para el Ministerio de Salud de la Nación. Por otro lado comentó sobre las diferentes herramientas que se pusieron a disposición desde el Ministerio, entre las que se destacan sin duda la convocatoria de la Agencia para financiar proyectos realizados por investigadoras e investigadores del sistema de ciencia y tecnología y por empresas de base tecnológica nacionales que ya cuenten con un grado de avance significativo en la detección rápida del COVID-19 o que presenten iniciativas que puedan desarrollarse en corto plazo, de la cual en nuestra facultad fueron seleccionados cinco proyectos.
También comentó sobre el Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19 el cual ha permitido articular las capacidades locales del sistema científico tecnológico nacional con los gobiernos provinciales (incluyendo a sus municipios) y CABA.
Al final del seminario virtual el ministro dio señales claras de cuál es la misión que se ha fijado para el escenario post-pandemia. Habló de la necesidad de generar proyectos por misión, donde se convoque a laboratorios del sistema científico (desde ciencias básicas a más aplicadas) para resolver problemas concretos, algo de enseñanza que nos está dejando esta pandemia.
Remarcó, que una de las características de este nuevo Ministerio va a ser la apertura, sabiendo que tiene que atender a la comunidad científica, porque en definitiva es el motor, pero que tiene que estar conectada, articulada, para no quedar encerrada en sí misma. “Entendemos que tenemos que financiar a toda la ciencia, sea cual sea la temática que están investigando., porque nadie puede prever (y la pandemia es un ejemplo) que es lo que uno necesitará en el futuro. Tenemos que tener un sistema de ciencia lo suficientemente fuerte y flexible para responder a necesidades concretas” reforzó el ministro.
Las señales son claras, una apuesta fuerte por la CyT, un Ministerio sosteniendo, mediante diferentes instrumentos, la investigación científica pero también pensando en trabajar articuladamente con otros Ministerios y entes en grandes proyectos nacionales que tengan metas concretas.
Finalmente, Salvarezza expresó a la comunidad científica cordobesa que lo escuchaba muy expectante: “Una de las características que quiero imprimir a este nuevo Ministerio es salir al interior del país, poder discutir, intercambiar opinión, escuchar a la comunidad científica, una modalidad que habíamos implementado bien cuando estuve como presidente del CONICET y que estamos haciendo en este momento…”
*Investigador Principal del CONICET / Vicedecano de la Facultad de Ciencias Químicas, Universidad Nacional de Córdoba.