Coronavirus: 120 millones de personas cayeron en la pobreza por la pandemia
Por Juan Cruz Guido
La epidemia del coronavirus Sars Cov-2, que comenzó a esparcirse por el mundo durante el comienzo de 2020 para convertirse en pandemia global para marzo de ese año, no solo dejó un tendal de contagios y fallecidos por la COVID-19, enfermedad en la que deviene el virus. También generó una crisis económica sin precedentes. Alteró todos los modos de consumo, sumado a los confinamientos, cuarentenas, que volvieron a ser el tratamiento preventivo más difundido y recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Las principales economías del mundo se pararon, el turismo se volvió una actividad de riesgo y el transito mundial globalizado sufrió una fuerte mella por un virus de alta contagiosidad, que hoy sabemos encuentra territorio fértil en el contacto intra persona. Una bomba social para el siglo XXI globalizado.
El síntoma, utilizando terminología hoy tan difundida, más notorio no solo fue el parate formal de las actividades productivas. Los capitales financieros, especulativos, apostaron al oro como hace décadas no se veía, en una actitud tan milenaria como la misma cuarentena. Los capitales espantados se refugiaron en la piedra preciosa para no sufrir los riesgos de una economía volátil y sin perspectivas concretas. De vuelta, lo peor del capitalismo: acumulación y desigualdad. En este caso fondos saliendo del sistema para blindarse de las devaluaciones, emisiones y demás vaivenes del 2020.
Así crujieron economías gigantes como los Estados Unidos, los principales países de Europa, pero como siempre las grandes consecuencias, y las más profundas, se vivieron en la periferia. Un informe del Banco Mundial acaba de poner en números lo que cada una de las naciones periféricas vivió de manera estrepitosa: el aumento de la pobreza.
Según se desprende del informe presentado por consultores de la institución financiera dependiente de las Naciones Unidas (ONU), la cifra, si se toma enero de 2020 (cuando la epidemia ya empezaba a mostrar un prólogo en China) con enero de 2021, la cantidad de personas que cayeron en la pobreza es de 120 millones de personas. La estimación toma como línea de pobreza 1,90 (un dólar, noventa centavos de dólar) diarios. Si se toma 3,20 centavos de dólar, la cifra escala a los 200 millones de personas.
La situación que enciende las alarmas del Banco Mundial es que a pesar de que la vacuna es un hecho y muchos países han comenzado con la vacunación masiva, la tendencia producto de la pandemia continuará durante este 2021 en el que la institución estima que el número sume, en el escenario más optimista (es una previsión en este caso), 60 millones de personas.
Los números fríos y escalofriantes que muestran el lado B de la pandemia, quiebran una tendencia histórica de más de 20 años (desde la crisis asiática de 1998) de crecimiento global. Otro debate sería en torno al crecimiento paralelo de la desigualdad. Pero, de todas maneras, según las cifras del Banco Mundial la salida de personas de la pobreza, el saldo positivo, se había consolidado luego de la crisis de 1998, que todavía mostró secuelas en 1999. El gráfico explica la cantidad neta de personas que han salido de la pobreza extrema si eran pobres el último año o si por el contrario cayeron en la pobreza extrema y el año pasado no lo eran. El resultado es alarmante.
El informe pone en números lo que cada país, en particular y con mayor profundidad en la periferia, sufrió en materia social. También es una alerta global sobre la importancia de impulsar una vacunación justa y pareja en todas las naciones, para intentar morigerar los daños ya previsibles que nos depara el 2021.