Cristina let it be, a Axel "déjalo ser"

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    Axel Kicillof_Daniela Morán
    Foto: Daniela Morán
PERONISMO EN DEBATE

Cristina let it be, a Axel "déjalo ser"

31 Marzo 2025

“Let it be” es el título de una hermosa canción de los Beatles, que los setentistas escuchamos en nuestra juventud, y supongo que los jóvenes actuales también, porque los Beatles gozan del brillo de la eternidad. 

“Let it be” es también el título de su último álbum  grabado en 1970, poco tiempo antes de su disolución como grupo. Hoy su música sigue sonando tan hermosa como hace 50 años, porque las grandes obras y los grandes intérpretes, no necesitan seguir inventando un tema nuevo cada año para que su arte se convierta en inmortal.  

Perón decía que la conducción es un arte y, en esto, las y los dirigentes políticos también sienten la pulsión de que sus obras perduren en el tiempo.   

No voy a ser original si digo que el espacio político, llamado kirchnerismo-peronismo, está en una profunda crisis con riesgo de ser terminal. En la última elección, sectores populares que tradicionalmente nos votaban, en especial los más jóvenes, nos dieron abruptamente la espalda. 

Salvo provincia de Buenos Aires, perdimos todas las provincias más pobladas, y en las pocas que ganamos ninguno de sus gobernadores participa de la nueva conducción nacional del justicialismo. 

La ausencia de una conducción abarcativa y de nuevas ideas para ofrecerle a la comunidad nos deja apostando exclusivamente al estallido y fuga en helicóptero del actual gobierno. Debacle que entusiastas y voluntariosos vienen prediciendo desde el 10 de diciembre del 2023. Incluso algunos que creen anticiparse, sueñan con jugadas de ajedrez que terminan en la presidencia de Villarruel o Pichetto que “mandaran al destierro a los anarco capitalistas y nos abrirán las puertas del gran reencuentro peronista”. 

Pero, mientras “comemos pochoclo” esperando el helicóptero que nos salve de tanta maldad, se aproximan fechas electorales, que, si el helicóptero sigue sin nafta, puede ser que la tragedia llamada Milei en 2027 permanezca cuatro años más. 

Entiendo que en la cabeza de alguna dirigencia de este espacio, esta situación la ven inevitable, y se preparan para “resistir con aguante” seis años más. Para eso piensan en armar un partido testimonial con candidatos a legisladores provinciales y nacionales que pasen la prueba de sangre de obediencia debida. 

Pero, si como muchos pensamos que primero está la Patria, y creemos que nuestra Patria no merece seguir con este gobierno cipayo y entregador, debemos proponernos llegar al 2027 con una propuesta electoral que tenga chance de dar pelea y no quedarnos en esa conformidad intelectual de “perdemos pero tenemos la razón”. 

Para dar esa pelea necesitamos nuevos liderazgos abarcativos con capacidad de conducir el conjunto y abrir el diálogo hacia otras fuerzas políticas y sociales. 

Perón decía que en política hay que llevarlos a todos, “porque si me quedo solo con los buenos, los buenos son muy poquitos y en política con poquitos no se puede hacer mucho”. Los “buenos”, ya sabemos quiénes y cuántos son. Los demás, si no somos directamente “malos”, al menos somos sospechosos de serlo.

Algo que en general cuesta entender de la política, que es un juego de opciones, no existe la elección. El “pongamos un candidato que reúna tales y tales condiciones...entonces si”. Nunca fue así. Siempre tenes el candidato A , B o C. Como no es el hombre o la mujer con la que te vas a unir en matrimonio para toda la vida, no podes seleccionarlo por Tinder y tenes que optar entre A, B, o C. 

El espacio kirchnerismo-peronismo lamentablemente no tiene tantas opciones para ofrecer. La que mayor adhesión conserva sin dudas es Cristina. Pero la historia ya nos enseñó que por más operativo clamor que se haga, finalmente Cristina va a declinar para señalar a Sciolli, Alberto, o Massa aunque después se arrepienta y diga que en realidad su corazón estaba en otra parte. Y Cristina va a declinar porque tiene claro que su música ya no suena como antes, y sus niveles de adhesión aunque importantes, no le alcanzan para ganar la presidencia. 

Y si no es Cristina ¿a quien tenemos? preguntan los compañeros. Y aquí la respuesta surge mas clara, contundente y esperanzada, tenemos a Axel, dos veces gobernador de la principal provincia argentina.

Una figura joven, inteligente, buen administrador, que además “lo das vuelta y no se le cae una moneda”, tiene probada honestidad, una virtud bastante escasa en la política.

Entonces surgen los críticos: “no tiene sangre peronista” dirán algunos, “no se va a animar” dicen otros. Como dice la Biblia, hay un tiempo para cada cosa, y el hombre está transitando esos tiempos, con dignidad y firmeza. A mi modesto entender, Kicillof para ser el candidato competitivo en 2027 necesita dos cosas. 

Primero, cortar el cordón umbilical con Cristina. La sociedad ya no nos compra otro Alberto, un nuevo “chirolita” de Cristina. Ni nos compra que, 24 horas antes, Cristina señale con su dedo a un nuevo candidato del cual opine que “es fullero”, en el mismo momento de ponerlo en la cancha.

Lo segundo, y no menos importante, será que Axel y el espacio plural (más amplio que el que tenemos) elabore nuevas propuestas que rompan con el agotado discurso progresista que nos trajo hasta aquí. En esto, claramente podrá colaborar Cristina, que desde hace un tiempo viene haciendo replanteos en esa dirección, aunque la mayoría de su alrededor no la escucha. 

Este debería ser el cauce natural de las cosas, pero… Ya hace un año, en abril del 2024, el vocero extraoficial del espacio, Horacio Vertbiskty, dijo en su columna dominical que Axel era un nuevo Vandor y que podía tener el mismo destino (ya sin pólvora de por medio, claro). El año pasado al cierre de listas Cristina se refirió a Axel como Judas y Poncio Pilatos. Y a partir de allí se le declaró una guerra a veces abierta, a veces encubierta. 

Estamos llegando a una etapa de desenlaces. El gobernador Kicillof quiere desdoblar la elección provincial de la nacional. ¿Para qué? Para poder renovar la legislatura provincial con legisladores que acompañen su gestión. Y para demostrar a propios y extraños que tiene decisión de plantarse y decidir por sí mismo, sin que el dedo de Máximo le pueble las listas como vino haciendo hasta hoy. Y para plebiscitar su gestión, que le sirva de base propia para construir un nuevo liderazgo con vistas al 2027.

Pero… el bloque legislativo que responde directamente a las órdenes de Cristina quiere sacar una ley que obligue a realizar las elecciones nacionales y provinciales en simultáneo. Detrás de todo el palabrerío de argumentos lo único que se esconde es la decisión de Cristina y Máximo de disciplinar y hacer hocicar al joven rebelde Axel Kicillof. ¿Con qué finalidad? Nadie nos lo puede explicar. Algo tengo por seguro. Si esta apuesta de Axel camina y con la ayuda de todos los santos del cielo ganamos en 2027, no habrá persona más homenajeada y considerada por Axel, que Cristina Fernández de  Kirchner. 

A veces los grandes deben tener la sabiduría de grabar su última canción para hacerse eternos y no desgastarse buscando persistir, mezclándose en conflictos que huelen más a pequeñas rencillas que a grandes batallas. No voy a presumir de dar consejos, y menos a Cristina, a quien le reconozco todos los méritos que no son necesarios repetir. Pero esto es algo que escucho aún de la gente que más la quiere y defiende : “Dejalo ser”. Cristina a Axel “Dejalo ser”.