Odio y violencia antiperonistas: los pilotos que bombardearon Plaza de Mayo se refugiaron en Montevideo
Por José Luis Ponsico (*)
La historia argentina desde La Vuelta de Obligado (1845) siempre tuvo en Montevideo, Uruguay, un lugar para refugiados argentinos. Tiempo de "Unitarios" y "Federales". Mucho después, también se alojaron en el país vecino una veintena de pilotos de guerra, Fuerza Aérea y Armada que causaron la masacre del 16 de junio del 55. Hoy, la historia se repite como farsa: el operador judicial macrista Fabián Rodríguez Simón también pide su lugar como "refugiado" en la capital uruguaya.
Pero vayamos a la peor infamia que pudo generar el odio antiperonista en Argentina. En un mediodía gris, veintena de aviones Gloster Meteors, llamados "aviones de guerra", luego de una salida acordada en la Base Naval de "Punta Indio" y el Aerodrómo de Morón, bombardearon Plaza de Mayo, poblada con cientos de personas civiles, ajenas al escenario político donde la oposición impulsaba un golpe de Estado contra el gobierno del General Juan Perón. Corría el año 1955.
Días antes, en una multitudinaria manifestación de la Iglesia por Corpus Christi, distintos sectores expresaron su descontento con el gobierno peronista y la reacción agravó tensiones. Desde el arco político hubo varios dirigentes que impulsaron la denominada consigna de "Terminar con Perón".
Entre otros, tristemente recordados, Miguel Angel Zavala Ortiz, de la Unión Cívica Radical, línea "Unionista" (Ricardo Balbín siempre se diferenció de su colega "golpista") y Américo Ghioldi, ex conservador devenido en miembro del Partido Socialista y Alberto Banegas Lynch, influyente editor del diario "La Prensa", mayor medio opositor en ese momento. Desde la Armada, Francisco Manrique, referente de una oficialidad joven, acompañaba en la intentona golpista al contralmirante Isaac Rojas. Los vuelos de la muerte dejaron el trágico saldo de 366 muertos - todas personas inocentes; gente que cumplía actividades administrativas en el Centro- y más de ochocientos mutilados. Un horror.
En algo más de 45 minutos cayeron veinte bombas de trotyl sobre gente que huía despavorida en una carrera a cualquier lado. jornada con niebla, aviones que volaban bajo. Una película que veinte años más tarde hizo célebre a Francis Ford Cóppola en acciones bélicas: "Apocalysis Now".
Los pilotos, mayoría de oficiales de Fuerza Aérea y la Armada, con sub oficiales, formaban parte de la juventud "golpista". Varios nombres alcanzarían la "fama" 20 años más tarde como parte de la dictadura genocida: el Brigadier Osvaldo Cacciatore, Intendente de la Capital Federal, o Almirante Emilio Eduardo Masera, jefe de la Marina de Guerra. Nombres y apellidos que estuvieron "guardados" por décadas. Capitanes de Fragata: Noriega, De la Canal, Pérez, Gambier. De Corbeta: Richmond, Kelly, Moya, Gentile, Garavaglia, Sanguinetti, Kiernan, Mac Dougall, entre otros. La "Revolución Libertadora", después del golpe del 16 de septiembre del 55, indultó a los criminales.
Más de medio siglo después, la historia se repite como farsa menor. El ex hombre fuerte en la Justicia durante la gestión de Mauricio Macri (Fabián Rodríguez Simón) se encuentra alojado en un Apart Hotel, "cinco estrellas", en la zona residencial de Montevideo, mientras esquiva el pedido internacional de captura. La justicia argentina pidió su indagatoria. Rodríguez Simón, mientras, espera que Uruguay se exprese sobre su pedido de ser declarado "refugiado", un disparate legal.
Mientras, desde el macrismo cultural se entusiasman con la comparación de Pepín con Esteban Echeverría, también exiliado en ese país vecino. Prefieren olvidar a otros refugiados del otro lado del río: los criminales antiperonistas que asesinaron a casi 400 compatriotas y mutilaron a otros casi 1000. De ellos, mejor no decir nada.
(*) Columnista de La Señal Medios, Libre Expresión y Mundo Amateur