A un año del ataque policial a Ignacio Seijas: "Mientras mi hijo está cada vez peor, el culpable anda libre por la calle"
Por Juan Borges
Marina Candia, madre del joven víctima de violencia institucional Ignacio Seijas, dialogó con AGENCIA PACO URONDO en el marco del primer aniversario del ataque sufrido a manos del Grupo de Apoyo Departamental (GAD). Es de recordar que el 20 de junio del 2020, Seijas sufrió un disparo en la cara con una posta de goma en un allanamiento de la fuerza de seguridad provincial en su domicilio situado en el barrio de Villa Albertina, partido de Lomas de Zamora. La madre habló sobre las graves secuelas de salud generadas por el ataque del uniformado.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué avances hubo en la investigación desde los hechos de hace un año?
Marina Candia: Lamentablemente no hubo avances en la investigación desde aquel fatal día del 20 de junio de 2020. Asesorándome con otros profesionales nos dimos cuenta que no hubo peritajes ni ningún tipo de investigación que nos pudiera esclarecer los hechos. Producto de la lucha de nuestra familia y algunos organismos de derechos humanos conseguimos que el policía culpable, Daniel Antonio David, estuviera preso un breve tiempo. Pero lamentablemente la jueza del Juzgado de Garantías n° 5 de Lomas de Zamora, Marisa Salvo lo dejo en libertad por considerar que eran” lesiones leves” y no un intento de homicidio como había presentado la querella.
APU: ¿Cómo está la causa actualmente?
MC: Actualmente el culpable está gozando de la libertad porque la jueza así lo dispuso diciendo que no hubo intención de dispararle a Ignacio y además que son lesiones leves. Mientras mi hijo está cada vez peor el culpable anda libre por la calle. La jueza nunca realizo un peritaje como corresponde. Nunca recorrió el domicilio, impugno un video presentado por la querella porque dice que no se reconoce la identidad de mi hijo. No realizo nuevas pericias, ni siquiera por conocer la situación actual de Nacho. Yo pido justicia para mi hijo, que el policía que le arranco un ojo vaya preso y que el Estado se haga cargo de un tratamiento para mi hijo para que al menos pueda estar un poco mejor.
APU: ¿Qué secuelas tuvo Ignacio luego del ataque policial?
MC: Las secuelas que le quedaron a mi hijo son terribles e irreversibles. Desde el día del allanamiento, hace un año, hasta el día de hoy no pudo realizar un tratamiento continuo. Hacia dos o tres meses y dejaba. Se refugió con amigos que no tendría que haber estado y tomaba pastillas y alcohol. La recaída de Nacho se hizo cada vez peor. Hace tres meses logramos ponerle la prótesis del ojo que le faltaba, pero tuvo una discusión con un vecino del padre, llamaron a la policía de la comisaría 7ma de Centenario y estos vinieron se lo llevaron detenido y le dieron una paliza, le golpearon la prótesis, le rompieron la cabeza. Se ensañaron mal con Ignacio otra vez. Desde ahí se volvió una persona insostenible, enfurecido con la vida y con todos nosotros, se lastimaba y lastimaba a su familia. Hace un par de semanas tomo pastillas con alcohol y le pego al padre, se lastimo peleando con un pibe en la vereda. Entonces tomamos la decisión de internarlo en el hospital Luisa de Gandulfo en la parte de psiquiatría para que pudiera ser atendido y contenido.
Hicimos todo lo posible por medio del juzgado para conseguir la internación psiquiátrica. De esa manera conseguimos su internación involuntaria actual en una clínica de salud mental. Vamos a ver cómo sigue todo esto, cómo evoluciona. La realidad es que Ignacio no está bien. Tiene problemas emocionales, pero también su adicción a las pastillas. Hace apenas dos semanas que está internado. Lamentablemente aquel hecho de hace un año atrás le arruino la vida.