Bajo Flores: a un año del gatillo fácil de Facundo Scalzo continúa el reclamo de Justicia
Por Diego Moneta y Santiago Asorey
El 19 de junio pasado dirigentes políticos, referentes en la defensa de los derechos humanos y vecinos del barrio Padre Rodolfo Ricciardelli del Bajo Flores se congregaron para homenajear al joven vecino víctima de gatillo fácil Facundo Scalzo, a un año de ser asesinado por la espalda por Gendarmería. Se realizó un acto de memoria junto a una foto de Facundo desplegada sobre un muro y se exigió Justicia en la causa en la cual se espera la elevación a juicio oral de los agentes involucrados. Además, se reclamó por la aprobación de los proyectos de ley contra la violencia institucional, presentados en el Congreso de la Nación y en la Legislatura porteña.
En este marco, Andrea Scalenghe, madre de Facundo, agradeció la presencia de quienes se acercaron y pidió recordar a su hijo “con una sonrisa, porque vivía de esa manera”. Otro de los presentes fue Leonardo Demonty, hermano de Ezequiel, asesinado por la Policía Federal en 2002. Leo resaltó la importancia de acompañar a Andrea y señaló que quienes reclaman por la erradicación de la violencia institucional no se acostumbran, ni quieren hacerlo, a que los casos se repitan. "Siempre agradeceremos a la comunidad, a los vecinos que apoyan y acompañan a la madre para transmitir fuerza. Es importante saber que la familia no está sola".
Por su parte, Marcelo D´ambrosio, referente de la organización Flores Solidario, se refirió a la tarea del Observatorio de Derechos Humanos con el que cuenta la Comuna 7 en la Ciudad de Buenos Aires. De esta manera, recordó también a Ezequiel Demonty, la represión contra la murga en 2016 y los abusos una vez iniciado el aislamiento por la pandemia en el Bajo Flores. "Venimos acompañar a la familia y a recordar a Facundo, uno más entre tantos pibes excluidos del sistema. Nos duele, por ellos militamos día a día. A Facundo lo conocimos de chico. El dolor es muy profundo", expresó D´ambrosio.
Victoria Montenegro, legisladora porteña, también asistió al homenaje y destacó que los barrios “están llenos de murales de jóvenes víctimas” detrás de los cuales hay “tragedias familiares, que son evitables y responsabilidad del Estado”. A su vez señaló: “No hay soluciones inmediatas, pero hay que tener la voluntad de sentarse a discutir desde el respeto”.
"Detrás de cada uno de estos casos hay una tragedia. Que es la tragedia que atraviesa está familia, está madre. A Facu le quitaron la vida y no le permitieron ver crecer a su hija", explicó la legisladora. En este mismo sentido señaló sobre la lucha por la erradicación de la violencia institucional: "Es una batalla que tenemos que llevar adelante con formación para las fuerzas de seguridad y con una política que resuelva con un abordaje integral".
En este mismo sentido, Montenegro se refirió a la violencia institucional durante la gestión macrista: "Los cuatro años del gobierno de Macri no fueron gratuitos. Sin dudas, hubo un incremento de la violencia institucional y es muy difícil deconstruir esos malos aprendizajes".
Los hechos
El 17 de junio del año pasado Gendarmería Nacional fusiló por la espalda a Facundo Scalzo, de 20 años. Según denunciaron testigos, a partir de una discusión entre vecinos la fuerza de seguridad intervino con disparos al aire. Facundo, que regresaba a su casa, fue perseguido por tres efectivos hasta que le propinaron cuatro disparos, dos en la espalda y dos en los brazos, provocándole la muerte en el acto.
Luego, lo rodearon e impidieron a familiares acercarse mientras el joven estaba tirado en el piso. Empujaron y golpearon a la madre y además impactaron con balas de goma a varias personas del lugar. La ambulancia tardó una hora en llegar y no permitió que Andrea subiera. En el hospital familiares y vecinos volvieron a ser maltratados y estuvieron durante más de dos horas sin noticias, para terminar recibiendo la noticia del fallecimiento. Estos tres sucesos que demuestran distintas caras de la violencia institucional se suman a las posteriores intimidaciones que recibió la madre de Facundo.
Los tres agentes señalados, Diego Rocha, Juan Pablo Ruiz y Jorge Luis Pérez, fueron detenidos preventivamente y se les secuestraron las armas. La autopsia confirmó la declaración de los testigos, descartando la versión de la fuerza, que sostenía un supuesto enfrentamiento entre Facundo y otro amigo contra los efectivos, a partir del intento de robo en una casa. Quedó probado que el joven nunca disparó ya que nunca tuvo con que hacerlo.
La causa está radicada en el Juzgado Criminal y Correccional N°55, a cargo de la jueza Alejandra Allud. Dos de los gendarmes fueron excarcelados tras el pago de una caución, manteniendo la detención de Rocha por posible fuga y entorpecimiento de la investigación, ya que las pericias balísticas determinaron que había efectuado los disparos que asesinaron a Scalzo. Sin embargo, un mes más tarde la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones resolvió excarcelarlo, tras confirmar su procesamiento por homicidio por exceso de la legítima defensa. Si bien ordenó continuar investigando, Ruiz y Pérez en principio sólo realizaron detonaciones al aire.