¿Qué se sabe hasta ahora de la desaparición del joven trans Tehuel de la Torre?
Por Cristina Rubolino López* | Foto: Daniela Amdan
La hermana de Tehuel de La Torre toma el tren y llega a su casa después de un largo día de reuniones. Verónica Alarcón se sienta en la cocina, frente al celular para hablar una vez más sobre su hermano. Vivía en San Vicente con su mamá, uno de sus hermanos más chicos, con su novia y el hijo de ella. Su hermana recuerda cuáles eran los elementos infaltables en la vida de Tehuel, entre sus objetos personales: la camiseta de fútbol; pero lo que no podía faltarle en su día a día, era su familia. Cuando Tehuel tenía 13 años, les había contado que quería ser varón, la respuesta de su familia fue que era su decisión y lo iban a apoyar.
Tehuel había estado anotado durante un tiempo en una cooperativa, pero no estaba trabajando porque no cobraba nada. Había abandonado el colegio en el tercer año del secundario, su idea era anotarse a la noche para poder terminarlo y a la vez trabajar. Estaba en busca de un trabajo formal, vivía con las changas que conseguía: a veces hacían rosquitas o bolitas y salían a venderlas con su novia, Luciana. Otras veces salía a cortar el pasto de algún vecino.
La última vez que se lo vio con vida a Tehuel tenía sólo 21 años -los 22 los cumpliría durante su desaparición-, se dirigía hacia la casa de Luis Alberto Ramos (37), que lo había invitado con la excusa de que le había conseguido un trabajo como mozo. La hipótesis más fuerte del abogado de la familia, Alejandro del Valle, es la de un homicidio: “Si lo tengo que calificar en alguno de los artículos del código penal, no dudo en decir que es un 80 inciso cuarto que es el homicidio de género o a la orientación sexual”.
Cuando interrogaron a uno de los principales sospechosos, Luis Ramos declaró haber acompañado a Tehuel hasta un banco cercano y luego hacia la estación de tren, pero las cámaras del barrio, la ropa quemada de Tehuel y la foto encontrada en su celular (que intentaron romper), demuestran lo contrario. En la fotografía se lo ve a Tehuel fumando y tomando vino en la casa de Ramos, junto a él y otro sospechoso, Oscar Alfredo Montes (46), quien había declarado directamente no haber visto a Tehuel.
Ramos pertenece al Movimiento Socialista de los Trabajadores. Repartía mercadería en los barrios para que la gente lo acompañe a las movilizaciones; en el barrio se rumoreaba que a cambio, les prometía planes sociales. Tehuel había contado con alguno de los planes que ofrecía Ramos, durante aproximadamente seis y ocho meses. Ramos estuvo preso nueve años, de doce que tendría que haber cumplido por un homicidio en una pelea callejera. Además, tiene una denuncia de una mujer que contó que dejaba de proveerle planes sociales porque como intercambio, le pedía favores sexuales: “No era un tipo bien visto ni querido, era un tipo temido. Le temían porque él contaba orgulloso que había matado a una persona, siempre andaba con un cuchillo en la cintura”, cuenta el abogado de la familia a partir de conversaciones que tuvo con los vecinos del barrio. Por su parte, Montes tiene en su historial denuncias por violencia de género y acoso sexual.
Los días posteriores a la desaparición, la casa de Ramos fue dada vuelta. Regalaron varios muebles y un colchón, que unos días después fue llevado a la comisaría por el chico al que Ramos se lo había dado cuando lo vio pasar por su casa. Según cuentan los vecinos, la casa fue limpiada minuciosamente por la madre de Ramos. Cuando Karina Guyot, la fiscal a cargo, realizó el allanamiento junto a otros policías, podían sentir el olor a acaroina y lavandina por todos lados.
Durante esos días Ramos se había fugado hacia Avellaneda y había cambiado su fisonomía: se había cortado el pelo y se lo había teñido de rubio. Tanto él como Priscila, la mujer que lo acompañaba aunque ante la justicia negaría tener una relación con él, reiniciaron y borraron toda la información de los celulares casi en el mismo horario. Ramos y Montes aún se encuentran detenidos, pero ambos se niegan a volver a declarar.
Desde el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Plata, Provincia de Buenos Aires, están acompañando a la mamá y el papá de Tehuel, colaborando para llevar adelante la búsqueda y estar cerca en todo el proceso de investigación: “Además del seguimiento del proceso judicial, el acompañamiento psicológico de las familias, el aspecto social e incluso de apoyo personal. En este caso la Dirección de Género de San Vicente, y el propio Intendente, están muy involucrados”.
Después de 40 minutos de conversación telefónica, el abogado de la familia cuenta que la mamá de Tehuel es consciente que en estas circunstancias, están buscando el cadáver de su hijo, pero necesita encontrarlo para poder hacer su duelo. “Quiere que encuentren aunque sea un pedazo, para enterrarlo donde pueda llevarle una flor cada cumpleaños y todos esos ritos que hacen que uno pueda procesar el dolor y buscar otros incentivos para vivir”. Mientras eso no suceda, la mamá de Tehuel se encuentra en un estado de alerta y angustia permanente. No importa la hora que sea, si escucha las sirenas de los bomberos pega un salto de su cama pensando que encontraron el cuerpo de su hijo y están yendo a buscarlo.
Verónica Alarcón sonríe al recordar a su hermano. Trae de sus recuerdos uno de los cumpleaños, cuando lo habían tirado junto a sus hijas dentro de un zanjón: “En el patio de mi casa, lo llenamos todo de harina y lo tiramos ahí. Salió todo con barro podrido y agua. Nos reíamos mucho. Ni se quejó, pero después para sacarse toda esa mugre que tenía era un infierno. La pasábamos muy bien”.
A Tehuel le pasaba lo que le pasa a 1 de cada 10 hombres y mujeres trans: según lo que marca la encuesta hecha en el 2020 por la Fundación Huésped en colaboración con la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina (ATTTA) sobre las condiciones de vida de las personas trans en Argentina, la proporción de quienes trabajan en el sistema formal es baja y sólo 1 de cada 10 personas trans reportan tener aportes jubilatorios. El caso de Tehuel de la Torre es el reflejo de la clara vulnerabilidad que aún siguen sufriendo las personas trans: exponerse a propuestas laborales totalmente informales por la búsqueda de un trabajo formal.
Tehuel, tiene contextura robusta, tez blanca, cabello corto de color oscuro y mide unos 1,56 metros. Quienes tengan información sobre él deben llamar al 0221-429-3015 o escribir a perdes@mseg.gba.gov.ar
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