"Argentina tiene muchos problemas económicos, pero lo peor es la falta de un plan integral de desarrollo"
Por Enrique de la Calle
El economista peronista Pablo Challú habló con AGENCIA PACO URONDO sobre la situación económica del país y la necesidad de "un plan integral" que ataque los diferentes problemas que tiene la economía argentina. "Algunos piensan que el problema está en el déficit fiscal y con eso se arregla todo. Otros piensan que está en la parte monetaria, solucionando la parte monetaria, eso arregla todo. Otros piensan que tenemos problemas estructurales en los sectores económicos y que hay que atacarlos con políticas sectoriales. Yo diría que cada uno de ellos alumbra una parte de la realidad pero no terminan de alumbrar la totalidad de la realidad", relató. ¿Hay margen para acordar un programa con el FMI que permita crecer y generar empleo? "Absolutamente sí", aseguró.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo ve el escenario económico argentino? Si se lo pone en términos de gravedad: ¿gravísimo, muy grave, no tan grave?
Pablo Challú: Es muy grave y muy complicado también. Estamos en una situación de crisis que ya lleva varios años. De alguna manera, alguno de los elementos de esa crisis se generaron cuando Axel Kicillof fue ministro de Economía, pero se agravaron hasta el extremo impensado con el gobierno de Macri. Esa crisis sigue su evolución. Vemos los resultados a la vista... la pobreza, la desocupación. En fin, estamos en una situación muy grave de crisis.
A.P.U.: ¿Cuáles son los elementos estructurales de esta crisis? ¿Cuál es el corazón del problema?
PCH: El gobierno de Alberto ha tenido un avance con respecto al de Macri. Se ha sensibilizado con los problemas sociales, pero no ha encontrado la manera de resolverlos. Es un avance sensibilizarse, decir “existe el problema”. En el gobierno de Macri, esa sensibilización no existía. Al contrario, me parece que ellos consideraban que la pobreza, la desocupación, eran cosas buenas, modificadoras del sistema económico. Avanzamos en el sentido de sensibilizarnos pero no es suficiente. Lo que veo es una incompetencia del actual gobierno y del equipo económico para poder salir de la crisis. Ese me parece que es el núcleo.
A.P.U.: En términos estrictamente económicos: ¿Cuáles son los problemas que habría que atacar de esta crisis?
PCH: Necesitamos un plan integral porque los problemas económicos argentinos no son uno sólo. Algunos piensan que sí, por ejemplo, algunos piensan que el problema está en el déficit fiscal y con eso se arregla todo. Otros piensan que está en la parte monetaria, solucionando la parte monetaria, eso arregla todo. Otros piensan que tenemos problemas estructurales en los sectores económicos y que hay que atacarlos con políticas sectoriales. Yo diría que cada uno de ellos alumbra una parte de la realidad pero no terminan de alumbrar la totalidad de la realidad. Tenemos problemas estructurales, por supuesto, que impiden que tengamos un superávit comercial o una abundancia de divisas que el país necesita. Tenemos problemas con el Banco Central que tiene ahora una deuda flotante de cortísimo plazo que es 40% superior al dinero en circulación. Tenemos problemas con el sector público por el déficit. Argentina no tiene un sólo problema, sino varios problemas de arrastre y lo que se necesita es un plan integral que ataque en conjunto todos esos problemas.
A.P.U.: Sobre los problemas que enumeraba. El gobierno intenta reducir el déficit fiscal, busca aumentar exportaciones, y avanza con acuerdos sectoriales. ¿Están bien esas políticas?
PCH: Cuando se aplica sin un contexto, podrán estar bien pero lo único que hacen es aumentar la frustración. Pongamos el caso del sector externo. El sector externo, lamentablemente, lo que se ha hecho es poner parche atrás de parche. Porque si uno piensa “hagamos que la gente que quiera comprar dólares, pueda comprar dólares” usted se imagina lo que puede pasar en el mercado cambiario. El problema es que el gobierno mira los efectos pero no las causas: “la gente quiere comprar dólares, eso es malo. No dejemos que la gente compre dólares”. En realidad, lo que habría que preguntarse es: ¿por qué la gente quiere comprar dólares? ¿por qué no tenemos la inversión necesaria? Uno dice, la inversión no es suficiente, demos subsidio a la inversión. Estamos viendo el efecto. ¿Por qué no nos preguntamos por qué espontáneamente un país como la Argentina que tiene muchísimas cosas por hacer, que tiene una población extraordinaria, que tiene una desocupación extraordinaria, por qué no hay inversión? Entonces, miramos los efectos, atacamos los efectos pero nunca nos planteamos las causas. Es un problema grave. Cuando levantemos el velo de las cuestiones que estamos poniendo para atacar los efectos, entonces las causas van a producir un maremoto. Esperemos que eso no ocurra, pero es muy factible pensar, que eso puede ocurrir.
A.P.U.: ¿El maremoto de qué tipo sería?
PCH: Cambiario y financiero. No es lógico que el Banco Central argentino tenga en deuda, de cortísimo plazo, más del 40% del total del dinero de circulación de la economía. Y esa cantidad viene aumentando. Cuando uno mira en qué emite dinero el gobierno, porque el propietario del Banco Central es el Estado argentino, no es una entidad autónoma, está emitiendo cerca de 130 mil millones de pesos mensuales para pagar las deudas que tiene con los bancos y con terceros. Ese es un tema que hay que solucionarlo de una vez por todas. Hay que tomar medidas importantes en ese sentido, una reforma del sistema financiero, una reforma de la carta orgánica del Banco Central, para que el Banco Central y el sistema financiero, verdaderamente cumplan con su función, que es la financiación de la producción y del pleno empleo.
A.P.U.: ¿Es la deuda en pesos que el gobierno toma para cubrir el déficit fiscal?
PCH: Claro, exactamente. Lo que pasa es que el Banco Central financia al gobierno, entonces ve que la emisión monetaria podría pegar un salto muy grande, entonces absorbe la cantidad de dinero que él mismo emite, brindándole al sistema financiero lo que se llama las Leliqs y los pases. Entonces se endeuda con el sistema financiero y eso hay que pagarlo. El costo de eso es astronómico. Fíjese lo que podría ahorrar el gobierno de solucionar ese problema. Pero el tema es que seguimos atacando los efectos y no miramos las causas. Tenemos causas en el sector externo que no están siendo consideradas. Tenemos causas en el sector público que no están siendo consideradas. Tenemos causas en la parte monetaria, que no están siendo consideradas. El plan integral significa atacar las causas.
A.P.U.: ¿Cuáles son las causas del sector externo?
PCH: Por ejemplo, tenemos sectores industriales que para subsistir necesitan importar prácticamente el 50% de su valor agregado. Lo que es la industria automotriz, la industria de artefactos para el hogar, la industria farmacéutica. Ahí hace falta, como una cosa urgente, planes sectoriales de reconversión, que se pueden lograr a través del acuerdo con los diferentes sectores.
A.P.U.: El ministro de Economía dijo que no va a haber un salto devaluatorio, que no es parte del objetivo de la política económica y que el Banco Central tiene herramientas para evitar un salto brusco del tipo de cambio. ¿Usted coincide, o por lo que estaba diciendo recién, no ve tan claro que existan esas herramientas?
PCH: Lo que está haciendo el Banco Central es aumentar su deuda con el sistema financiero y eso es una situación insostenible. Yo no he visto en mi experiencia como economista ni en mi vida, ni en los estudios de economía que he realizado, un ministro de Economía que cuente tantos fracasos como el actual ministro de Economía. Prácticamente, no conozco otro caso. En general, cuando un ministro de Economía dice algo y se compromete a determinadas cuestiones, y no las logra, o se va o le piden la renuncia. Lo que veo es al ministro Guzmán en una serie continua de fracasos. Y este va a ser también un fracaso, porque si no existe el plan integral como corresponde, estamos con un peligro de que no sea el gobierno el que efectúe la devaluación sino que sea el mercado el que lo haga.
A.P.U.: ¿En ese sentido, las negociaciones con el Fondo Monterio cómo las ve?
PCH: El Fondo Monetario Internacional y la comunidad internacional de negocios, están preparados para que Argentina presente un plan de desarrollo sustentable. Están preparados para darle lo que le pida de financiación. Lo que sucede es que si no presentamos ese plan, caemos en los planes usuales del Fondo Monetario Internacional, que son planes de ajustes que van a llegar a ser peor la recesión. El gobierno está empeñado en decir “vamos a seguir la línea del Fondo Monetario pero en vez de hacer mucho ajuste hagamos poco ajuste”. Eso no sirve para nada. Ya desde hace dos años que el gobierno viene diciendo “vamos a cerrar con el Fondo” o “es prioritario cerrar con el Fondo”, y cada vez lo pateamos más para adelante. La economía primaria, la que crea productos, empleo, salarios, se maneja por expectativas y qué expectativa hay si no sabemos cuál va a ser el plan y venimos diciendo “después va a venir” o “ya lo tenemos preparado”. La verdad es que lo que se ve es que no está arreglada la situación con el Fondo y sería extraordinariamente importante que sí estuviera arreglada en el corto plazo pero con un plan propio. Y hay espacio para hacer un plan económico propio, con las necesidades del país que reivindique la reactivación, que reivindique el empleo, que reivindique el salario.
A.P.U.: ¿Usted dice que Argentina tiene las condiciones para ese plan?
PCH: Absolutamente, sí.
A.P.U.: ¿En el caso concreto de esas bombas financieras que describía, que incluye todo el sistema de Leliqs y de pases, cómo se le ocurre que se pueden resolver?
PCH: Tiene varias maneras de resolverse. Se puede convertir eso en un bono de mediano y largo plazo. Se puede reemplazar por otros elementos, por descuentos del Banco Central. Hay varias maneras pero si no existe la voluntad de hacerlo, en el grado, la magnitud y la prioridad que tienen que ser, es muy difícil que se logre.
A.P.U.: Alguna vez lo leía a Guillermo Moreno hablando de quiénes eran los economistas peronistas y entre ellos lo nombraba a usted ¿Usted se define así como un economista peronista?
PCH: Sí, sí.
A.P.U.: ¿Qué características tiene una economía peronista? Porque hay todo un debate, que Moreno también trae, de si el actual es un gobierno peronista o no. ¿Qué elementos debería tener un programa económico que se plantee desde el peronismo?
PCH: El peronismo tiene una gran ventaja y por eso estoy adherido a él. Por eso creo que es la solución a los problemas económicos y la crisis. El peronismo tiene una doctrina. Si usted toma la doctrina, y la aplica a la actual situación, tiene las herramientas necesarias para salir de la crisis. El peronismo ha dicho con claridad cuáles son los objetivos que tiene que seguir el país: el bienestar del pueblo, la grandeza de la patria. Ha dicho que esos dos objetivos están interrelacionados, que no puede lograrse uno a expensas del otro. El peronismo ha hablado de la tercera posición. El peronismo ha dicho que no hay soberanía política sin independencia económica y sin justicia social, y que esos tres elementos están interrelacionados. El peronismo ha dicho de la comunidad organizada, o sea, del acuerdo social. Ahí están todos los elementos. Y ha hablado de la realidad económica, lo peor que se puede hacer es no comprender la realidad económica. Por ejemplo, confundir efectos con causas, como lo que hemos estado hablando. Ahí están todos los elementos para tener un plan de salida de la crisis. Y están en la doctrina, es extraordinario.
A.P.U.: La última pregunta es sobre la clase política, vale para el Frente de Todos, pero también para toda la dirigencia. Usted dice que se confunden efectos con causa, tiene una mirada muy crítica de la gestión económica del gobierno. ¿Hay en la clase dirigente argentina poca formación económica, como una cosa de poner la política siempre por encima de cualquier otra cosa y de confiar en que la voluntad política puede resuelve todos los problemas económicos?
PCH: Obviamente, hay un imperio de la política y un imperio de la voluntad política pero eso está limitado por las razones económicas. Si uno no encuentra un delicado equilibrio entre unos y otros, lamentablemente viviremos de crisis en crisis, de tropezón en tropezón. La política debe moldear la economía, es así. Pero tiene sus límites. ¿Ahora, dónde está el problema? ¿en la clase política? En parte, está en la clase política. Pero también está en los economistas el problema porque no han sabido presentar un plan integral que esté basado en una doctrina coherente y que nos sirva para salir de la crisis.