Santiago del Estero: un diputado provincial y un intendente en el foco por denuncias de abusos y violencia de género
Por Nicolás Adet Larcher
Un diciembre de 2014, Hectór “Chabay” Ruiz ya no desempeña funciones como intendente, cargo que ostentó durante tres décadas en la ciudad de La Banda, en la provincia de Santiago del Estero. Sus años de poder lo tuvieron como amo absoluto y líder carismático de los y las bandeñas. Era común que cada año, en el Festival de La Salamanca, subiera al escenario a sumar su voz y su guitarra a grandes artistas del folklore, como Los Manseros Santiagueños o Marcelo Toledo. En los años dorados del kirchnerismo, Chabay se acomodó bajo el ala de Néstor Kirchner, pero nunca pudo continuar su vínculo político con Cristina. Ahora, Chabay ya no gobierna. A partir de ahora calza la investidura de concejal y un delfín suyo, llamado Pablo Mirolo, ocupa la silla de la municipalidad, que fue el hogar del Movimiento Viable - su sello local - en cinco mandatos. Su flamante alianza con el Frente Renovador crece y avizora un triunfo de Sergio Massa para las elecciones presidenciales del año siguiente. Ahora Chabay gestiona el poder desde otra sala.
El martes 15, todo cambia. Un juez ordena el arresto de Ruiz luego de que una mujer denunciara un abuso sexual en el despacho del ex intendente, cuando aún cumplía funciones. Ese mismo día Chabay está en Tucumán, a punto de volver a La Banda. Cuando sube al auto, un mensaje de texto le dice que raje, que no vuelva a Santiago. Conexiones con policías y otros contactos lo ayudan a escapar. Su versión dice que lo subieron a la caja de una camioneta. Otras versiones dicen que lo vieron trepar una tapia. Lo cierto es que Chabay permaneció prófugo durante tres semanas, entre un lujoso chalet en Pinamar y una casa quinta en Parque Leloir.
Condena y regreso
Al volver a su provincia, Chabay ya acumulaba dos denuncias más por abuso, otras por maltrato laboral y unas cuantas más por filiaciones. Fue encarcelado y juzgado en un juicio abreviado durante 2015, donde confesó el abuso sexual. Los años siguientes lo encontraron como militante y candidato de Cambiemos, en un intento de regresar a la vida política.
Este año, decidió presentarse como candidato a diputado provincial en la lista del Frente Patriótico Laborista. Apenas conocida la noticia, desde el Frente Renovador presentaron una impugnación, pero la Justicia Electoral Provincial lo autorizó a que pudiera postularse. Los meses de campaña siguientes, bajo el slogan de “Chabay vuelve” fueron intensos y bizarros. En un video difundido en septiembre, Chabay está parado en la vereda de la municipalidad y dice frente a cámara: “ahí hay un traidor en la función de intendente que me entregó a mi para que me maten”.
El 14 de noviembre, el Frente Patriótico Laborista quedó en segundo lugar en la ciudad de La Banda y obtuvo un 9% en la totalidad del territorio santiagueño, por detrás del Frente Cívico, Juntos por el Cambio y el Frente Renovador. La lista del ex intendente bandeño se quedó con tres bancas para la legislatura provincial. La primera la obtuvo Chabay. Ese domingo aguardó el resultado casi solo, observando detenidamente su celular, dentro de un garage que habían improvisado como búnker. A la tarde, ya con números que hablaban de una tendencia irreversible, anunció a la cámara de un medio “yo he vuelto de la muerte”.
Denuncia y mediatización
El miércoles 1 de diciembre, Ni Una Menos emitió un comunicado en contra de la asunción de Chabay. “No queremos violadores en la cámara de diputados” decía el título del texto, y hacía un repaso por las condenas y las causas judiciales abiertas que todavía cargaba Ruiz. El comunicado cerraba explicando que, por todo lo expuesto, se había solicitado la intervención del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación para acompañar el reclamo.
Al día siguiente, se llevó adelante una conferencia de prensa con la presencia de autoridades del ministerio y el viernes se mantuvo una reunión con Elizabeth Gómez Alcorta. El nombre de Chabay ya ocupaba la portada de gran parte de los medios del país. Minutos después de la reunión, fue la propia ministra la que se encargó de confirmar que había enviado una nota al presidente de la Cámara de diputados de Santiago, “sin menoscabar las atribuciones que tiene exclusivamente el Poder Legislativo de la provincia”.
En total, Chabay recibió 14 notas en contra de su asunción y se trató el rechazo de su banca por “inhabilidad moral” luego de que el bloque del Frente Renovador presentara formalmente la propuesta. Los medios mostraron la secuencia de su llegada a la legislatura, el momento en que ocupó su banca y la escena posterior en la que tuvo que irse, luego de ser inhabilitado. Afuera la calle hervía. De un lado de la mecha estuvo presente un grupo de personas apoyando al diputado electo con carteles que decían “Chabay vuelve” y, del otro lado, otro grupo que pedía que no asumiera, encabezado por organizaciones feministas.
Desde el entorno de Chabay, hasta el momento, evitaron referirse al hecho.
Otro caso
Horas después de que se evitara la asunción de Chabay como diputado, el nombre de Roberto Brandán - un ex diputado provincial vinculado al oficialismo - comenzó a circular por las redes. Brandán acababa de obtener los votos necesarios para quedarse con la intendencia de una localidad del interior de la provincia. Los posteos y los comunicados de organizaciones feministas, como Mumalá e “Isadora Mujeres en Lucha”, rechazaron la asunción de Brandán y recordaron que el ahora intendente electo había sido imputado y detenido en 2016 por violencia de género.
Brandán es un referente político de Villa Atamisqui, una localidad a 113 kilómetros de la ciudad Capital de Santiago, que en el año 2003 tuvo un primer revés en su carrera. En ese momento todavía gobernaban los Juárez y Brandán se presentó en la lista del Partido Justicialista, con la que obtuvo el triunfo en las elecciones para intendente por una diferencia de catorce votos.
“Al poco tiempo de asumir el cargo de intendente, Roberto Brandán fue objeto de numerosas denuncias. Entre otros delitos, fue acusado de Defraudación Calificada, Abuso de Autoridad y Violación de Deberes de Funcionario Público (Expediente Nº 216/C/03); defraudación calificada, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público en Concurso Real (Expediente Nº 188/C/03) y amenazas en perjuicio de V. C. (191/B/04). El 9 de noviembre de 2003 el Juzgado del Crimen de Segunda Nominación imputó por malversación de caudales públicos al nuevo funcionario, despojándolo de sus fueros” señaló el investigador Horacio Cao en una ponencia presentada ante la Universidad Nacional de Quilmes.
En el 2016, la jueza Rosa Falco solicitó una revisión médica de quien era pareja de Brandán en ese momento, y luego de la denuncia pudo constatar la presencia de golpes. Al día siguiente, la mujer intentó retirar la denuncia pero no le permitieron hacerlo. Falco imputó a Brandán por considerarlo autor del delito de lesiones calificadas por el vínculo pero, por tener fueros como diputado y por el arrepentimiento de la denunciante, la situación judicial de Brandán no pasó a mayores. En la legislatura también se pidió su desafuero, por parte de la banca del Frente de Izquierda, pero eso no prosperó.
Luego de que se viralizara el recuerdo de la denuncia de 2016, algunas organizaciones y vecinos autoconvocados de Atamisqui, se movilizaron en la noche del jueves 9 de diciembre para protestar contra la asunción de Brandán. “Que la barbarie no se imponga” posteabaron militantes cercanos a Brandán para intentar suavizar el clima tenso que se había generado en las calles. Las protestas se concentraron fuera de la Comisaria Comunitaria de Atamisqui y demoró la asunción del intendente y un grupo de concejales electos hasta pasadas las diez de la noche. Finalmente, unos minutos más tarde, el acto de asunción de los cargos se llevó adelante con normalidad.