De Santis: “La Masacre de Trelew caló muy profundamente en la conciencia del pueblo”
El 22 de agosto pasado se cumplió un nuevo aniversario de la Masacre de Trelew en el cual 16 militantes políticos que habían intentado fugarse de la cárcel de máxima seguridad de Rawson fueron asesinados por la dictadura de general Alejandro Agustín Lanusse en 1972. El escritor Daniel de Santis (también militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores en la década del 70) dialogó con AGENCIA PACO URONDO y reflexionó sobre el hecho histórico.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo se llegó a la fuga del penal de Rawson?
Daniel de Santis: Hace cincuenta años en el marco de la lucha revolucionaria, política, militar, social y de masas un elevado número de compañeras y compañeros se encontraban detenidos en la cárcel de Rawson, de máxima seguridad. La dictadura militar de Alejandro Agustín Lanuse estimaba que de allí no podrían evadirse debida a las largas distancias que la separaban de los poblados, las bases militares y navales que lindaban con el penal y las condiciones climáticas desfavorables. Todo aquello hacía pensar que era imposible fugarse, pero la voluntad revolucionaria pudo más.
Durante meses en férrea unidad los militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores y combatientes del Ejército Revolucionario del Pueblo, militantes de las fuerzas Armadas Revolucionarias y Montoneros elaboraron un plan de fuga inimaginable para los represores. En todo caso esperaban un copamiento desde afuera hacia adentro para poder irse.
Después de muchas ideas y debates dentro del penal llegaron a la conclusión que lo más viable era planificar de adentro hacia afuera, incluso se llegó a comprar un avión en Paraguay, pero resulto más sencillo que tener un avión propio la posibilidad de tomar uno para tener un lugar seguro de despegue, es decir tener un avión de línea. Durante varios meses trabajaron en unidad, pero no solamente calculando los segundos de cada movimiento, contando los pasos de una puerta hacia la otra, contando los tiempos que empleaban los guardias cárceles en cada movimiento. Además, se formaron grupos interorganizacionales para estudiar y confraternizar.
APU: ¿Cómo fue la fuga?
D.S.: En este marco de enorme unidad revolucionaria contra la dictadura se preparó en forma milimétrica la fuga. Se formaron once grupos dentro de la cárcel para ocupar 15 puestos de la misma. Y cuatro grupos de exteriores, los dos principales tenían como misión tomar el aeropuerto, tomar el avión y garantizar la entrada de los vehículos al penal ya tomado por los presos.
Todo resulto como estaba previsto salvo la entrada de los camiones que el compañero responsable creyó ver una señal que indicaba que no entraran. Solo ingreso un auto conducido por Carlos Goldemberg, a ese auto subieron los integrantes del comando unificado que estaba integrado por los militantes Mario Roberto Santucho, Enrique Gorriaran Merlo, Domingo Mena (PRT-ERP), Marcos Osatinski, Roberto Quieto (FAR) y Fernando Vaca Narvaja (Montoneros).
Ese grupo busco durante cinco minutos los camiones, no los encontró y se dirigieron al aeropuerto en el auto. Cuando llegaron tomaron la torre de control, le hicieron llegar un mensaje al responsable de la torre que había una bomba, ahí el comando que estaba sobre el avión lo tomaron.
Los seis compañeros pudieron dirigirse a Chile. Un segundo grupo llamaron a remises de la zona viendo que los camiones no llegarían, teniendo en cuenta que a solo 300 metros había una unidad antiguerrillera que tenía un puesto de observación dirigido al penal y a 20 kilómetros estaba la Base Aeronaval Almirante Zar con 1200 efectivos. Pidieron los remises y en los cuatro que vinieron uno que marchaba lentamente porque tenía desperfectos en el motor, los 19 compañeros y compañeras llegaron al aeropuerto cuando ya había despegado.
Tomaron el aeropuerto y realizaron una conferencia de prensa explicando los motivos de la fuga y por qué habían tomado el aeropuerto que fue rodeado por las fuerzas militares y navales. Después de negociar con la presencia de un juez y un médico les dijeron que aceptaban la propuesta de devolverlos al penal, cosa que nunca hicieron. Los mantuvieron retenidos en la Base Aeronaval.
APU: Finalmente llega el trágico 22 de agosto...
D.S.: En esos días nosotros estábamos muy pendientes de toda esta situación, realizando acciones en solidaridad con los compañeros que habían llegado a Chile. En Buenos Aires no teníamos conciencia de la gravedad de la situación, no así los abogados y otros militantes que estaban en Trelew y Rawson que percibían mucha tensión y la posibilidad de que los militares o los marinos cometieran cualquier crimen que finalmente perpetraron en la madrugada del 22 de agosto de 1972. Realizaron una matanza ,una masacre de los compañeros y compañeras detenidos. Después de dispararles ráfagas de sus ametralladoras y fusiles los fueron rematando uno por uno y pese a la tremenda saña asesina hubo tres sobrevivientes. A este hecho terrible, esta matanza horrenda se le ha dado el nombre de Masacre de Trelew.
APU: ¿Qué balance podemos hacer a 50 años?
D.S.: Han pasado 50 años, demasiado tiempo, podría haberse olvidado. Sobre todo teniendo en cuenta que las organizaciones protagonistas de aquellos hechos ya no existe o quedaron reducidas. Este hecho caló muy profundamente en la conciencia del pueblo y actualmente se mantiene vivo el recuerdo por parte de toda la militancia obrera y del pueblo, combativa, socialista, peronista, democrática y revolucionaria.
Otros hechos de la historia argentina han pasado al olvido. Este no paso al olvido además porque los sobrevivientes nunca dejaron de sostenerlo, los familiares, nunca hubo arrepentimiento, autocritica sino todo lo contrario, se ha levantado como un símbolo de la férrea voluntad de lucha del pueblo argentino por conseguir la Liberación Nacional y para avanzar hacia el socialismo.
Los compañeros y compañeras de Trelew es una de las principales banderas de lucha por la revolución y el socialismo. En el presente evocar sus nombres, sus trayectorias, su férrea actitud militante es levantar las banderas incalificables de lucha contra la dependencia del imperialismo norteamericano y terminar con la explotación capitalista.