Hugo Crexell: "No había escuchado nunca sobre los bombardeos a Ensenada"
Creció escuchando las historias de su padre: un aviador peronista que enfrentó el intento de invasión, y las bombas, en Ensenada. “Hubo unión entre las fuerzas armadas, entre la gente y la policía”, afirma Crexell en diálogo con AGENCIA PACO URONDO. Cineasta, productor, documentalista está preparando un documental sobre el bombardeo que se llamará “Ensenada 55”.
Agencia Paco Urondo: ¿Cuál es tu primer contacto con esta historia?
Hugo Crexell: La primera vez que escuché sobre esto fue cuando era chico, nos tenemos que remontar a las mesas familiares, cuando tenía 10, 12 años. Mí papá me contaba acerca del bombardeo a la Escuela Naval, la cual estaba en Río Santiago que es jurisdicción de Ensenada. Me contaba unas historias que para mí eran increíbles, como películas básicamente. Había sido aviador naval de la Marina, y siempre me contaba cómo había tenido que luchar contra su propia fuerza, defendiendo el gobierno constitucional del general Perón en 1955, y como él a su pesar había tenido que bombardear la escuela naval que era donde se había jubilado. Mí papá tendría 75 años y yo 10, me tuvo de grande.
Mí viejo ya no está hace 15 años pero quedaron impregnadas en mi todas esas anécdotas e historias que yo las vivía en esa época como una película, una historia. Pasaron muchísimos años, estudié cine, y como que siempre me había quedado con las ganas de hacer algo con todo eso.
Muchos años atrás, como 12 años atrás, caminando por calle Corrientes entro a una librería y me encuentro con un libro que es de la Revolución del ´55 del historiador Isidoro Ruiz Moreno de la Academia Nacional de Historia, es decir una historia oficial. Lo primero que hago es consultar el índice y buscar mí apellido y mí nombre. Porque mí papá se llamaba igual que yo, Hugo Crexell, encuentro varias páginas, varias citas, donde lo nombran y dónde aparentemente lo habían entrevistado… Entonces ahí dije "bueno, algo tengo que hacer". Pero no fue ahí tampoco, tuvieron que pasar muchos años y también vivir cosas.
En 2017 cuando me cruzo con la que es mí actual pareja, Paula Tailabugue, ella es socióloga, de Ensenada. Contándonos nuestras historias, le salgo con este tema: el bombardeo a la escuela naval en 1955. Ella había escuchado por ser del lugar sobre la amenaza de bombardeo a la destilería de YPF y el éxodo que hubo.
APU: Dos éxodos…
HC: Exacto, dos éxodos. Pero no había escuchado nunca sobre estos bombardeos. Entonces ahí se dio la oportunidad de investigar e iniciamos la investigación que duró dos años.
APU: ¿Siempre hubo confusión con lo ocurrido en Plaza de Mayo?
HC: Ciertamente lo primero que sucedía era que a todo el mundo a quien yo iba a pedirle información, contándoles está historia, me decían: "Ah bueno, vos querés hacer otra película sobre el bombardeo a la plaza". Mí respuesta era que no, que eso no había ocurrido en junio y lo que yo estaba investigando sucedió en septiembre del ´55.
APU: ¿Cuando hacés el corte temporal?
HC: En realidad no es hasta la noche del 15, o la madrugada del 16, que empieza lo que después va a constituirse cómo un golpe de Estado. La verdad que lo tuvieron que armar muy en secreto ya que les había salido mal lo de junio, entonces no habían hablado entre sí. Recuerdo en las palabras de mí viejo, el villano, su archirrival siempre era el Almirante Isaac Rojas, que era el director de la base naval de Ensenada. Entonces básicamente se juntan entre varios oficiales de la fuerza, junto con Rojas, justamente ahí en Río Santiago. Y todo comienza con la toma de esa base, con lo cual, no es menor este dato. Luego cuando finalmente triunfa este golpe y Rojas se convierte en vicepresidente, ahí entendemos la importancia histórica que tuvo como autor intelectual de alguna manera, pero al mismo tiempo empiezan a surgir en Córdoba y en Curuzú Cuatiá dos focos rebeldes. En este último estaba Aramburú que después va a ser presidente. También hubo muchas luchas en la ciudad, estamos hablando que se ametrallaban en pleno centro de la ciudad de Córdoba.
Mi viejo me contaba que Perón lo manda a llamar y le dice: "Por favor Crexell, límpieme el río de La Plata". Luego lo llevan en helicóptero a la base aérea de Morón. Donde lo dejan y le dicen: "Hágase cargo como pueda". Y ahí lo dejaron ¿Por qué? Porque en ese momento no se sabía quién era leal y quién no.
APU: ¿La idea de que Ensenada, Berisso y La Plata pueden desaparecer por una bomba en la Destilería de YPF nace ahí?
HC: SÍ, es uno de los grandes centros de distribución de petróleo y de derivados, y ya en esa época era enorme. Un gran centro industrial y además un centro de trabajadores que, por supuesto, estaba ligado con el ´45 y Berisso. Recordemos que de Berisso y Ensenada parten columnas hacía la Plaza de Mayo. Entonces había también algo muy simbólico en destruir eso que es industria nacional, de clase trabajadora, fervientemente peronista, obviamente militante.
Además es real, nosotros no lo constatamos pero hemos preguntado a gente que sabe del tema y te dicen que tranquilamente una bomba de uno de esos barcos o aviones podría haber provocado un incendio muy difícil de controlar y que podría haber llegado incluso a la ciudad de La Plata.
APU: ¿Cómo fue la investigación? Partiendo de que son hechos de la historia que fueron silenciados.
HC: La investigación fue bastante compleja porque los archivos donde están básicamente los lugares, en el mapa, donde cayeron las bombas están en poder de la Marina y eso es de difícil acceso. Logré, después de muchas tratativas, dar con el archivo Rojas, el famoso archivo Rojas, que lo tiene el Departamento de Estudios Históricos Navales ubicado en Casa Amarilla, en el barrio de La Boca. Digo después de una larga batalla, porque al principio cuando empecé está investigación con el gobierno -por supuesto de distinto signo político- me la hicieron bastante complicada, incluso la propia familia de Rojas.
En estos archivos están perfectamente los lugares y las listas de todo, las comunicaciones entre los barcos, las municiones... esa característica tan de la Armada de tener todo bien registrado.
Lo que de verdad nos ayudó fueron dos personas que quiero nombrar: una es la que estaba frente a los Archivos de la Memoria acá en Capital, un historiador que se llama Carlos Hugo “Gogo” Morete. Junto con el equipo del archivo hicieron un trabajo excelente de la historia del bombardeo. Su misión era averiguar cuántas personas habían muerto. Gogó me recomienda hablar con un referente de barrio Campamento en Ensenada, que había perdido a su padre como parte del bombardeo. El era un trabajador ferroviario que se une a los combates, no armado, sino ayudando a las fuerzas del Regimiento 7 de la Plata que eran leales, peleaban cuerpo a cuerpo.
APU: Claro, la importancia del trabajador ferroviario en ese tiempo y, también, el hecho de que pelease junto a los soldados “leales”...
Correcto, entonces ahí venían los regimientos y demás. Y está persona que se llama Rodolfo Ortiz, el padre, básicamente se constituyó como un mártir de este día porque la mayoría se evacuó, pero hubo personas que se quedaron. Fallece producto de una bomba que cae en su casa, con su familia.
Entonces su hijo que también se llama Rodolfo “el flaco” Ortiz, investigó durante muchísimos años que era lo que había pasado y por eso dimos con un montón más de información de personas puntuales para entrevistar. Incluso el mismo tiene montones de archivos personales. En realidad donde terminamos encontrando está información fue en el territorio, en la vinculación con la gente que perdió a su padre o un hermano, y entonces ahí es donde se inició la película...
APU: ¿Por qué se silenció esta masacre?
HC: Gogo tiene una frase, un concepto, que me gustaría hacer propio, es un mito, el mito del golpe incruento. Esta idea de que en realidad Perón cayó por su propio peso, porque era un tirano, porque ya estaba agotado el régimen. Por supuesto todas falacias. Fue una dictadura pura y dura. Es difícil que acepten quienes escribieron esa historia que realmente hubo combate, que hubo unión entre las fuerzas armadas, entre la gente y la policía. Montones de historias en las que combatían codo a codo, donde justamente lo que querían era que la Marina no atravesará Ensenada, parar esa violencia. Era una incursión antidemocrática y anticonstitucional. En realidad lo que estaban defendiendo era la democracia. La película se terminó de filmar el año pasado que, pandemia mediante, hizo que estuviéramos dos años parados.
Entonces recién el año pasado pudimos terminar la filmación. Ahora quedan unas cositas sueltas, pero básicamente estamos en el proceso de montaje. Tenemos cantidad de horas y entrevistas, ahora es ir buscando la historia y eso más o menos está claro.
Los tiempos del cine independiente y demás hacen que una película de estás características en menos de 3 años no salga, calculo que para el año que viene va a tener su feliz estreno.
APU: ¿Fue cambiando tu objetivo a medida que avanzaba la investigación?
HC: La película para mí si era necesaria hacerla. En un punto muy personal e íntimo necesitaba corroborar que todas esas historias que yo escuchaba de chico no eran fruto de la imaginación de mí padre anciano sino que realmente era algo que él me quería dejar. Me veía pibe, que lo era, y había cosas que no iba a entender nunca y también entendí que había cosas que él me editaba por obvias razones, pero que básicamente dejó esa semilla ahí plantada para que yo la tome y haga algo con eso.
Además, en un sentido quizá político y no tan personal, aunque lo personal es político, pero en un sentido más colectivo está bueno echar luz sobre un capítulo de la historia que quedó ocultado. Me parece que es importante, y que para eso no hay tiempo. Puede haber salido antes o después pero creo que es importante incorporar esto a la conversación a la historia.