Los desafíos económicos de Argentina: el rol de la pesca y la explotación marítima
AGENCIA PACO URONDO dialogó con Julián Suárez, quien actualmente es Director Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera. El funcionario se refirió a la importancia de la pesca para construir soberanía y explicó las perspectivas planteadas para su gestión.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué rol cumple la pesca en la construcción de soberanía nacional?
Julián Suarez: El mar y todos los recursos que lo habitan se constituyen, sin dudas, en un factor clave para la construcción de la soberanía de nuestro país. La plataforma continental argentina es una de las más extensas y ricas del mundo. Se extiende desde los 34°S a los 56°S, con una superficie de casi 3 millones de km2. La Argentina marítima representa una de las áreas más productivas del océano Atlántico, debido en gran medida a la presencia de frentes marinos de alta producción biológica.
En nuestra región se destaca el frente del talud, situado en el borde de la plataforma continental, el cual se extiende por más de 1.500 km y representa una parte fundamental del ecosistema marino argentino dado que proporciona los recursos críticos para un gran número de especies. El frente de talud no sólo atrae a las especies, sino que es además una zona elegida para la pesca comercial, a causa de la concentración de organismos en dichos sitios. El Mar Argentino y sus aguas adyacentes son reconocidos como un importante caladero de pesca a nivel mundial. Existen una gran variedad y abundancia de especies, algunas de la cuales tienen importancia económica y son exportadas a otros países, por lo que es una región altamente productiva caracterizada por importantes pesquerías como el langostino, la merluza, el calamar y especies australes.
APU: Además, es una industria con mucho empleo. Es así, no?
JS: Miles de trabajadores distribuidos no solamente en los buques pesqueros comerciales, sino también en los puertos de toda la costa argentina desde Mar del Plata hasta Ushuaia, mantienen sus familias aportando su trabajo a la industria pesquera argentina. Actualmente, las embarcaciones con Permiso de Pesca vigente en Nación ascienden a 508 busques pesqueros y el sector emplea en forma directa a 30 mil personas, número que asciende a las 100 mil personas si se tiene en cuenta el empleo indirecto. La actividad pesquera argentina es una de las actividades económicas, cuya producción, consiste en la explotación de recursos naturales renovables. Estos adecuadamente administrados pueden ser preservados para las futuras generaciones y es lo que se realiza en cada medida de Administración que se lleva adelante. El desafío de la industria pesquera, es orientar su esfuerzo hacia productos con agregado de valor que impliquen mano de obra argentina en tierra.
De esta manera, la República Argentina posee derechos sobre el mar territorial comprendido en la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA), que se extiende hasta las 200 millas marinas, contadas desde las líneas de base. Más lejos de la milla 200, el Estado Nacional no tiene jurisdicción para imponer ninguna medida de Administración, dado que se rige por el principio de “Libertad de la alta mar”, reconocido por todos los Estados en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y corresponde a Aguas Internacionales.
De esta manera, y en pos de proteger los recursos ícticos de los 46 millones de argentinos y argentinas, tenemos a disposición un equipo técnico y medios de las Fuerzas de Seguridad y Armadas a lo largo de todo el litoral marítimo, en paralelo con el monitoreo electrónico permanente de la zona, afectando a las tareas de patrullaje aeronaves y unidades guardacostas de superficie (PNA) y/o Patrullas Oceánicas (ARA). Al cuidar nuestra soberanía protegemos las capacidades productivas que nos brinda nuestro mar.
APU: ¿Qué pasa con la pesca irregular?
JS: Todas las empresas que se dedican a la actividad pesquera en nuestro país son empresas nacionales, algunas tienen una composición accionaria con capitales extranjeros, que pueden ser canadienses, franceses, españoles, estadounidenses entre otras, no solamente de origen chino, como suele decirse. Pero todas las compañías que operan en el país son argentinas conforme establece el Régimen de la Ley Federal de Pesca. Las embarcaciones que operan dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina son todas de bandera nacional, las cuales poseen un Permiso de Pesca otorgado por la Autoridad de Aplicación del Régimen Federal de Pesca en función de la aprobación que realiza el Consejo Federal Pesquero.
Ahora bien, existe un control permanente para salvaguardar los recursos marítimos de los argentinos y argentinas. Tal es así que, en el año 2020, momento más complejo de la pandemia, capturamos tres embarcaciones que se encontraban dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina realizando tareas de pesca ilegal. En detalle, capturamos y sancionamos 2 buques poteros de bandera de la República Popular de China y un buque arrastrero de bandera Portuguesa. Los mismos fueron identificados por la Prefectura Naval Argentina y la Armada Argentina, quienes desplegaron sus unidades de superficie como así también sus aviones y los hicieron ingresar a puertos de nuestro país y posteriormente, desde la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura los sancionamos con contundencia.
Debemos destacar que, las fuerzas de Seguridad y Defensa de nuestro país cuentan con los recursos humanos, logísticos y tecnológicos para detectar en tiempo real el ingreso de una embarcación extranjera a la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA), lo que permite actuar de forma inmediata para prevenir cualquier tipo de acción antireglamentaria por parte de embarcaciones de pabellón extranjero.
APU ¿Qué políticas se están siguiendo para generar divisas de la mano de la pesca?
JS: Desde el comienzo de nuestra gestión tomamos medidas de administración con el fin, tal como dispone el artículo 1 de la ley 24.922, de mantener el ejercicio de la pesca marítima procurando el máximo desarrollo compatible con el aprovechamiento racional de los recursos vivos marinos. De esta manera, promovemos la protección efectiva de los intereses nacionales relacionados con la pesca promocionando la sustentabilidad de la actividad pesquera, fomentando la conservación a largo plazo de los recursos, favoreciendo el desarrollo de procesos industriales ambientales apropiados que promuevan el procesamiento en tierra y, en consecuencia, el mayor empleo de mano de obra argentina.
En lo que se refiere a desembarques, Argentina lo hace en promedio, considerando todas las especies y todas las jurisdicciones, unas 800.000 toneladas anuales. De estas capturas, entre el 93% y el 97% de lo que se desembarca se termina exportando. Es así que desde la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación se alienta el agregado de valor a los productos exportados, dado que así se incrementa el trabajo en tierra.
El objetivo fue lograr una segmentación de los derechos de exportación, priorizando una mayor presencia territorial en el procesamiento del producto final, promoviendo el agregado de valor a los productos y potenciando la creación de empleo. Del mismo modo, se desalienta la exportación de los productos en bloque para procesar en otro país y luego comercializar, aplicando un aumento en la alícuota. De esta manera, se consigue promover una reducción de los aranceles, estableciendo políticas públicas que tiendan a otorgar un tratamiento más justo para quienes apoyen al desarrollo del país.
APU: En qué situación se encuentra la piscicultura en Argentina y cuáles son las políticas para desarrollar su potencial económico?
JS: Argentina consolidó a la acuicultura como una política de Estado, priorizando y ubicando al sector en lo más alto. En 2015 se sancionó la ley N° 27.23, donde se crea un régimen de fomento y un fondo Nacional, que dispone de financiamiento para el crecimiento sustentable del sector. Por aquel entonces nuestro país se encontraba en las 4.100Tn de cultivos. Desde el 2016 al 2019 tuvo un fuerte descenso que redujo al 50% del stock, llegando a las 2000tn.
En nuestro país, al asumir Carlos Liberman como Subsecretario de Pesca y Acuicultura de la Nación, en la órbita del entonces Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca se crea la primera Dirección Nacional de Acuicultura. De esta manera, se formalizan los instrumentos de implementación del régimen de fomento creado por el Congreso de la Nación, y se alinean las herramientas de crecimiento sustentable en todo el país.
El futuro del sector como complemento de la Pesca es altamente prometedor y es, sin duda alguna, un horizonte que debe tenerse en cuenta como un enorme aliado de nuestra actividad, al igual que lo es en todo el mundo.
Concretamente podríamos como país, imaginar una acuicultura que le aporte a la pesca otros 2000 millones de dólares de divisas y miles de puestos de trabajo.