Revista española, sobre YPF: "No nos metemos en esta guerra"
Cristina Fernández Kirchner gustaba a los liberales españoles cuando solo era una Evita Perón con lolas de silicona. Pero el jueves se hizo la ‘Che’ Guevara y se lio la de Las Malvinas. Cuando dejó caer que estaba pensando en socializar el 50,1% de Repsol YPF, los perros de presa del empresariado español saltaron como un resorte a defender la voz de su amo.
Desde entonces, a los argentinos les han dicho de todo. Desde «apestados internacionales» hasta amenazas como las del Ministro de Industria, que asegura que los gestos de hostilidad contra empresas españolas serán interpretados como «gestos de hostilidad hacia España». Pero no os equivoquéis. Cuando hablan de “empresas españolas” no se refieren a vosotros. Si os vais a Rio de Janeiro, os montáis una jamonería con toda la ilusión del mundo y un día llegan los niños de las favelas y os roban los jamones, os dejan en tanga vivo y os obligan a bailar la samba al son de la batucada metálica de sus ametralladoras doradas, el Gobierno de España no va a enviar a los cazas. No van a salir ni el Ministro de Industria, ni el Secretario de Estado para la UE ni Soraya Sáez de Santamaría con cara de haber dormido en la cama de un faquir. Cuando hablan de “empresas españolas” se refieren a “empresas propiedad de los grandes neoliberales españoles que tienen al Gobierno pillado por el escroto y le obligan a hacer reformas muy tochas”.
Esto no es una cuestión de Estado, boludos. Argentina la pifió votando a un gobierno que vendió la explotación de sus pozos para repartirse el botín entre cuatro amigos, y Repsol la pifió pensando que podría explotar los recursos de un país sin reinvertir ni un churrasco de sus ganancias. FIN. A nosotros que no nos metan en esa guerra. ¿De verdad iríais a una guerra contra los argentinos? ¡Santo Dios, si son capaces de alargar una conversación durante cuatro horas solamente con adjetivos, imaginad de lo que serían capaces con un arma! ¡Esa guerra duraría 500 años! Además, si ganaran sería horrible porque nos obligarían a beber mate y a mirar sus horribles películas en las que todo el mundo habla mucho todo el rato pero nadie hace nada y entremedio Cecilia Roth enseña una teta. Pero si perdieran sería peor, porque harían como con Las Malvinas. Cada año celebrarían el jodido aniversario y rezarían todos juntos muy fuerte para que en el siguiente Mundial les tocara contra España y pudieran vengarse rompiéndole la tibia a Xavi e Iniesta. Mejor nos preocupamos de lo nuestro, que bastante trabajo tenemos, y dejamos a los argentinos con lo suyo, es decir, con su peronismo, con su corrupción, y con nuestras novias.