Moyano: una trayectoria de lucha que muerde la banquina
Mañana, Hugo Moyano, secretario general de la CGT, llevará adelante un paro al que acompañará con una movilización a Plaza de Mayo. El paro no será "general" ya que los principales gremios de la central no van a adherir; sólo lo hará Camioneros y otros menores que integran el moyanismo. Con la movida, el dirigente pisa el acelerador en su ruptura con el Gobierno nacional (¿pasará a la oposición?).
Moyano da este paso que va a contramano de una larga historia sindical y política cuyo primer capítulo tal vez pueda ubicarse a principios de 1990 cuando apoyó la Comisión Nacional de los Gremios Estatales, organizada para enfrentar el proceso de privatizaciones. En 1991, integró la lista a diputados encabezada por Saúl Ubaldini. Como se ve, desde los comienzos estuvo en la vereda de enfrente del menemismo.
Según reseñó el diputado nacional Héctor Recalde, cercano al camionero, Moyano participó activamente de los siguientes paros y movilizaciones: 15 de noviembre de 1990; 9 de noviembre de 1992; 2 de agosto de 1994; 21 de abril de 1995 (muerte de Víctor Choque); 6 de setiembre de 1995; 8 de agosto de 1996; 26 y 27 de setiembre de 1996; 26 de diciembre de 1996; 14 de abril de 1997 (muerte de Teresa Rodríguez);14 de agosto de 1997; 2, 9, 16 y 23 de setiembre de 1998. El listado contradice a muchos kirchneristas que borran de un plumazo el recorrido del sindicalista, entre ediciones de televisión.
En 1994 intervino en la creación del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), primero como fracción autónoma al interior de la CGT y desde 1997 por fuera de la central. El MTA articuló políticamente con la CTA y con el emergente movimiento de piqueteros. La notable visión de Moyano le permitió ir más allá de su reclamo sectorial. De hecho, las políticas de desindustrialización del menemismo favorecieron a los gremios vinculados con los servicios y el transporte, sobre los ligados con las industrias (la UOM, como actor central durante el Estado de Bienestar). Camioneros se volvió así un sindicato poderoso, lo que no obstaculizó que Moyano comprendiera la tragedia social que estaba causando el programa neoliberal.
Con De la Rúa, su accionar fue el mismo. Llevó adelante diferentes paros nacionales y denunció al Gobierno por querer comprar legisladores para que votaran leyes contra los trabajadores. Así las cosas, fue uno de los tantos responsables del final del neoliberalismo.
Desde 2003 acompañó las políticas llevadas adelante por el kirchnerismo. Rápidamente, en el campo laboral: recuperación de las paritarias, mejoras salariales anuales, creación del Consejo del Salario Mínimo (el que se incrementó notablemente), derogación de la ley de flexibilización laboral, recuperación de las AFJP, aumentos de las jubilaciones, asignación familiar para los trabajadores en negro y desocupados.
En 2008, Moyano apoyó la disputa política que enfrentó al Gobierno con las patronales agropecuarias. En 2009, en medio de un recrudecimiento de la crisis internacional y a meses de una elección legislativa, llenó la 9 de Julio para apoyar la candidatura de Néstor Kirchner. En 2011, en un nuevo acto masivo, ubicó a NK junto a Perón y Evita y pidió por la reelección de Cristina.
Cómo explicar que ahora ese mismo hombre conduzca un "paro y movilización" en el actual contexto. Que aquel dirigente que supo integrar frentes que articularon reclamos de los sectores más desprotegidos ahora de cuenta de la demanda de los trabajadores mejor remunerados del país (que son un minoría entre los asalariados).
Y lo haga disputando abiertamente con el liderazgo político de Cristina, que junto con el de NK significan el mayor avance popular de los últimos 40 años. En el último comunicado de la CGT, el moyanismo buscó separarse de los "sectores que nada tienen que ver con el Proyecto Nacional". Serán los mismos que buscarán sacar provecho del enfrentamiento.
El camionero mordió la banquina. Deberá definir cómo sigue la historia. Si encauza su trayectoria en el camino que comenzó en 2003 (no sin tensiones para definir a qué velocidad se avanza). O si definitivamente elige tomar un rumbo diferente, a contrapelo de lo optado por las mayorías populares hace sólo un par de meses.