"No llego a ver cuál es el gran incentivo para la UCR o si es lo único que le queda"
Por Enrique de la Calle
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo ve la alianza entre el PRO y la UCR? ¿Coincide con esa visión que habla de un “abandono de banderas históricas del radicalismo”?
Nicolás Tereschuk: Eso es relativo, el radicalismo venía con algunas tensiones internas y con algunos debates internos. Pero en general seguían detrás de la agenda de los medios, un poco lo mismo que le pasa al PRO. Con lo cual ahí hay varias coincidencias. No es que por esta convención deja las banderas, esto venía desde antes. Puede haber alguna diferencia, el caso de la nacionalización de YPF, en el que hubo un debate importante en el radicalismo y votaron a favor en general de esa ley. Pero es cierto que si se revisan otras votaciones importantes hay coincidencias.
APU: ¿Cómo ve el escenario que queda conformado ahora, con tres espacios importantes y no cuatro? ¿El acuerdo cuánto desdibuja a Sergio Massa?
NT: En general, las democracias como las nuestras, sudamericanas, ya no se identifican a partir de la diferencia entre oficialismo y oposición sino directamente como presidente-oposición. Hay una centralidad del liderazgo presidencial y la oposición no se ordena tanto de partido a partido. La clave de lectura sigue siendo por ahí. Entonces, todos buscan posicionarse en función del presidente, fíjate que faltan 6 meses para que se vaya Cristina y hoy se sigue hablando de Cristina; no es que están hablando de los proyectos o de los precandidatos que tiene el FpV, le hablan a Cristina y están hablando de Cristina. En función de eso se va ordenando la cosa.
Al resto de la oposición les cuesta mucho hacer esto que a veces quiere hacer Macri o que trató de hacer Massa durante 2013, que es esto de conservar lo bueno y cambiar lo malo, de mantener políticas y cambiar o mejorar otras. Hay una tendencia medio centrífuga a irse a la banquina de la derecha. Y ahí están las disputas en la oposición y qué lugar hay, yo no diría para distintos espacios sino para cuál es el planteo. La oposición va bandeándose en eso y también los analistas de la oposición, si te fijás, en enero parecía que se derrumbaba el gobierno y toda su base de sustentación. Después, al mes, mes y medio el gobierno logra recomponerse. Tenés analistas de la oposición como Poliarquía que en las últimas horas te dicen que una de cada cuatro personas es votante de Cristina. Esto es lo que está definiendo el escenario, más allá de si hay lugar para tres o cuatro espacios políticos.
APU: En relación, volviendo al tema de la UCR: ¿cree que las distintas fuerzas que lo componen, los distintos liderazgos, van a acompañar esto que se decidió en la convención o durante el año se va a dar una realidad más compleja, más heterogénea?
NT: Hay cuestiones que no entiendo del todo sobre este acuerdo, no llego a entender bien. Si bien está esto de que hay incentivos para unirse, que el PRO tiene un liderazgo, una presencia y un candidato presidencial más fuerte y el radicalismo no lo tiene mientras que sí tiene una estructura más territorial – ahí estaría dada la complementariedad – el hecho de mantener la precandidatura de los dirigentes radicales como Sanz hace que, por lo que se planteó hasta ahora, no podría estar en la fórmula a vicepresidente.
Luego, a nivel provincial, estos acuerdos ya estaban habilitados por el partido, lo cual ahí no hay novedad. Después hay elecciones provinciales anticipadas y la gente puede votar una cosa y después otra como en 2011. Ganó De La Sota en Córdoba, ganó Macri en CABA y Cristina arrasó en la nacional. Con lo cual el incentivo del radicalismo: ¿cuál sería? ¿negociar unos ministerios? ¿sostener la renovación de las bancas que tienen en diputados? No llego a ver cuál es el gran incentivo ahí o si es lo único que le queda.
APU: Como lógica defensiva.
NT: Probablemente, pero si el radicalismo tuviera la estrategia de ganar un par de gobernaciones provinciales más, por ejemplo, o bancas en el senado, otras en diputados, eso podría hacerlo sin este acuerdo. Lo pregunto, no lo tengo tan claro.