Brasil decide su futuro
Por María Constanza Costa, desde San Pablo*
Brasil entró en el último tramo de la campaña electoral. Si bien oficialmente luego del debate televisivo organizado el jueves pasado por la cadena O´ Globo comenzó la veda, ésta tiene algunas características diferentes de las que posee en Argentina. En el caso brasileño, los candidatos pueden participar de eventos públicos pero está prohibido realizar discursos, no pueden llevarse a cabo actos con amplificadores de sonido, los postulantes pueden conversar con la gente pero solamente "cara a cara". Siguiendo estas reglas, ayer se llevó a cabo una caminata por el centro de la ciudad de San Pablo, que comenzó en la Praça da Azevedo, frente al teatro municipal y concluyó en la Praça da República.
La caminata fue encabezada por Lula da Silva y Dilma Rousseff acompañados del candidato a senador por San Pablo, Eduardo Suplisy, el postulante para la gobernación estadual, Alexander Padhila, y el Jefe de gobierno del municipio de San Pablo, Fernando Haddad. A pesar de que el estado de Sao Paulo es un territorio "hostil", ya que hace más de 20 años que es gobernado por el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), el Partido de los Trabajadores(PT) cuenta con un gran apoyo popular (sobre todo en la ciudad de San Pablo), ya que fue este estado, que tiene más de 41 millones de habitantes y donde se ubica el cordón industrial más importante del país (la economía paulista representa el 33% del PBI del país), el que vio nacer al Partido de los Trabajadores, a finales de la década de los 70´s. Es por eso que en este tramo final, el PT redobló los esfuerzos en territorio paulista, el mismo Lula da Silva junto con Padhila, le puso el cuerpo a la campaña y recorrió los principales barrios de la periferia. Se los pudo ver esta semana realizando caminatas en lugares emblemáticos como Tirandetes, Diadema y Sao Miguel paulista.
La invisibilización, por parte de los medios de comunicación, de las políticas de gobierno llevadas adelante en los 12 años de gobierno petista, es uno de los puntos más fuertes del discurso de Lula: “Esta campaña va a servir exactamente para que usted vea cómo ciertos medios prefieren hacer política a informar bien. Cómo sólo se ocupan de hablar mal del gobierno y son capaces de esconder obras fundamentales que están transformando Brasil”, expresa el ex presidente en el spot televiso que se proyectó a nivel nacional a partir del inicio oficial de la campaña.
En un acto realizado en Diadema, el jueves pasado, el ex presidente volvió a señalar que la prensa "se comporta como un partido de la oposición", además aseguró que estos medios "atacan a Dilma, como nunca atacaron a nadie", y denunció la sistemáticas agresiones a la presidenta por su condición de mujer. "Parece que la idea de una mujer gobernando este país incomoda a algunos machistas de la prensa brasileña", afirmó.
Además, resaltó los números de un informe realizado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), que revela el tratamiento parcializado de las noticias relacionadas con cada uno de los candidatos. El informe indica que desde el inicio de la campaña la prensa escrita publicó 490 titulares negativos sobre Dilma Rouseeff, 75 sobre la candidata por el PSB, Marina Silva, y sólo 39 sobre el "tucano" Aecio Neves.
En pos de cumplir con el objetivo de comunicar los logros de más de una década de gobierno del PT, la política desarrollada en materia de educación tiene un lugar privilegiado en el discurso de Lula, el ex presidente destacó la creación de 18 universidades públicas, lo que significó la incorporación de 7,3 millones de alumnos en el sistema de educación superior, la construcción de 436 escuelas técnicas y por último la ley impulsada por el ejecutivo y aprobada por el Congreso, que destina el 75% de las ganancias del petróleo "presal" al presupuesto educativo. También destaca en el discurso los avances en materia social como el programa Bolsa Familia, que logró sacar a 36 millones de brasileños de la pobreza extrema y actualmente cuenta con 50 millones de destinatarios.
Frente al crecimiento de Marina Silva, luego de la muerte de Eduardo Campos, el PT dio un giro agresivo en su campaña. Fue Lula quien definió que debía combatirse la "antipolítica" de Marina demostrando que fue "la política" la que permitió transformar la estructura social del país, que hasta la llegada del PT al poder parecía haberse naturalizado que desarrollo y desigualdad iban de la mano.
Este giro en la campaña parece haber dado sus frutos. Según la última encuesta de Datafolha para la primera vuelta, Rousseff obtendría el 40 por ciento de intención de voto; la candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB), Marina Silva, 24 por ciento, y el postulante del PSDB, el senador Aécio Neves, 21 puntos. Si se tiene en cuenta el margen de error porcentual de dos puntos, esto representa un empate técnico entre Marina y Aecio. La victoria en primera vuelta del PT parece ser un objetivo difícil, ya que se necesitan el 50 por ciento más uno de los votos para lograrlo. >Según el mismo sondeo , Rousseff tendría 48 puntos y tanto Silva como Neves alcanzarían el 41 en el escenario de ballotage.
Mañana 142.822.038 millones (de los cuales 354.184 mil votan fuera del país) de brasileños definen el destino de un país, que viene cambiando su historia desde hace más de una década.
*Periodista de Portal del Sur