Brasil: por una cooperación internacional al servicio de los movimientos sociales
Por Sergio Ferrari (*)
¿Cuál es el rol y el desafío de una cooperación realmente solidaria en el contexto de una situación política compleja como la que atraviesa hoy el gigante de América del Sur? Pregunta esencial formulada al teólogo y educador popular Djalma Costa, quien coordina en Brasil el programa de la organización suiza E-CHANGER (Intercambiar), presente en ese país sudamericano desde hace más de 25 años. Costa es, además, persona de referencia en el Centro de Defensa de los Derechos de los Jóvenes y Adolescentes de Interlagos (CEDECA Interlagos) y para Novo Movimento, otra organización helvética de solidaridad. Entrevista.
P: ¿Qué significa para usted volver a reactivar la coordinación de un programa solidario como el de E-CHANGER (E-CH) en Brasil?
Djalma Costa (DC): Me llena de gran alegría. Implica la posibilidad de seguir promoviendo una cooperación construida horizontalmente junto con las contrapartes, que ha probado su gran calidad, recorriendo un camino común. Muestra que la solidaridad entre el “Norte” y el “Sur” –por denominarlas de alguna manera- es fuerte y siempre posible, cuando hay un real convencimiento y la correspondiente voluntad política de los actores de esa relación.
P: ¿Cuál es el mayor capital heredado de la presencia de E-CH en su país desde hace más de 25 años?
DC: La enorme credibilidad. Desde un inicio, Frères Sans Frontières y luego E-CH promovieron una relación fuerte y horizontal con las contrapartes. Ellas participaron siempre en las propuestas y definiciones del programa en cada etapa. Nos transmitieron siempre sus certezas, experiencias y proyectos, en tanto movimientos sociales y actores esenciales de la sociedad civil brasilera. Esto le da una gran fuerza a la identidad de una cooperación realmente solidaria como la que promueve E-CH.
P: Las mismas copartes que manifestaron sus inquietudes en los últimos años con respecto a la identidad de E-CH…
DC: En efecto. Esas copartes incentivaron y apoyaron a E-CH cuando supieron de la alianza que se construía en Suiza con otras ONG con la hipótesis de fortalecer este tipo particular de cooperación a través del intercambio de personas, del voluntariado internacional. Pero condicionaron su confianza y apoyo a la existencia misma de E-CHANGER, en tanto actor social en Suiza. Es decir, en tanto siguiera siendo protagonista de un paradigma de cooperación que se opusiera a la visión tradicional, verticalista, de transferencia o imposición de valores. Es decir, E-CH cuestionando el modelo neoliberal que es antagónico a un desarrollo planetario durable y solidario. Nuestras contrapartes vieron con preocupación ciertas señales que llegaban desde Suiza. Y eso explica que, en el último encuentro nacional de contrapartes y cooperantes, de mayo 2015, en Manaos, se pronunciaron a favor que E-CH retome su propio programa, con sus valores históricos, aunque éste sea más pequeño y modesto que antes.
P: Sus prioridades para 2017…
DC: Ordenar la casa. Asegurar que el nuevo programa 2017-2018 se instale con tranquilidad. En los próximos meses debemos reforzar la relación privilegiada, histórica, con nuestras contrapartes. Y centrarnos en un aporte al reforzamiento institucional de las mismas. Es un momento muy difícil para los movimientos sociales brasileros en general y nuestras copartes en particular. Viven una coyuntura de fragilidad. Sienten la amenaza de un Estado que ha cambiado rápidamente de perspectiva desde el golpe parlamentario del año pasado. Como señalan personalidades amigas de siempre de E-CHANGER, como los teólogos Leonardo Boff o Frei Betto, hoy las organizaciones sociales son criminalizadas y cada día más son perseguidas. En este sentido, pienso que es coherente la decisión de retomar el programa de E-CH en 2017 con cooperantes nacionales, locales, brasileros. Pero sin perder de vista la futura presencia de cooperantes suizos, quienes constituyen el eje central de la cooperación con rostro humano, de ida y vuelta, de puente entre sociedades civiles del Norte y del Sur que impulsa E-CHANGER.
P: Otras reflexiones complementarias…
DC: Es importante de una forma u otra integrar también, en el trabajo de E-CH en Brasil, algunas antiguas cooperantes suizas que quedaron en el país. Debemos reflexionar la forma de hacerlo. Y es fundamental que antiguo-as cooper-actores/actrices que regresaron a Suiza sigan brindando su aporte al movimiento. Es también importante innovar y crear nuevos mecanismos para que el trabajo de los cooperantes nacionales, en esta fase, sirva activamente para la información y sensibilización en Suiza. No hay recetas mágicas. Eso es lo maravilloso de esta etapa. Debemos partir casi de cero en cuanto a nuestras metodologías. Pero con el capital enorme, repito, de la credibilidad que tiene E-CH y la calidad, coraje y valentía de nuestras copartes. Sean los movimientos que como el MST trabajan por los derechos a la tierra; o aquellos que abogan por los derechos de las poblaciones marginales urbanas; o la Marcha Mundial de Mujeres o bien las organizaciones que bregan a favor de los indígenas Yanomamis en la Amazonia brasilera.
(*) La versión en francés de esta entrevista en: www.e-changer.org