“Maduro se convirtió en el tercer presidente en la región de extracción sindical”
AGENCIA PACO URONDO: Estaba comparando con las elecciones de finales del 2012 y entre los votos que perdió Chávez y los votos que ganó Capriles, hay una diferencia de 1.300.000 votos.
JUAN DUARTE: Sí, es impresionante. Además, en el último tramo de campaña hubo un cambio de tendencia muy fuerte que posibilitó que Capriles termine ahí, voto a voto prácticamente.
APU: Diosdado Cabello intentó un comienzo de autocrítica, dijo que tenían que revisar qué les pasó, por qué los sectores más pobres votaron a la derecha.
JD: Sí, fue un intento de repensarlo, anoche lo demostró Maduro cuando en el discurso reconoció que había ganado por unos 300.000 votos, dijo que había que repensar qué es lo que tenemos que reportar, porque el margen no era el esperado.
APU: Lo tuyo es lo sindical y como Maduro es un Presidente que viene de la tradición sindical ¿Conocés algún dato de su biografía al respecto?
JD: Maduro, a partir de hace unas horas, se convirtió en el tercer presidente de tradición sindical que asume mediante el voto popular. Los dos anteriores fueron los reconocidos: Lula (ex trabajador metalúrgico) y Evo Morales, conocido por su militancia cocalera en Bolivia. En este contexto, Maduro se convierte en el tercer trabajador que asume una presidencia y tiene algunos rasgos en común, tanto con Lula como con Evo. En principio, viene de una militancia sindical y fue líder, me parece que ese es el rasgo distintivo, que se convierte en una figura pública siendo líder de protestas contra las políticas neoliberales de los 80, 90 en Latinoamérica. Eso lo catapulta a la luz pública y le da un alto grado de reconocimiento, ahí es donde se puede tramar como un paralelo entre los tres.
APU: En su caso era el sector transporte.
JD: Exactamente. En 1991, Maduro empieza a trabajar en lo que es el metro de Caracas, se convierte en delegado y rápidamente funda el Sindicato de Trabajadores del Metro de Caracas, que si mal no recuerdo se llama SiTaMeCa. El metro es el colectivo. Lo más parecido al metrobús. Rápidamente se convierte en delegado y con la creación del sindicato se convierte en una figura pública importante por la potencia que tiene el metro en tanto a la posibilidad de parar una ciudad y se convierte en un referente contra las luchas neoliberales. Luego funda lo que se llama la Fuerza Bolivariana de los Trabajadores y dentro de esa fuerza bolivariana se suma a lo que es el chavismo, pero dentro de eso está su rama sindical. Fue quién convocaba las reuniones sindicales latinoamericanas, el nacimiento del ALBA por el año 2000.
APU: Otra cosa que alguna vez se ha hecho referencia es que el sindicalista que gana en Brasil sea un metalúrgico, que el que gane en Bolivia sea un sindicalismo campesino y de logística y transporte en Venezuela, también en algún plano da cuenta la sociedad y la economía ¿No es así?
JD: Claro, muestra un poco el perfil de quiénes tienen un poder importante de acuerdo al perfil de la economía del país, una economía importante, con potencia. Una tradición como la brasilera tiene como figura principal a un metalúrgico, una economía muy campesina de pequeños productores y tradición comunitaria como la boliviana, tiene a Evo Morales. En una economía bastante más golpeada por el neoliberalismo, los transportes y los servicios son una parte fundamental.
APU: Si me dejás seguir jugando, en la tensión Moyano - Caló, puedo decir que la economía argentina está a mitad de camino entre la venezolana y la brasilera.
JD: Sí, se puede entender que por eso la diferencia ahí es importante y que la fuerza está muy pareja, pero la verdad que el desarrollo de la economía argentina tampoco es la brasilera. Tampoco la venezolana. Moyano tuvo la fuerza y la capacidad de poder jugar fuerte con la destrucción del ferrocarril que hace que los camiones sean un sector importantísimo de la logística nacional.
APU: Pensando en el futuro de Venezuela ¿Te parece que la tradición de Maduro se va a ver en el fortalecimiento de los sectores sindicales en Venezuela?
JD: Creo que sí, siguiendo un poco la lógica que tuvo el chavismo el último tiempo, con su último paso importante que fue la aprobación de la Ley Orgánica del Trabajo, lo que debería suceder ahora es un fortalecimiento y una aplicación absoluta de esa ley que es incipiente. Hace unos meses que está en vigencia y que es la ley laboral más importante de Latinoamérica. Esa ley, que entre otras cosas prohíbe el trabajo tercerizado, que reparte ganancia, que prohíbe el despido sin causa, debería ser la base y el puntapié inicial para que Maduro vuelva a obtener y recuperar ese terreno que perdió este último tiempo.
APU: ¿Cómo ves la aplicación? Porque uno puede tener una ley fantástica pero si tu estructura económica está muy precarizada, no es tan fácil aplicarla.
JD: No es tan fácil, de hecho, es muy difícil el tema. Principalmente, el tema de las tercerizaciones y el el trabajo informal vinculados a estos procesos de tercerizaciones que hubo en Latinoamérica. Hasta dónde los trabajos que son trabajos temporarios, son temporarios o están tercerizados. Cuál es el punto de fraude laboral que está ahí atrás para que un trabajador esté tercerizado. Me parece que es lo más difícil de poder solucionar en la economía, de hecho, no hay estudios concretos en ninguna economía latinoamericana. Sin embargo, eso tiene una definición que es muy importante y que habla de la capacidad que tiene uno de parar la producción o de interferir en la producción. Cualquier trabajo que interfiera en la producción directa de una fábrica o una empresa, tiene que ser trabajo registrado y estar en blanco.
Me parece que esa es la parte más importante donde tienen que atacar y seguramente rompiendo con la tercerización, como efecto de esa ruptura, van a conseguir mayor potencia y mayor poder sindical. Una de las consecuencias que tiene la tercerización es romper la capacidad de los sindicatos y de los trabajadores a fuerza de destruir la solidaridad entre ellos, porque responden a diferentes convenios y diferentes intereses.