Solidaridad suiza con Bolivia: por los derechos humanos y elecciones realmente democráticas
Por Sergio Ferrari, desde la ONU, Ginebra, Suiza
Fotos de Marcella Camerano
La situación política que vive Bolivia desde noviembre pasado hasta la actualidad sigue siendo compleja y preocupante. De allí la importancia que la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas no solo se pronuncie sobre la “sistemática” violación de los derechos ciudadanos sino también que elabore un informe sobre el estado de los derechos humanos en ese país sudamericano.
Así lo enfatiza un documento que en forma de Carta Abierta y con la firma inicial de cerca de 150 personalidades de varios países acaba de lanzar desde Suiza un grupo de asociaciones solidarias. ALBA-SUIZA es una de las principales promotoras de esta iniciativa.
El documento fue elaborado en cinco idiomas -español, francés, italiano, alemán e inglés- y puede leerse íntegro aquí.. Luego de una exhaustivo descripción de los hechos acaecidos desde noviembre del año pasado, incluye demandas dirigidas a los principales actores bolivianos así como a gobiernos, organizaciones internacionales, movimientos sociales y la solidaridad internacional en general.
“Exhortamos a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional de Bolivia a velar y resguardar, ante todo, la vida y la dignidad de cada persona que se encuentre en territorio boliviano, sea cual fuere su afinidad política o nacionalidad” y respetar la inmunidad de las representaciones diplomáticas con la debida protección de sus funcionarios, asilados e instalaciones, afirma el documento mirando hacia el país sudamericano.
Al mismo tiempo, insta a la comunidad internacional a “seguir denunciando este golpe de Estado” así como “los mensajes de odio y racismo y la violencia extrema perpetrada por la derecha radical antidemocrática contra los pueblos indígenas, los campesinos” y otros sectores populares.
La Carta Abierta denuncia también la judicialización de la oposición (el “Lawfare”) promovida por el gobierno de facto, quien “despliega una maquinaria perversa de persecución política”. Los denunciantes señalan como principales métodos persecutorios: el “continuo linchamiento mediático, la invención de causas judiciales y la violación permanente de convenciones, normas internacionales y la misma Constitución boliviana”.
“No solo nos parece esencial que la comunidad internacional alce su voz ante el quiebre constitucional que sufre Bolivia, sino también que exija, que las elecciones del próximo 3 de mayo, sean limpias, realmente democráticas, y se permita la presencia de acompañantes que lleguen del mundo entero”, enfatiza Patria Salomón, miembro de ALBA-SUIZA y una de las promotoras de la Carta Abierta.
Las organizaciones de base, los movimientos sociales, el pueblo indígena y campesino “deben tener el derecho de expresar libremente su voluntad en las urnas. Para que tengan un verdadero valor político, para destrabar realmente la compleja situación interna del país, y para que Bolivia vuelva a recuperar su reconocimiento internacional, los comicios deben ser ejemplares, con una campaña electoral previa en igualdad de condiciones de todos los candidatos y sin ningún tipo de proscripciones”, enfatizó.
La solidaridad con Bolivia ha marcado una propia dinámica en las últimas semanas en este país. Cincuenta bolivianos residentes en Suiza y suizos activos en la solidaridad internacional se congregaron el sábado 18 de enero frente a la puerta principal de la sede de las Naciones Unidas en Ginebra. Objetivo: hacer escuchar sus voces críticas contra el golpe de Estado en Bolivia, exigir el pleno respeto de los derechos humanos, y que cese la represión contra los dirigentes sociales y los sectores populares.
Para este sábado 25 de enero, una semana más tarde del acto ante la ONU, la Organización Bolivia Plurinacional de Suiza convoca, en la misma ciudad de Ginebra, a una actividad político-cultural de solidaridad con el pueblo boliviano que tendrá diez horas de duración. Dicha organización fue creada luego de los hechos de noviembre pasado, “contra el Golpe de Estado y en solidaridad con las víctimas del racismo y la represión militar y paramilitar”, según su propia presentación.
Los organizadores promueven esta iniciativa en Suiza, en sintonía con la tradicional y muy importante Fiesta de Alasitas (de la Abundancia) que se celebra esta misma semana en Bolivia.