"Una estrategia de EEUU para re-conectarse con la región vía Tratados de Libre Comercio"
Por Nahuel Placanica I
APU: ¿Quiénes integran la Alianza del Pacífico? ¿Qué concepción regional tienen?
JF: Fue una iniciativa de integración que nace en Perú con el ex presidente Alan García. Se conforma en un momento difícil para los sectores conservadores de la región, después de la derrota del ALCA. La Alianza intentó reconfigurar a esos sectores con los países que todavía eran favorables al proyecto de liberalización. Es una iniciativa hacia el Pacífico que se combina con los tratados del TTP de Estados Unidos.
En tiempos recientes, en la séptima Cumbre, hemos visto un avance sobre Centroamérica con la incorporación de Costa Rica como miembro pleno. También con incorporación de países observadores como el de Guatemala y Panamá, ambos gobiernos conservadores.
Tiene la vieja concepción caracterizada por una tendencia al desmantelamiento arancelario y la creación de un especio de libre mercado como proponía el ALCA. Recientemente Estados Unidos ha pedido ser miembro observador.
Creo que estas alianzas son un intento de resucitar el optimismo del neoliberalismo, que la está pasando mal en Europa, Estados Unidos y otras partes del mundo. Parecen más proyecciones de una esperanza del neoliberalismo que una posibilidad concreta y real.
APU: Justamente, ¿qué relación plantean con EEUU?
JF: Considero que el tratado de la Alianza del Pacífico es parte de una estrategia global de Estados Unidos para tratar de re-conectarse con la región a través de tratados de libre comercio. Estos países, salvo algunas excepciones, ya han firmado acuerdos de ese tipo. También están siendo miembros plenos del TTP, eso significa que están intentando romper con la tendencia regional caracterizada por acuerdos de cooperación regional con participación fundamental de los Estados. Hay que recordar que la propuesta neoliberal desregula la economía y la participación es fundamentalmente empresarial. Esto le permite a EEUU tener una gran área de libre comercio.
APU: En un artículo que escribiste, entendías que trataban de equilibrar la balanza a partir de las crecientes influencias que empieza a tener China en la región.
JF: La Alianza es una especie de organización regional por voluntad propia. Hay una tendencia progresiva de Estados Unidos de evitar su caída económica. Muchos coinciden que China va a ser la primera economía del mundo en los próximos años y eso va a implicar una transición en el campo del control. Entonces, Estados Unidos mide estos factores y cree que la contención debe hacerse desde el punto de vista militar y económico. Eso hace que todas estas organizaciones se empiecen a articular para tener más influencia y evitar el avance de China.
Estados Unidos perdió control sobre América Latina, en cierta medida, por la independencia de los gobiernos progresistas y porque los gobiernos de la derecha se tuvieron que hacer más pragmáticos ante la ausencia de Estados Unidos, que no tiene la disponibilidad financiera para poder desarrollar todo un proceso de financiamiento.
APU: ¿Qué rol juegan los países observadores que se suman de esa manera a esta Alianza? Pienso en el caso de Uruguay.
JF: En la región hay países progresistas que han permitido recuperar recursos naturales y han planteado, en materia de política internacional, el desarrollo de un mundo pluripolar. El caso de la gestión de Chávez en Venezuela es un ejemplo. Pero resulta que hay países como Perú, que es parte de la Alianza como miembro pleno, y tiene un gobierno de perfil extractivista y con una tendencia al desarrollo de los TLC.
En el caso de Uruguay, hay que recordar que aunque Mujica esté en el Poder, en la misma época de Tabaré Vázquez las relaciones con Estados Unidos estuvieron en muy buen nivel y nunca hubo ruptura. Las posiciones políticas internas de sectores que acompañan a Mujica en el Frente Amplio estarían orientados a aprovechar las ventajas que pudieran tener para el sector exportador los acuerdos de la Alianza del Pacífico a través de la desregulación comercial.