Debates del presente para construir un mejor futuro
Hace varios meses deje de escribir. Porque en este tiempo, la cuasi-obligación de quien opina de este lado, es dedicarse a analizar críticamente las políticas del mileismo. Y, en esa misión, hay muchos que lo hacen muy bien. Yo siento que lo hice antes y durante la batalla electoral advirtiendo sobre quien era Milei y cual iba a ser su política.
Pero además, me ocupe de debatir internamente con quienes primero jugaban a “destrozar al Alberto”, y luego a esmerilar a Massa para que no gane, o gane por poco. Nunca pensé en dar la vida por Alberto, ni por Massa, pero si veía claramente, que jugar a destruir nuestro gobierno y luego esmerilar nuestro candidato, nos llevaba al inexorable desastre de un gobierno de la Pato o lo que nunca pensamos, un Milei presidente.
El ajuste rápido y brutal
El 20 de noviembre del 2023, antes que asuma Milei publique una nota en AGENCIA PACO URONDO donde decía entre otras cosas: “Las principales víctimas de las derrotas del campo popular no somos los militantes como muchos creen. Las víctimas son el pueblo de a pie, en especial los sectores mas humildes, muchos de quienes votaron a Milei”.
“Por ese ombliguismo tan típico de nuestros sectores progres porteños, escuchamos voces muy preocupadas por el ESI, el predio de la ESMA, el matrimonio igualitario, los derechos de las diversidades. Todos temas que seguramente serán bombardeados por el gobierno libertario, pero la realidad es que las primeras victimas que se va a cobrar Milei son los siete millones de jubilados, y parte los obreros de la construcción”.
“No hace falta ser economista de Harvard para interpretar que lo que propone Milei de bajar el gasto público en forma de 'shock sin gradualismo', solo se puede lograr, en primer lugar bajando jubilaciones y pensiones que representan casi el 50% del gasto publico nacional.”
“Ademas de reducir los sueldos estatales, paralizar la obra publica, eliminar subsidios de luz, gas y transporte, y reducir las transferencias a las provincias.”
“Las jubilaciones y los sueldos públicos ni siquiera es necesario recortarlos. Es suficiente con postergar su pago, y congelarlos en simultaneo con devaluación e inflación de por medio”
“Piensa también, producir un aumento de tarifas que supere a los indices de inflación y restringir las transferencias a las provincias para obligarlas a compartir las medidas de ajuste.”
“Ese discurso de Milei que 'esta vez el ajuste lo va a pagar la política' es saraza para la tribuna. Es posible bajar a cero, los sueldos de diputados, senadores y todos los empleados del Congreso Nacional, eso representa apenas el 0,4 % del presupuesto nacional .”
“Y aquí volvemos a la frase 'lo mejor suele ser enemigo de lo bueno'. Todas las criticas con razón que se le puedan hacer a nuestro gobierno, y al plan que pensaba implementar Sergio Massa no tienen punto de comparación con lo que vamos a enfrentar dentro de pocos días.”
Y lamentablemente es lo que paso y estamos viviendo.
La batalla cultural que perdimos
Desde hace unos diez años, me metí en esta tarea de estudiar y escribir sobre la historia del peronismo. Lo hice siempre en tono de disputa política-cultural, por recuperar para el presente la figura de Juan Perón, sus enseñanzas y su pensamiento y obra.
Una batalla, que sabía perdida de antemano, ante el aparato cultural cobijado por nuestros gobiernos, que presentó la versión montonera y de la izquierda, como la historia oficial de los años setenta. Un relato en el cual Perón, termina siendo en el mejor de los casos, un viejo “lelo” manipulado por su entorno, o peor como un líder “fascista y contra revolucionario.”
Esa pelea estaba perdida de arranque contra los intelectuales oficiales como Verbistky, Bonasso, y otros tantos, que los repetían desde todos los medios oficialistas.
Muchos no entendieron por qué era importante esta discusión histórica. Siempre sostuve que los setenta mal contados, el peronismo mal contado, impactaban directamente en las políticas del presente.
Fue así que el progresismo, con sus usinas intelectuales y sus difusores en las universidades y medios de prensa, le fue ganando la batalla cultural y política al viejo peronismo, al peronismo originario cambiándole su esencia.
Pero, ese progresismo, al cual muchos tuvimos que adherir con desgano, para no “sacar los pies del plato”, se fue agotando en su imposibilidad de dar respuestas a la sociedad. Y un día apareció la nueva derecha, que no es nueva en su esencia, sino en sus formas de presentar el debate, y le ganó la batalla cultural al progresismo. Y algunos viejos peronistas, entramos en desconcierto, si salir a defender las consignas y políticas progresistas, que nunca sentimos como propias, u opinar, con el riesgo que aparecer convalidando alguna decisión del anarco-libertario. Entonces nos llamamos a un prudente silencio.
Ya es tiempo de iniciar los debates
Bueno, hoy creo que esta siendo tiempo de romper ese silencio, e intentar a dar los debates internos, que los que estamos de este lado de la grieta venimos postergando.
Porque siempre hay una buena y atendible razón para evitar los debates. Cuando gobernamos porque “no hay que darle pasto a la oposición”; cuando estamos en campaña “porque es momento de sumar a todos” ; y cuando somos oposición “porque es tiempo de lucha para resistir y voltear al que esta” .
Pero, en el mientras tanto aquellos que conducen nuestro espacio, y sus voceros mediáticos siguen manteniendo sus relatos, discursos, propuestas y acciones con las cuales muchos no coincidimos, pero callamos respetuosamente, porque tenemos ese gen peronista de acompañar y empujar hacia delante.
La derrota del 19 de noviembre del 2023 no significó solamente un castigo electoral por cuatro años de gobierno desafortunados . Quienes festejaron esa noche, no fueron solo los chetos de Barrio Norte, como vimos en 2015 con Macri. Esa noche festejaron las chicas que trabajan de servicio domestico, en las casas de mis amigos y compañeros. Festejaron los del Rapi, los que hacen changas, los obreros de la construcción, los jóvenes trabajadores de fabricas cuyos patrones les explicaron días antes que había que votar a Massa. Algo nuevo y profundo había pasado en el seno de nuestro pueblo.
Las respuestas apuradas fueron: la gente no soportó la inflación y caída del poder adquisitivo del salario, y en parte es cierto. Pero llevamos tres meses de Milei y la situación económica empeoró y sin embargo sus niveles de aceptación siguen siendo los del balotaje. Y, su pose de loco que dispara dardos sin parar contra la casta, los gobernadores, los políticos, le sigue dando rating.
No es mi intención dedicarme al análisis de las medidas de gobierno y las acciones de resistencia y/o oposición que llevan adelante los nuestros, junto algunos aliados hasta ayer impensados.
Si creo necesario, comenzar un debate de ideas interno para analizar que nos paso, y que propuestas y banderas vamos a enarbolar para volver a enamorar a un amplio sector de la sociedad que nos dio la espalda.
¿Se cae Milei? ¿Para dónde?
Yo francamente no veo que Milei se deprima y renuncie en dos o tres meses como afirma el amigo Moreno. Ni tampoco, que la CGT declare la huelga general revolucionaria por tiempo indeterminado, con pide el cineasta Aristarain. Pero supongamos que alguna hipótesis de crisis y salida es posible. ¿Para que lado se cae? . La mas probable y lógica es que asuma Villarruel con Macri detrás. Otros, ven la salida para el lado de un Pichetto apoyado por gobernadores del PRO y algunos PJ.
En cualquier caso, nadie piensa que sea el kirchnerismo-peronismo quien se haga cargo del gobierno ante la caída de Milei.
Sin conducción y sin propuesta
Por ahora, no se visualiza un liderazgo con posibilidad de conducir al conjunto. La referencia inevitable es Axel Kicillof, pero a mi juicio, arrastra tres condicionantes importantes. Primero las dificultades financieras de su provincia, que promueve Milei cortandole los recursos. Segundo, la competencia interna de Máximo y La Campora que cuestionan su liderazgo. Tercero que ser “el candidato de Cristina” pareciera que no alcanza.
Pero, el déficit mas grave de nuestro espacio político, llamase peronismo, kirchnerismo, UP, o lo que sea, es la falta de una propuesta política nueva, que pueda dar respuesta a aquellos sectores de la sociedad, en especial los jóvenes de los sectores mas humildes, que nos rechazaron y adhirieron al discurso libertario.
Yo siento aversión por esos discursos que le bajan la condición mental y/o moral a la sociedad cuando no nos vota. Tampoco creo a pie juntillas la frase “el pueblo nunca se equivoca”. Pero si creo que quienes nos equivocamos, y bastante seguido, somos la dirigencia y militancia política que nos alejamos de la realidad de la gente, y un domingo de elección a la noche, descubrimos que la realidad de la gente nos abandono a nosotros.
Abrir el debate sobre nuevas propuestas
Repito palabras del intelectual peronista Aritz Recalde: “Hicimos campaña defendiendo el Estado cuando lo gestionamos mal. La gente le cobró al oficialismo los problemas de la educación, de la salud y de la seguridad pública que arrastran décadas.”
“A los problemas económicos, sociales y políticos le sumamos la decisión de querer imponerle al país una identidad cultural progresista de clase media, bien típica de la Ciudad de Buenos Aires.El pueblo federal no entendió, ni adhirió a ese mensaje. Por el contrario, lo consideró negativo, irritativo y distante a su realidad cotidiana y a su forma de vida familiar.”
“Perdimos la batalla semántica y de sentido. El progresismo sostuvo que la agenda de seguridad es de la derecha. Que el valor del sacrificio del trabajador es de la derecha. Que el esfuerzo de la clase media y su orgullo meritocratico son de la derecha. Que la gestión eficiente del Estado, que la honestidad y la transparencia son de la derecha. Se sostuvo que las religiones y los cultos son identidades de la derecha y que debíamos modernizar al país en una dicotomía de civilización y barbarie.”
Estos breves párrafos sintetizan gran parte de los temas a discutir. Tenemos que discutir la calidad de la educación publica, y no exclusivamente como hasta hoy, el salario docente. Discutir si a la inseguridad, le vamos a seguir dando respuesta desde lo discursivo o vamos a intentar una justicia y policía que funcionen desde un solido poder del estado. Si vamos a seguir alimentado un estado gordo y bobo, que cobije amigos y militantes, o vamos a redefinir un estado eficiente que de respuestas a la sociedad en su conjunto. Si vamos a seguir mirando para otro lado cuando los actos de corrupción los cometen los nuestros. Si vamos a entender o no, que para generar producción y empleo, es necesario convocar al capital privado, y no seguir viendo al capital como el enemigo a combatir.
En fin… todos temas revulsivos que ponerlos en debate me va a costar el disgusto, decepción, y enojo de mas de un amigo y compañero. Pero la verdad muchachos, a nuestra generación se le agota el tiempo biológico, y deberíamos hacer un esfuerzo por debatir estos temas y desbrozar-le un poco el camino a los que vienen detrás.
Hasta Cristina plantea debatir estos temas
Yo no soy devoto de “la Jefa”, pero como todos, reconozco que su nivel intelectual esta muy por encima de toda la dirigencia nuestra. Hace unos días dio a conocer un largo documento, donde al final expone algunas cosas que, aun dichas tibiamente, chocan directo con el discurso progresista que predomina en el espacio ultra K.
Dice Cristina al final de su documento de 30 paginas: “Estamos de acuerdo en que la Argentina debe revisar la eficiencia del Estado, y que no basta con la consigna del “Estado presente” para resolver los problemas del país, que son demasiados. Se debe analizar y controlar la correcta asignación de recursos para poder corregirla, en caso de ser necesario.”
“Resulta ineludible discutir seriamente un plan de actualización laboral que brinde respuestas a las nuevas formas de relaciones laborales(...) las formas de contratación laboral ya incluidas en nuestro sistema legal también deben ser revisadas, mediante la actualización de los convenios colectivos de trabajo (…) Estas actualizaciones deben respetar los derechos conquistados por los trabajadores, pero también deben realizarse bajo el concepto de que una vez consagrados, los derechos acarrean obligaciones que deben cumplirse. De lo contrario, el ejercicio de un derecho sin el cumplimiento de sus obligaciones correlativas, no es mas ni menos que un privilegio.”
“Debemos pensar cuál es la razón, por la que, parte de los sectores medios, y medios bajos hacen un esfuerzo para enviar a sus hijos a escuelas de gestión privada para que tengan clases todos los días.”
“También queremos discutir la integración de la empresas del estado tanto por vía de la participación del capital privado como de las provincias, en el caso de que sus recursos estén afectados a la explotación económica de aquellas, como así su cotización en bolsa para agregar valor y eficiencia bajo la forma de una asociación pública y privada virtuosa.”
“Estamos dispuestos a discutir un régimen de incentivo a las grandes inversiones pero que agreguen valor y transfieran tecnología.”
“En materia de seguridad debemos abandonar el consignismo. Con la desigualdad social por un lado o el gatillo fácil por el otro, no puede elaborarse ningún plan de seguridad.”
Cristina cada tanto suele hacer este tipo de planteos, que en su tropa no caen del todo simpáticos y se ocupan de minimizarlos y olvidarlos rápidamente para seguir con el tachin tachin del discurso progre.
Bueno, hasta aquí el enunciado de mis intenciones al retomar mis notas en AGENCIA PACO URONDO, que con mucha generosidad peronista permiten esta diversidad de ideas.