Florencia Lampreabe: "Otra vez la oposición volvió a negarles derechos a la ciudadanía"
Por Martín Massad
En diálogo con AGENCIA PACO URONDO RADIO (La Palabra Justa, domingos de 10 a 12, FM La Patriada), la diputada nacional por el Frente de Todos, Florencia Lampreabe, analizó la falta de quórum del Bloque de Juntos por el Cambio para tratar la ley de etiquetado frontal. "Otra vez asistimos a un espectáculo de especulación política, o de esconder intereses inconfesables, pero que el resultado de la fórmula siempre es el mismo: negar derechos que son para todos", apuntó.
Agencia Paco Urondo: Estamos todos enojados de que no se haya podido debatir en la Cámara el etiquetado frontal, que pone en conocimiento de los consumidores qué es lo que están comiendo, qué es lo que están tomando y qué mal le puede hacer a su salud si no toman la precaución necesaria ¿Cuál es su sensación después de que no se pudo llevar adelante la discusión en diputados?
Florencia Lampreabe: Un poco de bronca. Otra vez asistimos a un espectáculo de especulación política, o de esconder intereses inconfesables, pero que el resultado de la fórmula siempre es el mismo: negar derechos que son para todos. Hemos perdido una oportunidad histórica respecto a la ley de etiquetado, porque tiene larga data su debate, hace tiempo que se viene trabajando, ha costado ir avanzando en cada uno de los pasos. En el senado salió la media sanción pero fue también un arduo trabajo. Que tiene además atrás el trabajo de muchas organizaciones, de trabajadores de la salud, de nutricionistas, de profesionales, de militantes ambientales a lo largo y ancho del país. Luego de todo ese trabajo estábamos en una instancia final para poder convertir finalmente esta herramienta en una ley y ahora perdemos esa oportunidad. Pero además, a fin de año ese dictamen pierde estado parlamentario, con lo cual, las posibilidades que tenemos de generar esas condiciones son complejas. La verdad es que es eso también, porque una ve atrás mucho trabajo y un trabajo que hay que decir, nosotros mayormente como bloque, no es un proyecto del oficialismo, del kirchnerismo, es un proyecto que tenía cierto grado de transversalidad y que como digo viene con un respaldo y un trabajo de la sociedad civil muy importante.
APU: ¿A fin de año ya se cae el proyecto? ¿No hay forma de acá a lo que resta del año de poder volver a sesionar al respecto? ¿Es imposible esto?
FL: No digo que no haya forma, hay forma. Por eso es importante que se siga hablando de esto. En alguna medida, quienes militamos políticamente siempre alentamos la participación y la organización detrás de este tipo de conquistas. Importa mucho también el condicionamiento de la ciudadanía para que no dejen pasar este tipo de maniobras. Porque hay que decir que parte de la oposición, del bloque de Juntos por el Cambio, estaban en los medios de comunicación corriéndonos con el tema de que nosotros íbamos a dilatar ahora la sanción de la ley de etiquetado, porque Manzur era Jefe de Gabinete, y cuando se presenta la oportunidad de tratar, de sancionar y votar esa ley, quedan escondidos detrás del cortinado. Esas son las maniobras que no hay que dejar pasar, no solamente porque esta herramienta es un derecho fundamental para que todos los argentinos y las argentinas sepamos lo que estamos comiendo y podamos decidir con información, sino también esta cuestión de ser consistentes, de no estarse escondiendo. Es nuestro deber dar un debate frontal de cara a la ciudadanía, ocupar la banca para representar los intereses de la mayoría, y decir estamos o no estamos de acuerdo con la ley, no la defendemos por tal y cual cosa. Hay muchos diputados y diputadas que no están a favor, o por lo menos no se han pronunciado, dentro de Juntos por el Cambio, y que probablemente están condicionados por el gran lobby de las empresas alimentarias. En estas contradicciones, que no metan excusas secundarias. Primero eran las formas, después era que querían aleccionar al oficialismo no dándole quórum por el resultado electoral, también era que no es prioridad porque hay otras prioridades como el hambre en Argentina. Una serie de falacias, que además son contradictorias entre sí. Entonces lo que una pide o exige es que la ciudadanía también esté atenta a que sus representantes, por lo menos, tengan una postura coherente y den la cara. Que se pongan una etiqueta en la cara para decir lo que piensan y qué intereses están defendiendo.
APU: Es un tema muy importante para todos los ciudadanos, sobre todo para los padres y madres para saber qué le están dando de comer a sus hijos. Un etiquetado frontal que se lleva adelante en otros países, y que ha tenido muchos beneficios para la alimentación. Es interesante que la gente tome conciencia de esto. Usted decía recién que los argumentos de la oposición tenían que ver, como dijo María Eugenia Vidal, que primero había que debatir el hambre. Poner eso y decir que lo que se tiene que debatir en este momento es la boleta única.
FL: Son dos cosas contradictorias pero hace eco. No solamente, que nunca se preocuparon por el hambre en Argentina y todos sabemos cuál fue el resultado de sus políticas los cuatro años de gobierno que tuvieron. Sino que además, como decimos, eso es una falacia. En realidad, la malnutrición por exceso y el hambre son dos caras del mismo modelo de producción, comercialización y consumo de alimentos que nos tiene en esta situación, en la cual en un país que tiene sobradas condiciones para alimentar al conjunto de su población, tenemos estas situaciones. La malnutrición por exceso, que ni siquiera se busca regular con la ley porque no es un resultado directo, es dar información para que los ciudadanos y ciudadanas puedan optar. Es una medida, que atañe específicamente a los sectores populares porque ahí es mucho más importante este problema de la malnutrición por exceso. Y contrario a lo que se cree, los sectores populares también consumen estos productos envasados y multiprocesados. A lo sumo, no accederán al de primera marca y tendrán que comprar la porquería. Pero eso no es cierto, hoy por hoy la situación es que es justamente un privilegio de clase, o de mayor recurso, de tener más tiempo, más información o más estudio, poder leer y entender las etiquetas y terminar consumiendo productos orgánicos en el almacén de Palermo. No es la situación de la mayoría de la población. Lo que se busca es una herramienta transparente, sencilla y fácil para que todos tengamos esa información, y que no ocurra, que haya un montón de mamás o de familiares preocupados diciendo necesito comprar el yogurcito que mi hijo pide, pensando que eso es super saludable, y resulta que el yogurcito es como una golosina. Lo que queremos es terminar con este engaño. Entonces, es una falacia y además el problema más extendido en Argentina hoy, inclusive en los sectores populares, es la malnutrición. No necesariamente, la falta de acceso total a una alimentación sino a veces una alimentación que puede ser en cantidad suficiente pero en nutrientes muy deficiente, porque no tiene diversidad, variedad y porque es monótona y porque en muchos casos, sin querer, estamos consumiendo excesivas cantidades de algunos nutrientes que son críticos y afectan nuestra salud.
APU: ¿A qué le atribuye esta movida de la oposición de no dar quórum? ¿Tiene que ver con una movida netamente política, o lo que decía recién, de la influencia del lobby de las empresas que está detrás de ellos?
FL: Creo que es una combinación de ambas, donde ha primado la mirada de un sector que es este, que ha especulado políticamente y que además no quiere decir cuáles son sus intereses. Porque cuando dicen no es prioridad, ahí no es “estoy a favor pero no es prioridad”. Si estás a favor, es sentarse y votar. Quiero hacer una salvedad, porque había diputados que se manifestaban a favor, que votaron el dictamen de mayorías, dentro de Juntos por el Cambio, y que luego se prestaron a la conducción de esta maniobra que es un poco de especulación política. Lo había anticipado María Eugenia Vidal que querían ganar las elecciones para frenar el quórum, no para defender los derechos de la gente, no para mejorarle las condiciones de vida, no para legislar en función del pueblo sino para negar el quórum y para dar lecciones al oficialismo. Después que pasó esto, salió un diputado a decir “al enemigo ni quórum” ¿Quién es el enemigo? ¿La gente que está reclamando por el derecho a saber qué es lo que está comiendo? ¿Las personas en situación de calle que eran parte del temario? ¿Los trabajadores vitivinícolas, que queríamos mejorarles sus condiciones de trabajo y su previsión? Claramente, tiene que ver con ambas cosas. Una cuestión es la especulación política por el clima electoral para luego sacar, como pasó al rato, esas tapas de diarios: “Máximo Kirchner no consigue el quórum después de la elección o con la presencialidad”. Y además, hay una gran parte del bloque que se presta mucho al condicionamiento de la gran industria alimentaria que está detrás de las resistencias a esta ley. En lugar de dar un debate frontal y decir lo que opinan tiran estas campañas de desinformación, estas excusas, o se esconden detrás de cuestiones de formas y cuestiones menores. Lo que seguro ocurre es que no hay sinceridad, no hay consistencia en la postura y no están dando un debate de cara a la ciudadanía. Y además, nos han hecho perder a todos de habernos llevado derechos nuevos en una sesión que era efectiva, que no tenía temas, supuestamente, conflictivos ni eran temas del oficialismo ni que se pueda decir que son propios.
APU: Por eso cuando usted dice, al enemigo ni quórum, el enemigo termina siendo la gente que menos tiene, para la oposición. Y tratan de desmedrar a Máximo Kirchner, a los y las diputadas que son oficialistas, porque también se ha escuchado decir que quieren tener la presidencia de la Cámara si tienen mayoría.
FL: Si un poco lo resumió bien, Máximo Kirchner, nuestro presidente de bloque, al final. La oposición está en una que no es la preocupación de la mayoría de la gente ni de mejorarle las condiciones de vida a la mayoría de la gente.
APU: Ojalá que se pueda retomar el debate y que se pueda llevar nuevamente a la Cámara, que haya quórum y que salga definitivamente esta ley de etiquetado frontal. Que tiene que ver con marcar los contenidos que tienen los alimentos, los porcentajes por ejemplo de grasas saturadas, de grasas trans, de sodio, etc y que tenga una etiqueta grande que sea visible.
FL: La ley tiene tres aspectos fundamentales. Uno es justamente, establecer este sistema de etiquetas de advertencia, con octógonos negros, donde en función de los parámetros que establece la Organización Mundial de la Salud, dice cuando un producto es excesivo en determinados nutrientes críticos que están relacionados con las enfermedades crónicas no transmisibles como la diábetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. Estos octógonos advierten de sodio, grasas saturadas, azúcares (que es muy importante) y calorías. Y después tienen dos octógonos más, para la presencia de edulcorantes y cafeína que no se recomiendan para niños. Después tiene un segundo aspecto que es la regulación de la publicidad, para que ninguno de los productos que tienen al menos un sello de advertencia puedan ser publicitados. Eso es para proteger, principalmente, a los niños, niñas y adolescentes que están sometidos a más de 60 publicidades de comida chatarra por semana, y son una de las principales víctimas de esta situación. Y además, tiene un tercer aspecto que es la regulación de entornos escolares para que los productos que tengan, al menos, algún sello de advertencia no puedan ser ni vendidos, ni promocionados, ni patrocinados, en instituciones educativas.