María Esperanza Casullo: "Estas elecciones no van a ser elecciones de candidatos"
Por Martín Massad y Juan Cruz Guido
María Esperanza Casullo es politóloga y profesora de la Universidad Nacional de Río Negro. En diálogo con AGENCIA PACO URONDO RADIO (La Palabra Justa, domingos de 10 a 12, FM La Patriada), el panorama electoral de cara a las elecciones legislativas de este año. "Hoy en Argentina están muy consolidadas dos coaliciones políticas: el Frente de Todos y Juntos por el Cambio", señaló.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo ve hoy la situación a pocos meses de las elecciones legislativas? ¿Cómo se preparan los candidatos? ¿Hay interés de la gente en las elecciones?
María Esperanza Casullo: Este es un año muy atípico porque realmente no hay clima electoral. Va a ser una campaña con pocos actos, con pocas recorridas. Entonces es un año bastante atípico donde la mente de la gente está puesta en otra cosa. Está puesta, básicamente, en la pandemia primero y en la economía después. Igualmente, la elección se va a producir y ya se están empezando a mover las fuerzas políticas. De alguna manera vamos a llegar a la elección. Además, tanto las PASO como la elección electoral se retrasaron para septiembre y para noviembre, así que recién se está comenzando la campaña electoral.
APU: Ya hay candidatos que se están presentando como María Eugenia Vidal en la Ciudad de Buenos Aires. Sorprendió también la candidatura de Facundo Manes, un personaje que ha coqueteado con la política pero que no viene de la política en sí, y que busca, de alguna manera, volver a impulsar al radicalismo ¿Cómo ve a Manes y al radicalismo como una fuerza que se trata de reimpulsar en estas elecciones?
MEC: Creo que estas elecciones no van a ser elecciones de candidatos, por decirlo de alguna manera. Una cosa que nosotros vemos, que no es de ahora, que viene por lo menos de 2015, es que hoy en Argentina están muy consolidadas dos coaliciones políticas. El Frente de Todos, por un lado, y Juntos por el Cambio, por el otro. En las elecciones presidenciales de 2019, acapararon el 88% de los votos. Además, cada una de estas fuerzas tienen núcleos de apoyo que son muy fieles. Es decir, hay un núcleo de votantes que van votar la boleta azul, esté lo que esté en esa boleta. Y también, hay un núcleo de votantes amarillos, sobre todo en ciertas provincias como Córdoba o en CABA, que van a votar a cualquiera que esté en la boleta. Y estamos llegando a una elección muy polarizada este año. No hay tanto margen para que un candidato, de por sí, cambie las preferencias electorales del votante.
Me parece interesante lo que está haciendo la Unión Cívica Provincia de Buenos Aires, con este intento de aportar algunas caras nuevas. Primero y principal, es un intento más fuerte que el de las últimas elecciones de disputar internamente con el PRO pero también con esto de aportar caras nuevas. Una cosa interesante que estamos viendo es que los candidatos del PRO puro, Santilli, Bullrich, María Eugenia Vidal, son un conjunto muy chiquito, que es un problema que ya se vio en el gobierno de Mauricio Macri. Sus referentes son un grupo pequeño, muchas veces Macri tenía que cambiar un ministro y rotaba de ministros más que traer gente de afuera. Obviamente, es gente que tiene su electorado, tiene llegada a ese núcleo, pero también están muy asociados con experiencias del gobierno anterior que fue un gobierno fallido. Y fallido también electoralmente. Entonces, uno hubiera pensado que en esta elección iba a haber un esfuerzo de mostrar caras nuevas, un poco de renovación.
APU: Usted dice que la elección está polarizada, de hecho hay dos frentes, está el Frente de Todos, que es gobierno, y está Juntos por el Cambio compuesto por el PRO, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica. Después de esa polarización queda un sector del electorado que fluctúa ¿Cómo influyó la pandemia y la economía en el voto de este electorado?
MEC: No lo sé. Me parece que en esa pregunta se juega el destino de la elección, la elección va a definirse en cómo se predisponga ese 10% o 20% del electorado, que está ahí en el medio y puede inclinarse para un de los dos lados. En el 2015, en la segunda vuelta, una parte importante se inclinó a Mauricio Macri y por eso ganó, y en el 2019 una parte importante se inclinó al Frente de Todos y por eso ganó. En general, estas personas que no tienen una opinión predeterminada hacia la elección tienden a decidir su voto más cercano al momento de la elección. Todo va depende de dos datos: uno tiene que ver con cómo esté controlada o no la pandemia en términos sanitarios, y otro con cómo aparezca dinámica o no la economía. Es bastante simple la estructura.
APU: Tanto Elisa Carrió como Patricia Bullrich se bajaron de la compulsa y ambas fueron las que hicieron denuncias contra las vacunas. Fueron, dentro de esta lógica, los halcones o los referentes de una postura opositora muy dura contra el gobierno Nacional. ¿Qué perspectiva ve, es favorable para el gobierno, que Juntos por el Cambio haya perdido esa ala y que un ala más moderada se consolide?
MEC: La verdad es que no lo sé. En las encuestas que vengo siguiendo siempre me resultó interesante que Patricia Bullrich nunca midió bien. Es cierto, tiene un núcleo de apoyo muy sólido, pero también tiene un rechazo muy alto. Tiene un piso que es alto, pero también tiene un techo bajo porque siempre tuvo un rechazo alto. Y María Eugenia Vidal medía bien y hay una lógica ahí.
No sé si la diferenciación entre halcones y palomas es algo que realmente ve la gente o se ve en la realidad. Son matices muy finitos que vemos los que seguimos la política obsesivamente día a día. Juntos por el Cambio es una fuerza muy coherente ideológicamente hoy. Además, se da una dinámica donde los más duros disciplinan a los moderados. Esto ya lo vimos muchas veces, cada vez que Rodríguez Larreta se intentó diferenciar, por ejemplo, en temas como los Derechos Humanos, sus propios compañeros de bloque y Mauricio Macri marcaron una línea ideológica con la que le dicen: “No, mirá, esta es la línea del partido”. Entonces, no sé hasta qué punto un votante medio ve estas divisiones entre los más duros, los más blandos. Son referentes de Juntos por el Cambio.
Además, hay cosas que no se pueden saber de antemano. Vidal tiene esta cuestión que parece más moderada, pero también no es una candidata que venga sin bagaje. Viene de una derrota muy fuerte en la provincia de Buenos Aires, donde perdió por 15 puntos. Tiene todo este tema que había prometido que se transformaba en bonaerense y ahora tiene que explicar que volvió a CABA. No podemos hoy ya tener una idea totalmente clara de cómo esto va a jugar en los tres meses de la elección.
APU: ¿Cómo puede influir la consolidación de un sector más moderado en las listas de Juntos por el Cambio en el armado electoral del Gobierno?
MEC: Es la interna entre Mauricio Macri y Rodríguez Larreta. Que no es solamente un fenómeno político de Juntos por el Cambio sino que tiene que ver con la acción de stakeholders, de accionistas de la coalición. Hay un montón de empresarios, dueños de medios, periodistas, que llevan dos meses viendo un dato que es incontrastable, que es que Mauricio Macri tiene muy mala imagen. Tiene 65% de imagen negativa. Están impulsando a que se le pase el liderazgo a Larreta.
Esto al gobierno lo puede perjudicar, en un cierto sentido, porque preferiría que la cara de la campaña sea Mauricio Macri. Pero también le vuelve las cosas más claras. El gobierno siempre tuvo mucha ambigüedad en cómo tratar a Horacio Rodríguez Larreta. Si lo tenía que tratar como un adversario, si lo tenía que tratar como una especie de gobernador con el que tenía que llegar a consensos mínimos, si lo tenía que tratar como alguien racional, entre comillas, con el cual podía llegar a ciertos compromisos. Me parece que ahora está claro que ya no lo puede preservar, sino que hoy por hoy, la batalla electoral va a ser contra Rodríguez Larreta, contra el PRO de la Ciudad de Buenos Aires. La frontera entre un nosotros y ellos está más clara que hace tres meses.
APU: Por último, ¿cómo analiza la experiencia del Frente de Todos?
MEC: Para empezar, el Frente de Todos llega con una gran victoria que es simplemente mantenerse unido. Hace muchos ciclos electorales que el peronismo no iba unido a unas elecciones de medio término. Por lo menos, desde el 2013 cuando Massa fue por afuera. Cuántos análisis hemos leído en este primer año y medio de gobierno, profetizando que se rompía la coalición, que Alberto se peleaba con Cristina, que el cristinismo se iba. Eso no sucedió y no sólo no sucedió, sino que no ha habido grandes conflictos hasta ahora. Hubo peleas como la de Guzmán en la Secretaría de Energía, pero nada que no sea lo normal en una estructura coalicional peronista.
La segunda cuestión es que por supuesto el gobierno no la tiene fácil. Es decir, está en medio de una pandemia, en un contexto donde el año pasado el PBI cayó diez puntos, con aumento del desempleo, con aumento de la pobreza. A nadie le gustaría llegar a elecciones en esta situación. Por ejemplo, ví una encuesta hace poco que me pareció interesante, el Frente de Todos medía más si se preguntaba a la gente a quién iba a votar, si al Frente de Todos o a Juntos por el Cambio, que si se preguntaba por los candidatos individuales. Aparece una valoración a la identidad del Frente de Todos. No es tan relevante, y más en el caso del Frente de Todos, pensar en la provincia de Buenos Aires si va a ir Scioli primero o Raverta. Con tal de que sea alguien que esté más o menos identificado con el Frente de Todos alcanza, porque lo que aparece más consolidado es la etiqueta del Frente de Todos que las personas individuales.