No a los razonamientos conspirativos de Berni
El jueves pasado una protesta de trabajadores de cooperativas del Plan Argentina Trabaja finalizó con represión y más de 60 detenidos. El reclamo impulsado principalmente por Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa fue por el pago de incentivos de $550 que no sería abonado en municipios opositores al gobierno nacional como el de Malvinas Argentinas. Los detenidos fueron llevados a la Unidad de Procedimientos Judiciales de Gendarmería en Campo de Mayo por averiguación de antecedentes. Por orden de la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado fueron liberados luego de un día de detención.
El Subsecretario de Seguridad Sergio Berni dijo que el gobierno nunca reprimirá la protesta social pero calificó la medida de irracional. Además atribuyó aristas políticas al reclamo y afirmó que el gobierno no puede permitir que se corte la Panamericana. Berni tildó de “canallas” a los manifestantes y los acusó de usar niños y mujeres como escudos en la protesta. Estas declaraciones no sólo deslegitiman su primera afirmación sino que ponen un manto de duda en la legitimidad de la protesta.
Es cierto que Jesús Cariglino opera políticamente pero no puede negarse que en el Plan Argentina Trabaja existen algunas dificultades. Desde el evidente retraso salarial de los cooperativistas que recién este año recibieron un aumento luego de mucho tiempo de congelamiento en sus sueldos, hasta el manejo discrecional de las autoridades municipales en el manejo de las Unidades Ejecutoras de los módulos de obra, son varios los problemas que podrían mencionarse como contracara de las bondades del programa.
El Plan Argentina Trabaja es uno de los grandes logros del gobierno. Sus vicios en cambio son los mismos que afectan a buena parte de la política laboral del kirchnerismo. Son defectos de una política que ha sido exitosa a la hora de generar puestos de trabajo pero que no ha podido terminar con la precarización laboral. Cuando las protestas no son para pedir laburo sino para mejorar su calidad aparecen los problemas. Es lógico que sino se comprende esto se califique como irracional a este tipo de protestas. Sin embargo la solución para evitar los cortes en la Panamericana pasa por una profundización en el modelo y no por los razonamientos conspirativos de Berni.