Provincia de Buenos Aires: Kicillof busca revalidar su gestión y ser la base de un triunfo nacional

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    Foto del gobernador Axel Kicillof
ELECCIONES 2023

Provincia de Buenos Aires: Kicillof busca revalidar su gestión y ser la base de un triunfo nacional

11 Agosto 2023

Tras dejar atrás varias semanas de especulaciones, el domingo 13 de agosto los y las bonaerenses asistirán a las urnas por las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en coincidencia con los comicios nacionales, y lo mismo sucederá en octubre. Analistas políticos, estudios de opinión pública y militancia coinciden en que el gobernador Axel Kicillof es el que más chances tiene, o al menos hay una menor cuota de incertidumbre que a nivel nacional, y sería reelegido al frente del poder ejecutivo provincial.

Si bien las encuestas no se ocupan de predecir resultados, y hay distintos elementos que pueden influir en la fiabilidad de la medición, en la mayoría de los sondeos dos son los factores principales -por fuera de la gestión de gobierno- que lo colocan a Kicillof en la primera posición, al menos, de cara a este domingo: la coalición opositora de Juntos debe saldar una interna entre Diego Santilli y Néstor Grindetti para determinar quién será su candidato en las Generales, por lo que su porcentaje de votos se divide, y la aún reciente irrupción en el territorio de La Libertad Avanza, encabezada por Javier Milei, que en la provincia de Buenos Aires (PBA) postula a la actual diputada nacional Carolina Píparo.

A la hora de evaluar su mandato y la propuesta, según planteó, de transformar la provincia, devenida en reconstrucción a raíz de la pandemia del coronavirus, puede señalarse una serie de componentes que ayudan a entender el sólido lugar que logró alcanzar Axel Kicillof dentro del peronismo, que incluso algunos llegaron a pensar que la candidatura presidencial era una mejor posibilidad. De lo político a lo económico, el gobernador supo aprovechar sus puntos fuertes, revertir momentos de debilidad y consolidar un aparente equilibrio que le garantizó funcionamiento y musculatura en los 135 distritos bonaerenses.

En términos políticos, su armado con personas de confianza y el aceitado vínculo con La Cámpora, el Frente Renovador, con los intendentes del Gran Buenos Aires y con otros actores, también sindicales y sociales, dentro de lo que hoy es Unión por la Patria, en parte también gracias a la cintura y rotación en la conformación del gabinete. Además, si bien él lo entiende como parte de un proyecto colectivo, Kicillof es una de las primeras figuras en las que uno piensa a la hora de postular un “heredero” de los votos de la actual vicepresidenta del país, Cristina Fernández de Kirchner, si es que eso es posible.

Por el lado económico, alineado con la situación nacional, su asunción en 2019 se vio marcado por el deber de pronta resolución de vencimientos de deuda en dólares, tras el fracaso de la gestión de María Eugenia Vidal, hoy desdibujada de la escena política y recluida en el Congreso de la Nación. Para peor, los meses de sequía fueron una complicación adicional para una provincia que genera un tercio de los dólares que ingresan al país por exportaciones, y bajo conducción de un espacio que, a partir de discrepancias generadas durante los últimos años, sostiene una relación compleja con las áreas rurales.

Allí es donde corresponde destacar la tarea del equipo económico, conformado por Pablo López -Ministerio de Hacienda y Finanzas-, Augusto Costa -Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica-, Agustín Simone -Infraestructura y Servicios Públicos, ocupado luego por Leonardo Nardini-, Javier Rodríguez -Desarrollo Agrario- y Cristián Girard -al frente de la Agencia de Recaudación (ARBA)-. Más allá de otras áreas de gobierno, más o menos valoradas, el gobernador ha sabido tanto sostener como modificar su composición -en especial después de las PASO de 2021- para el funcionamiento y la presencia del Estado en una provincia siempre compleja por su extensión, desigualdad y diversidad.

Más allá de la siempre sensible situación social, sobre todo en las zonas más pobres de la provincias, cabe mencionar dos sucesos, ambos del 2020, que evidencian el tipo de respuesta de Kicillof para reacomodar su equilibrio. Por un lado, la ocupación de terrenos en Guernica, Presidente Perón, donde hoy avanza la construcción de un nuevo barrio mientras el reclamo por el déficit habitacional sigue estando presente. Por otro, el conflicto salarial con las fuerzas de seguridad que, tras alcanzar cierto límite, y medidas históricas mediante, se transformó en una disputa político-judicial por los recursos coparticipables, los cuales siguen escasos en comparación a lo que Buenos Aires debería estar recibiendo.

A lo largo de estos meses, Axel Kicillof ha enfatizado, entre otras cuestiones, en la educación. No sólo por ser una de las áreas por Vidal, por el cierre de escuelas y por la responsabilidad política de dos muertes, a raíz de una explosión, sino por ser uno de los pilares en los que se apoyó desde el primer día: inauguración de edificios escolares, obras de refacción y mantenimiento, la atención sobre el salario docente, el Conectar Igualdad Bonaerense y los viajes de fin de curso. Si para 2021 el punto más destacado era la vacunación, para esta campaña las temáticas principales son otras, entre las que también podrían señalarse la creación inédita del Ministerio de Ambiente y su plan de gestión.

Por último, a partir del 14 de agosto, sea cuál sea el triunfador de las PASO, habrá que prestar atención a algunos elementos: primero, el nivel de participación, siempre influyente sobre todo en los barrios populares; luego, la fidelización del caudal de electores obtenido por el ganador de la interna en Juntos; por último, no menos importante, el porcentaje del voto en blanco. También puede mencionarse el número de extranjeros -950 mil según la Junta Electoral de PBA-, cuyo comportamiento puede volverse relevante ya que pueden elegir cargos provinciales y municipales, mas no nacionales.

Axel Kicillof sabe, y todo el peronismo también, que no hay victoria presidencial posible si no existe la misma a nivel provincial. De la misma manera, se entiende que hay una serie de municipios que son casi determinantes para las aspiraciones de cualquier candidato. Uno podrá cuestionar si vale la pena quedarse sólo con el pago chico o mediano, pero no con el mayor. El actual gobernador aspira a ser la base de un triunfo nacional.

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Axel Kicillof en las elecciones legislativas 2021
Foto: Daniela Morán