Facundo Cruz: “Hay un presidente y dos ligas de gobernadores”

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Facundo Cruz: “Hay un presidente y dos ligas de gobernadores”

15 Diciembre 2023

APU Stream, el programa de la Agencia Paco Urondo que sale los sábados de 11 a 13 hs por el canal de Youtube y Twitch de Gelatina, dialogó con Facundo Cruz, politólogo, quien analizó el triunfo y las semanas de presidente electo de Javier Milei.

Agencia Paco Urondo: ¿Qué análisis hace del triunfo de Javier Milei sobre Sergio Massa?

Facundo Cruz: Pensé que iba a ser una elección más peleada, al menos por los números que estaba viendo. Sé que hubo encuestas, que no fueron publicadas, difundidas o circuladas, pero sí que llegaron de alguna manera a un equipo de campaña, que ya estaba viendo unos días antes que podía suceder eso. 

En esta lección, que invita a reflexionar un poco sobre las encuestas, no porque sea un instrumento que ya no sirve más y hay que sacarlo sino cómo las tomamos, como un elemento más de información para definir una campaña y ver por dónde vienen los humores, las demandas, los apoyos y los rechazos, la dificultad de las encuestas fue doble. La mayoría de las que circuló en la semana previa a la votación tenían cierto nivel de indecisos y de voto en blanco, que hacían que el resultado fuera otro. Esos puntos después, de hecho, se terminan inclinando para Milei. 

APU: A eso se suma que no hubo baja en la participación y el voto en blanco casi no existió.

FC: Sí, fue la misma cantidad de gente y el voto en blanco fue en promedios históricos. Siempre 1,5 pero se estaba hablando de cinco puntos, entonces te cambiaba toda la ecuación. A eso hay un segundo elemento, que en las encuestas este año creo que hay un consenso generalizo, que es que había alguna especie de respuesta vergonzante respecto a Milei. No había como un convencimiento muy fuerte y no se contestaba eso sino que indeciso o por el voto en blanco, y en realidad la decisión ya estaba tomada. Todo eso después se termina confirmando el domingo.

APU: Se evidenció, sobre todo, en el voto disponible.

FC: Si agarras todo lo que era el voto disponible de la primera vuelta está Juntos por el Cambio, Juan Schiaretti y Myriam Bregman, voto en blanco y nulo. Todo eso era la bolsa de votos que los dos iban a querer ir a pescar, asumiendo que iba a estar la misma participación electoral. Es decir, no se incluye la gente que no fue a votar porque tampoco sabes cuánto se va a movilizar. Ese es el otro problema de las encuestas, que preguntaban cuánta gente iba a votar y eso lo cruzaban, ponderaban y evaluaban dentro de las intenciones, pero si después baja diez puntos la participación entonces el escenario es totalmente otro. 

Con el diario del lunes, casi la totalidad ese voto disponible fue claramente a Milei. Casi el 90% de Juntos por el Cambio, mucho voto de Schiaretti y mucho voto en blanco y nulo. Una parte del voto a Bregman fue con Massa, más a una partecita de lo que quedó dando vuelta, pero ahí el partido estaba terminado. Las encuestas estaban mostrando que tres de cada cuatro votantes de Juntos por el Cambio podían ir con Milei y eso te dejaba la cancha mucho más emparejada. Ese escenario abre un montón de preguntas, como qué tolerancia va a tener ese electorado para las medidas que se vienen porque no es voto propio. De alguna forma, está mal decirlo, pero es voto prestado. 

APU: Todo pareciera indicar que los gobernadores van a tener un rol muy importante.

FC: Acá lo que estamos viendo es que está se está modificando todas las pautas del sistema político argentino como lo conocemos en los últimos años. Cuando eso empieza a pasar hay que esperar que baje un poco la espuma y todo se acomode para que todos tomen posición de alguna manera. Hoy las dos principales coaliciones de la última década están redefiniendo a su liderazgo. Juntos por el Cambio lo sigue haciendo desde que perdió la presidencia en 2019, y no lo ha logrado ni siquiera en este proceso electoral, porque la PASO supuestamente servía para eso y no ocurrió, y a eso se le suma que Mauricio Macri sigue estando activo. No se sienta en las reuniones políticas pero está presente, tiene sus voceros y representantes, y habla a través de los medios. 

Ahí hay una especie de liderazgo en donde hay una disputa entre si los votos son de Juntos por el Cambio o si son de Macri. Lo que le pasa a los espacios políticos cuando trascienden a sus líderes fundacionales es que sigue independientemente y eso no termina. Es justamente un punto de madurez para los espacios, sean partidos o coaliciones. Eso no está pasando en este caso porque su líder sigue activo. De alguna forma marca pauta de estrategia y cuando el resto de los actores quiere ir para otro lado se generan esas tensiones.

APU: Eso no está pasando en Juntos por el Cambio.

FC: No puede trascender el liderazgo de Macri porque éste habla y de alguna manera electorado también se mueve, o bien Macri habla sabiendo que el electorado se va a mover. Lo que se conoce como el pacto de Acassuso, es decir el acuerdo Milei-Macri-Bullrich, tiene dos lecturas. Ellos planeaban acompañar para que el electorado lo haga o, a la inversa, ellos sabían que el electorado de se iba a volcar por Milei entonces se anticipan para no perderlo y tener presencia para que todavía se sientan identificados. 

Ahora aparece de vuelta está horizontalidad, y esta desconexión, donde por un lado Macri y por otro están los gobernadores, después el grupo de legisladores, sigue estando la Unión Cívica Radical, que trata de acomodarse, el PRO, que está en un proceso de ebullición muy fuerte. En el medio de todo esto el PRO tiene tres gobernaciones, algo que ni siquiera en 2015 pasó porque sólo tenía la provincia y la Ciudad de Buenos Aires. Ahora están CABA, Entre Ríos y Chubut.

APU: Rogelio Frigerio que además es el más se ha querido desmarcar de esa posición tan dura del PRO.

FC: Exacto, entonces todos ellos se están tratando de acomodar de alguna manera, y el peronismo está en un proceso similar. Cuando pierde elecciones aparece la redefinición de su liderazgo nacional, todavía no sabemos para dónde va rumbear eso y, por lo menos las primeras semanas, parece que es más civilizado que en otros en otros momentos. Cuando se perdió el gobierno en 2015 hubo ya en las semanas posteriores bastantes tensiones porque los bloques se empezaron a acomodar, los gobernadores se movieron bastante rápido, y afloraron las tensiones entre el ala más kirchnerista y la pegotista.

APU: La sensación es que las internas se dirimieron durante el transcurso del gobierno.

FC: Exacto, entonces estos dos espacios, que son los que vienen gobernando la política argentina, afuera de la Casa Rosada y se estarían construyendo en torno a ligas de gobernadores. Esto pasa porque inciden en política pública, tienen su margen de autonomía política muy alto, dependen financieramente del gobierno nacional, pero generalmente son los que arman las listas que van al Congreso. 

Si son provincias necesitadas de fondos en realidad tenés para ofrecerle al gobierno nacional los votos para aprobar sus propuestas políticas, en donde no están estos dos liderazgos nacionales, no hay un Mauricio Macri y una Cristina Fernández de Kirchner que dicen vamos a ir por acá y todos lo siguen. Eso no está presente y aparecen automáticamente los gobernadores, que son los que coordinan los bloques legislativos. El gobierno nacional va a necesitar eso y las provincias a cambio necesitan transferencia de fondos. Acá volvemos a tener ese esquema tradicional, que ya ha pasado en otros momentos de la política argentina. 

APU: ¿Cuál es la diferencia hoy?

FC: La diferencia está que cuando el gobierno no era peronista estaba involucrada la UCR, ya sea presidiendo, como con Raúl Alfonsín o Fernando De la Rúa, o bien como socio, con el caso de Mauricio Macri, y por otro lado había una liga gobernadores peronistas. Hoy ninguno de los dos están en la Casa Rosada, hay dos ligas de gobernadores con identidades políticas distintas porque tenemos un mapa político argentino mucho más colorido.

El peronismo no tiene las tres cuartas partes de las gobernaciones argentinas como ha sido tradicionalmente cuando le toca ser oposición al gobierno nacional. Hoy tiene nueve provincias, Juntos por el Cambio diez, de las cuales tres son espacios provinciales y yo tengo todavía mis dudas de cuánto tiempo van a estar adentro, y después tenés otros espacios provinciales, como Misiones, Neuquén y Santa Cruz. 

APU: Ese es el aspecto novedoso.

FC: Claro, hay que ver cómo se dan todos estos procesos de acuerdo porque, de alguna manera, el gobierno viene con una agenda disruptiva para cambiar todas las variables de los modelos que conocemos hasta ahora. 

APU: Milei triunfó en casi todas las provincias pero no tiene ningún gobernador propio.

FC: Exacto, tiene alrededor de seis intendencias sobre más de dos mil que tiene el país, el 15% de la Cámara de Diputado y el 9% del Senado. El sistema político está dejando respetar las tradiciones de la política argentina, que es que la línea sucesoria a pesar de no tener los números. Le dice “seguimos con nuestras tradiciones y es tu tiempo de gobernar”, porque es lo que siempre suele pasar en un presidencialismo. El primero que mueve las piezas del tablero ajedrez es el presidente y están todos esperando que lo haga para empezar a marcar la agenda del rumbo económico social, político y cultural, que estas son otras cosas nuevas que todavía no las sabemos.

APU: Los gobiernos suelen tener una “luna de miel” de duración variada.

FC: Sí, esas lunas de miel dependen mucho de los resultados que logra el gobierno. Hay un tema con los presidentes electos cuando ganan con mucho apoyo. Hablamos de 55 puntos, decenas de millones de votantes acompañándolo, una ventaja respecto al segundo. Eso habla de una legitimidad electoral importante. El error que cometen a veces los presidentes es cuando piensan que ese voto es propio y responde enteramente a ellos, a sus características personales y a su liderazgo. 

Se asumen, de alguna manera, mesiánicos y les cuesta a veces entender que el rumbo tiene que ser corregido o tal vez que las decisiones que van a tomar van a generar un costo pero el electorado que lo fue apoyar mayoritariamente va a aguantar. El tema es que si ese voto disponible no era voto propio de La Libertad Avanza, sino que en realidad era de Juntos por el Cambio, que prefería una opción de cambio de afuera a desde adentro, que era lo que simbolizaba Massa, posiblemente sea el menos tolerante para que no haya soluciones. Si no ves soluciones rápidas, la luna miel se te va a hacer mucho más corta. 

APU: Parece ser una característica de la región en el último tiempo.

FC: Hay dos antecedentes regionales que yo creo que Milei debería prestar atención, no sé si lo está haciendo, que Gustavo Petro y Gabriel Boric. Son presidentes electos en el polo programático totalmente opuesto a él, son dirigentes de izquierda identificados con el progresismo, que construyeron espacios progresistas, pero los dos tuvieron lunas de miel muy cortas. 

Boric cuando gana lo hace con una mayoría legislativa un poquito mayor que La Libertad Avanza, pero seguía siendo minoritario. Construye una mayoría más amplia sumando al partido socialista, tradicional del sistema político chileno, y empieza a gobernar pero la luna de miel le duró dos meses y medio. A partir de ahí empezó a bajar y la desaprobación fue superior a la aprobación de reformular la Constitución. En el medio aparece el gobierno identificado en el proceso, entonces cae porque era un plebiscito contra tal. Boric venía a cambiar todo el sistema chileno, desde otro lado, y el esquema de relación estado-mercado, y a hacer modificaciones importantes en la sociedad chilena.

APU: Petro lo mismo.

FC: Colombia venía con gobiernos tradicionales de derecha y gana finalmente alguien que no era de centro izquierda, lo que fue el Partido Liberal en su momento, sino volcado más a la izquierda,  venía incluso de su experiencia militante guerrillera en el M-19. Algo revolucionario para Colombia. Gana desde el mismo lugar que Boric, con una mayoría no legislativa, pero sí la construye. Suma al Partido Conservador, al Partido Liberal, al partido que había fundado Álvaro Uribe en su momento y tiene una coalición muy fuerte para implementar sus reformas. 

Tiran en el Congreso las reformas de salud, educación y política, pero fallan completamente en menos tres meses. Cae la popularidad y empezaron incluso a generarse movilizaciones en contra. Eso muestra que las lunas de miel en América Latina están siendo muy cortas y que los electorados, de alguna manera, confluyen hacia opciones, a las que les terminan dando su confianza, pero no tienen una identificación ni programática ni ideológica ni personal con el presidente que termina siendo electo. Confían en que él va a generar los cambios, no es su primera preferencia, por ahí es tercera o cuarta, pero la prefieren antes que al otro.

APU: ¿Y eso qué significa?

FC: Eso muestra que la mecha para esos electorados es muy corta y, posiblemente, Milei cuando asuma y empiece a gobernar no se dé cuenta de esto pero sea algo que ocurra. Si el voto disponible era mayoritariamente cambiemita y él lo conquista, no es libertario. Es no peronista o con las identidades que sea, pero va a estar esperando soluciones rápidas y va a ser el electorado que va a tener más mecha corta. 

No sé cuánto tiempo va a tener para ofrecer soluciones rápidas porque este electorado lo que va a esperar es que la inflación en unos meses empiece a bajar drásticamente. Podés decir que en realidad todo esto viene de los errores del ministro de Economía anterior, pero en algún momento ese argumento se acaba porque la experiencia de Chile y Colombia lo muestran así también. Llega un momento que la sociedad te dice “te votamos a vos para resolverlo”.

APU: Lo mismo que ocurrió con Macri y Alberto Fernández. 

FC: Macri y Alberto tuvieron lunas de miel más largas, lo que duran en los sistemas presidenciales, pero ahora estamos viendo fenómenos más cortos. Macri termina ganando las elecciones 2017 y ahí va por la reforma provisional. Se genera todo el conflicto en la calle y ahí es donde el gobierno empieza a caer. Después tiene que apostar al FMI y así sucesivamente. Tras ganar las elecciones legislativas Cambiemos empieza a desbarrancar en el ámbito de gobierno, pero fueron esos dos años. 

Alberto en el medio tuvo la pandemia, llegó a 80% a nivel de popularidad, tenía dirigentes opositores que le decían que era el comandante de este barco. Cuando se sube a eso lo que termina ocurriendo es que cuando empieza a caer un poquito va contra Vicentin. La agenda no pandémica termina sobreponiéndose a la pandémica y es donde se termina quebrando, y empieza a aparecer la desaprobación por encima de la aprobación.

Otra vez, confluye todo el votante no peronista y peronista que incluso estaba viendo que el gobierno no funcionaba. Todo un cardo ruso que empieza a generarse y agrandarse donde después ya no hay manera de frenarlo porque los niveles de desaprobación eran muy altos. Después a eso le sumamos crisis económica, toda la discusión de la inflación, termina de renegociar la deuda. 

APU: Son tres procesos con distintas lunas de miel.

FC: Uno un poco más largo, otro poco más corto y es posible que Milei enfrente todavía un proceso mucho más corto, porque viene de dos crisis económicas acumuladas, de problemas de emisión acumulados, de problemas de deuda. A mí lo que me preocupa, específicamente, es que estamos frente a un actor político totalmente novedoso, que muestra por momentos niveles de improvisación altos, y en donde nadie tenía la más pálida idea de cuál va a ser el programa económico.

La mesa chica de La Libertad Avanza la conocimos el lunes 20 de noviembre. Nadie sabía quiénes eran los voceros ni quiénes estaban, ahí empiezan a aparecer las caras y los que van a tener los roles más importantes. Es un actor político totalmente nuevo, se formó hace dos años y ganó la presidencia. Rompió con todas las tradiciones y prácticas usuales para ganar elecciones en Argentina. No tenía una estructura federal, había provincias donde no había partidos políticos ni dirigentes, generaron un esquema en donde cada legislador que termina siendo electo terminó pagando por su propia candidatura. 

Eso es un esquema de financiamiento que, además de tener varias aristas complicadas en términos legales, fueron a buscar candidatos que hicieron sus propias campañas, que no tienen una tradición de vinculación política y con el espacio que se estaba construyendo. No hay una orgánica de La Libertad Avanza. No tenés estructuras de base o locales. Todavía estamos viendo que funciona un poco en el ámbito de las redes virtuales, a través de distintos espacios de conexión, con espacios de juventudes, que es el más militante y más cercano, y el resto son dirigentes que se acercaron a un hotel.

APU: Con respecto al electorado, ¿puede ocurrir que el voto propio sea el que más rápido pierda la paciencia?

FC: Ahí entra siempre la tensión entre lo que es el voto sincero o el voto estratégico. Asumimos que el votante de La Libertad Avanza era mucho más sincero porque tenía alguna conexión con Javier Milei en términos de ideas, programático-ideológico, o de liderazgo, las características personales, la motosierra, el pelo, la campera de rock, toda la estética. Además, el vínculo de conexión con su electorado más cercano tenía que ver justamente con venir a cambiarlo todo.

Ese es el voto anti casta por así decirlo. En estas dos semanas el principal voto dañado, o potencialmente perdido, sería ese, pero de alguna manera estás teniendo alguna reformulación de ese discurso. Está habiendo cierta reconversión, va a haberlo respecto de la discusión impositiva y ellos mismos la van a la van a plantear. Uno de los problemas de gestión que tiene el gobierno es el impuesto PAÍS, que es el que más recaudación está dando. Si lo sacas completamente, lo cual te haría abaratar el dólar tarjeta por ejemplo, estarías lejos de la meta fiscal. 

APU: Lo mismo con la vuelta de ciertos impuestos.

FC: Ahí veo, en ese votante más cercano, un convencimiento de que en realidad Milei sabe lo que tiene que hacer y ahí tenés una conexión mucho más personal. Están identificados con él, ni siquiera con su espacio o alrededores. Es él y él sabe lo que está haciendo, porque siempre sabe lo que está haciendo, entonces ahí la construcción de liderazgo que además está mostrando que no va a querer intermediación política. Eso significa que no hable a la Asamblea Legislativa, se de vuelta y le hable a los que estén en la plaza. Un comportamiento propio de un dirigente populista, de derecha sí, pero sigue siendo un populista porque la práctica es de conexión directa con su ciudadanía o con sus votantes sin intermediación de espacios políticos. 

APU: Lo mismo con el planteo, al menos discursivo, de los nombramientos en el gabinete.

FC: Claro, donde yo creo que puede llegar a venir la primera pérdida de apoyo es más en este voto disponible que capturó y de Juntos por el Cambio, porque el que confió en Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, cuando fue a elegir en un ballotage, primó mucho más la crisis económica, es decir el voto económico y el no peronismo o antiperonista. Termina acompañando a Milei pero no siendo tampoco su primera preferencia. Después elegís con los dos que tenés.

En realidad, lo único que quiere es que el gobierno cambie y haya un cambio de color político. Ahora, si este este nuevo gobierno electo no va a resolver los problemas, entonces va a decir que no lo está apoyando. Creo que puede llegar a ser complicado porque no sabemos cómo puede reaccionar cuando empiece a perder apoyo ciudadano o en las encuestas empiece a bajar. 

Arranca de base con 55 puntos, siempre un presidente cuando resulta electo está en torno a los 60 y 70 porque es el efecto ganador. Creo que los primeros números muestran que va a estar en torno a 60, no va a llegar a ese 70 que efectivamente es común en América Latina. Son cinco puntitos más de lo que ganaste y después hay un momento que rompe los 50, una primera alerta. Ahora, cuando rompa los 40, eso realmente pone nervioso a los dirigentes. De nuevo, lo único que sabemos es cómo funciona en la televisión, ¿va a haber una cadena nacional y va a empezar a los gritos o va a empezar a tomar medidas para que “aprendan”? No sabemos porque es totalmente nuevo, entonces no sabemos cómo va a ser el estilo de ejercicio del liderazgo presidencial.

APU: Esa es la gran incógnita.

FC: Si vas a congelar toda la erogación de recursos de parte del Estado, por un lado a universidades y por otro los subsidios, vas a liberar algunos precios y vas a dejar que la inflación de alguna manera, acomode y balancee las variables, si empieza a generar un efecto positivo de baja, le va a ir resolviendo el problema. Si eso no lo frena, ahí está el problema.

APU: Eso también se traslada al ámbito legislativo.

FC: Sí, casi la totalidad de la bancada de La Libertad Avanza es la primera vez que pisa un órgano legislativo y demás. No tienen trayectoria ni carrera política, van a tener que tener asesores y manejar administrativamente un despacho. Muchas cosas que llevan su tiempo.

APU: El rol de Guillermo Francos puede ser importante en ese sentido.

FC: Sí, dependiendo de qué vaya a hacer el ministro del Interior. Para gestionar los acuerdos hay que tener más o menos a la tropa propia ordenada, sabiendo qué es lo que tienen que hacer. Esos referentes, que nunca tuvieron algún ejercicio de construcción legislativo y de discusión pública en torno a un proyecto de ley, cuando empiecen a sentarse a negociar, primero lo van a tener que cerrar internamente y hay gente que va a tener que entender del tema.

Los legisladores tienen que saber qué es lo que están tocando, y si por ahí no lo comprenden o no lo saben, eso lleva tiempo. La maquinaria va a tener que empezar a moverse rápido si van a querer construir esos acuerdos. Vas a tener un conjunto que no tiene práctica legislativa contra otro que hoy está parado en la oposición que ya sabe cómo funciona. Ahí hay que ver cómo va funcionando ese espacio político. A mí me pareció clarísimo cuando convocaron a senadores y diputados y la frase de Francos fue “nos juntamos para conocernos”.

APU: El triunfo en primera vuelta de Unión por la Patria contrasta con ese estado de situación y la diversas y cantidad de bloques, sobre todo en la Cámara de Diputados.

FC: Es una cámara muy parecida a cuando asumió Néstor Kirchner en 2003. Un bloque de celeste y azul, que resalta y es el que aparece mayoritario, dos bloques medianos y después un montón de otros chiquitos con distintos nombres. Bancadas de cuatro, cinco o uno, dos. Si tenés que ir a negociar un paquete de leyes y llegar a una mayoría cuando arrancas del 15% en una cámara y 9% en la otra, lo que tenés que tratar de hacer es agarrar bloques que sean grandes. Si tenés que ir a una negociación con cada uno de los mini-bloques es mucho más difícil y es mucho más costoso en términos de tiempo. Si uno no quiere o te pide cambiar algo que conseguiste, ganas uno y perdes otro.

Creo que esa va a ser la prueba de madurez de La Libertad Avanza como organización política y acá es donde, si ahora rompieron con todas las tradiciones de la política argentina ganando la elección presidencial, tal vez sea el momento donde las mismas le vayan poniendo un freno donde veamos qué nivel de tolerancia tienen para decir que no es tan sencillo cambiar radicalmente un sistema.

APU: Ese esquema de armado de listas también puede ser un problema por los distintos intereses y formas de actuar.

FC: Sí, además en ese número se está contando a Pablo Ansaloni que ya fue legislador por Cambiemos, después armó un bloque y se empezó a llevar mejor con el peronismo. Viene del Partido Fe, de la UATRE en la provincia de Buenos Aires, que era el sindicato del “Momo” Venegas.  Había tenido su vinculación con el peronismo, después se pelea con el kirchnerismo y pasa a ser la pata peronista de Cambiemos. 

Ansaloni tiene ahora una bancada de más o menos cinco legisladores porque también hay de otras provincias, pero fue el primero que dijo que este no es el cambio porque está viniendo Macri y se van a abrir. El Partido Fe es el que le da la estructura a muchas provincias para presentar diputados nacionales. Si el partido a nivel nacional está reconocido sólo en cinco provincias, hay otras 19 en las que necesitas tener el partido del distrito para poder tener lista de diputados nacionales.

APU: Por eso en muchos casos no llevó legisladores nacionales.

FC: Santa Cruz, La Pampa, Misiones, entre otras. En Río Negro quien termina entrando en realidad compite con el Partido Fe. Aportó los fondos personales para tener el primer lugar de la candidatura. Aparece algo nuevo, que incorporó este espacio, que es la “brasileñización” de la política. Tenés los recursos para ser candidato y te presentas, porque en Brasil está legalmente aceptado que el financiamiento es por el candidato y no por el espacio político. El nuestro viene por la estructura partidaria y el partido es el que lo designa. Hay un responsable administrativo contable, que presenta los balances, pero el cash entra por la estructura política porque es una forma de controlar y ordenar a la tropa. Por eso el monopolio y la representación es partidaria.

En Brasil el financiamiento va a cada dirigente y eso después genera otras complicaciones, que es cuando tenés que juntar una bancada tenés proyectos personales. El PT tiene un control sobre la bancada, que es lo más ordenado, pero después muchos partidos son voluntades personales y cada uno llegó por mérito propio. Esto, que le redituó en términos electorales porque logró buenos resultados, en el momento de apretar los botones posiblemente se le genere una complicación porque todo eso lo tenés que ordenar. Ahí, de vuelta, es donde se ve la prueba de madurez de un espacio político, siendo que nació hace dos años. Creo que va a tener muchas dificultades para eso.

APU: Sobre todo con los cambios que se proponen hacer. 

FC: Creo que uno de los “drivers” principales por los que terminan volcándose mayoritariamente por votar a Milei es porque era un economista, conoce las variables y dijo poder resolver la inflación, entonces van a esperar que en unos meses esté por debajo de los cinco puntos mensuales. Si en marzo, cuando tengas que volver a armar la mochila de los chicos, sigue siendo alto ya no el interanual sino el mensual, comparado con el mes anterior, es muy posible que el electorado que terminó acompañando el mal menor empiece a generar demandas.

Cambiemos tenía una diferencia respecto de este espacio político nuevo. Primero, arrancó por lo menos con un tercio de cada Cámara, entonces de alguna manera tenés el reaseguro que tienen todos los presidentes latinoamericanos, que es bloquear cualquier pedido de juicio político. No estoy diciendo que le vaya a pasar, pero todos aprendieron que de base lo necesitan. Cuando un presidente empieza a perder popularidad, la calle empieza a movilizarse y aparecen disparadores que, generalmente, son argumentos para acusar a un gobierno de turno se activan los procesos de juicio político cuando el Congreso tiene el consenso para decir que es momento.

APU: ¿Cuál sería ese número mágico?

FC: Había hecho la cuenta. Son 78 diputados y 24 senadores. Con esos bloques automáticamente sabes que está bloqueado ese pedido. Eso todavía lo tiene que construir. Cambiemos lo tenía. El segundo punto es que, en lugar de Martín Menem, tenía dos conocedores del funcionamiento del Congreso que trabajaron específicamente para y, y se supo después, para que construyeran bloques del Partido Justicialista o del Frente para la Victoria que estuvieran dispuestos a negociar ley por ley con Cambiemos. Ahí apareció el bloque Justicialista y el de Massa, que había salido tercero en la elección pero había tenido buenos desempeños, sobre todo en el norte, y había construido una bancada unos cuarenta diputados.

Entre un peronismo que podía coordinar acciones con el gobierno y negociar y el bloque de Massa fueron las dos llaves de la gobernabilidad que tuvo Cambiemos para aprobar sus propuestas legislativas. Eso por lo menos los dos primeros años de convivencia, en donde Massa se llevaba bien. Eso se rompe cuando aparece la propuesta de blanqueo de capitales y estaban incorporados los familiares. De nuevo, tenía que negociar con dos jefes de bancadas, lograr la mayoría y ya estaba.

APU: ¿Esos elementos hoy no están?

FC: Hoy esos dos elementos, ese tercio necesario para sobrevivir y la posibilidad de ir a trabajar con legisladores en bloques que colaboren con el gobierno, todavía no está presente. De alguna manera lo va a precisar, porque si no cualquier otro recurso que necesite para gobernar no va a tener que ser con el Congreso. El problema está en que cada una de las reformas que quiere implementar tiene que pasar por ahí sí o sí. Hay una discusión para poder reformar la Ley de Coparticipación, eso es más difícil que reformar la Constitución. No sólo tenés que lograr las mayorías sino que después lo tienen que aprobar las 24 legislaturas provinciales.

Con YPF también tenés que ir por el Congreso y sólo la parte que tiene el gobierno nacional. Hay un porcentaje accionario que tienen las provincias. Neuquén no va estar diciendo que la privaticen, uno esperaría que no. Lo mismo Mendoza o Río Negro. Ni siquiera es el 50% del Estado Nacional, eso se divide entre el Estado provincial también. Es probable que la reforma de YPF no pase por la explotación petrolera y la distribución de nafta en el país, sino por las otras empresas paralelas que se fueron construyendo. 

APU: Ahí aparece la necesidad de divisas.

FC: Sí, los dirigentes de La Libertad Avanza lo tienen muy claro. Hoy el ingreso de divisas muy probablemente venga por el palo de la minería y la explotación de hidrocarburos. El pedido de que Flavia Royón se quede presente como secretaria es un reconocimiento de parte de su parte de que no sólo viene teniendo una buena trayectoria en la gestión sino que es una punta de negociación con los gobernadores, sobre todo el norte.  

Al mismo tiempo, saber que hay un actor, que ya es internacional y que empieza a jugar, que es la inversión de China. La necesitas no sólo por el swap que te mantiene el tipo de cambio meramente estable sino por la entrada para las inversiones, que es necesario para el ingreso de divisas extranjeras y requiere de funcionarios que vienen trabajando sobre el tema y bien. Tampoco podés cambiar radicalmente todo lo que se viene haciendo porque muchas de las cosas pasan por vínculos personales y por conocimiento. Todos esos cambios que tiene que hacer lo tiene que hacer pasar por el Congreso sí o sí y ya ahí no le queda más un DNU o cualquier otro tipo de decreto.

APU: En paralelo, ¿cuál es la situación en el peronismo?

FC: Creo que una buena señal de unidad fue que en la presentación de autoridades y bloques no circuló todavía que vaya a haber un rompimiento estilo 2015. Eso sí genera un cisma importante porque, además, una de las personas que empuja ese rompimiento es Diego Bossio, que venía con muy buenos vínculos con el kirchnerismo. Había sido titular de Anses cuando sale Amado Boudou y después entró en las listas por el Frente para la Victoria, y automáticamente rompe. Eso no estaría pasando ahora. 

Me parece que el justicialismo como coalición, tenés varias identidades ahí adentro, está esperando a que el presidente mueva las primeras fichas para ver qué ocurre. Expectante porque de alguna manera va a necesitar construir cierta gobernabilidad y necesita tener fortaleza. El 55% de los votos te da una fortaleza inicial, pero no son eternos. El peronismo sabe que cuando tenga que tomar decisiones difíciles si aparece roto y fraccionado no puede presentarse después como una alternativa unificada, que muy posiblemente después la ciudadanía, si percibe un cambio de caras, gestión, liderazgo y discurso, diga que es necesario confiar en otro espacio político otra vez.

Estamos en momentos de mucha volatilidad del electorado, creo que el peronismo lo está leyendo eso y no hubo aún un salir a romper enseguida y hacemos la nuestra. Se está terminando todo de acomodar. Imagino a Cristina más en un en un proceso de consulta, discurso y presentar sus propias ideas. Creo que va a tratar de estar al costado, sin ser la cara que tenga que estar, pero de alguna manera lograr ser referencia y tal vez empezar a empoderar a quienes continúen con las banderas del kirchnerismo. 

APU: ¿Por ejemplo?

FC: Máximo va seguir siendo diputado nacional, Wado de Pedro senador. El espacio más kirchnerista también ganó varias intendencias, al menos diez en la provincia de Buenos Aires, referenciados con La Cámpora. Va a haber un proceso este de renovación dirigencial en ese sentido y me parece que el mensaje de Massa fue bastante claro. Es momento de mantener la unidad.

APU: ¿Dónde pueden llegar a aparecer las primeras tensiones?

FC: A través de la liga de gobernadores, que van a necesitar ciertos fondos, sobre todo las provincias que dependen mucho de la coparticipación y las transferencias directas del Tesoro, en especial cuando empiecen a modificar esquemas impositivos. Ahí podemos empezar a ver cierto abroquelamiento en los legisladores, a través de los gobernadores, por si tocan el esquema de una provincia y después ir a tocar el de otro. Si eso no ocurre y La Libertad Avanza juega inteligente y empieza a utilizar la caja para lograr apoyo, cuando los gobernadores empiecen a mostrar autonomía con sus legisladores comienzan a aparecer, posiblemente, algunas tensiones. 

Es muy pronto todavía para hablar de sucesión de liderazgo, porque se le da tiempo al Gobierno para que llegue, asiente y vea dónde se para. Si al gobierno le empieza a ir muy bien entonces, posiblemente, empiecen a aparecer las peleas antes en el justicialismo y también romper, y dirimirá su interna en el 2025. Si ahora el gobierno empieza a tener algunos traspiés eso va a hacer que la oposición se mantenga con vocerías. 

APU: Los primeros pasos se dieron en ese sentido.

FC: Sí, hay alguna línea de continuidad en esto de mantener la unidad. Cecilia Moreau va a seguir siendo vicepresidenta de la Cámara, ahí no hubo ningún cambio y tampoco una batalla. Que se le reconozca liderazgo y sea la cara del espacio justicialista, siendo alguien de confianza de Massa, habla de que no hay muchas tensiones internas en el bloque. No hay rispideces personales como había pasado en 2015, y a pesar de haber perdido.

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