Fanzine de Emergencia 8M
Alejamiento
Indira Anampa Santa Cruz (Perú)
I
Algo me quema y no sé que es. Pero la voz me dice corre. Corre.
Que la culpa persigue como un cazador ciego y estoy coja.
Desmembrada. Perdida como un ave en invierno. Abandonada
como un recién nacido. Corre. Que no tengo alas. Corre que estoy
sola. Corre. Que la desgracia me persigue y corre más que yo.
II
Qué es la muerte sino una palabra grave. Pero con una intensidad
en cada una de sus sílabas. Alguna vez la aplastaste contra mí.
Intentaste hundirme en ella. Pero la memoria es furiosa como el
paso de la muerte y te quedaste en sus pupilas obsidiana. Ella ha
vuelto con una palabra con un nombre y yo te entrego.
III
Empecé a hacer niños enfermos quebrados. Rotos desde la
concepción. Las venas estallaban como cables pelados en mi
cuerpo. Mi cabeza guardaba el soporte bélico exacto. El calibre
correcto y mi mano la fuerza correcta para reducir al enemigo.
Ahora soy el epicentro de lo telúrico. Como las naciones invadidas.
Resisto. En nombre de una bandera. Una fi cción.
Trenzo mi pelo, cae un rayo
Gabriela Clara Pignataro (Argentina)
En este pueblo no había espejos
ni ventanas
nos mirábamos en las paredes
sucias de los desastres sin origen
con raíces enredadas en látigos
aprendimos:
cada movimiento puede ser el último
respirar, tajearnos la espalda
vimos nuestra cara en las telarañas
nos balanceamos con cuidado
entre los nudos
apretamos la boca
el aire justo que deja entrar
insectos raquíticos
una mínima luz de proteína,
crecimos como espigas encorvadas
por el verano de los ojos dentados
sanguijuelas succionando
nuestra marcha arrancadas en lo más tierno
por manos limpias
de sangre hasta las muñecas, así
nos enseñaron el gesto de la margarita
lánguida, blanca, se abre, da
se abre, se desnuca: se queda calva
el cuello disecado en las yemas
de los predadores.
Fuimos enviadas al desierto
a amamantar a las hienas
a pescar anguilas con hachas
ahí nos vimos, en el filo
los ojos brillantes
nuestras lenguas rojas
uñas perforando el eco del estanque
nos reconocimos,
ya habíamos besado tantas veces
con los labios curtidos
de otras, que éramos nosotras
observándonos a ciegas
en las fallas del muro
-Todas fuimos nuestro espejo-
Una mujer grita en una fiesta
una mujer cosecha en la montaña
una mujer canta al pie de un abismo
una mujer se cubre la boca y la nariz
con un pañuelo
una mujer acaricia un colibrí
una mujer prende fuego las cruces
que le colgaron
una mujer cabalga de espaldas
saluda a un puma detrás del monte
una mujer hace un círculo de sal
y mira las estrellas
una mujer arroja al agua un manojo de células
que no tienen el nombre de su deseo
una mujer astilla mil pantallas
una mujer abre una ventana
una mujer cierra una puerta
una mujer baila desnuda
una mujer entra en el río
una mujer conjura las mareas
una mujer abraza el peso de su cuerpo
una mujer trenza su pelo, cae un rayo
Hermana,
la tormenta que se aproxima
somos nosotras centelleantes,
estamos en camino.
Corriente de resaca
Joan Villanueva (Bolivia)
lo que necesito lo alucino
y con lo demás soy la cuchilla que me habita intestina
segura siempre de perderme en este cuerpo que no se acaba nunca
tropezando a cada paso con mis heridas juguetonas
que se abren y cierran a punta de alaridos y risas
y me destierran al centro de un templo
donde me veo desnuda y convulsa
intoxicada de mí misma
celebrando la fiesta de la ausencia
Fanzine completo Artistas Feministas Autoconvocadas
RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de textos: Negra Mala Testa Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs).