Los asesinados de junio de 1956

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VIOLENCIA ANTIPERONISTA

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08 Junio 2023

Que habilidad la de los cultores del odio en nuestro país para ocultar o cambiar los acontecimientos.

Tenía entonces 4 años, y asesinaron a mi viejo junto a otros compañeros que también cayeron en aquellas jornadas del 9 al 28 de junio de 1956. Suena raro quizás que no escriba hasta el 12 de junio, pero en realidad el último asesinado lo fue en esa fecha, lo tenían detenido y lo asesinaron simulando suicido por ahorcamiento en su celda.

Que habilidad para cambiar el sentido de los acontecimientos y que permeabilidad la nuestra que, tantas veces, nos hemos dejado llevar por las trampas que han creado.

Vamos a aclarar a que me refiero, venimos repitiendo hace 67 años “fusilados en junio de 1956”, además de sus muertes nos han dejado también el histórico error al que hago referencia, incluyéndome por un tiempo en el error conceptual, no se trata de “fusilamientos” palabra con la que se ha buscado dar casi un viso de legalidad … fueron fusilados, claro se les aplicó la pena máxima, y usando esa misma estrategia lograron que la denuncia que pedía se juzguen los actos cometidos, al finalizar la dictadura “fusiladora” (asesina) fueran enviados a la justicia militar y allí desaparecieran para siempre y se les respetaron las leyes de auto amnistías dictadas.

Qué pena, cuantas veces he pensado si se los hubiera juzgado con todo el rigor que correspondía quizás, tal vez, los genocidas que les siguieron históricamente en las siguientes dictaduras no habrían actuado como lo hicieron, es una duda que tendré siempre. Decía Tomas Hobbs: “No hay peor crimen que el se comete a sabiendas de su impunidad” … ¡y se sintieron impunes!, así 30.000 compañeros desaparecieron, decenas de miles perseguidos, secuestrados, torturados, larga la lista, creo que todos saben a qué me refiero.

Hay muchos actos que se están preparando para recordar a estos compañeros: en José León Suárez, en Lanús, en Avellaneda, en Olivos, en Institutos Nacionales de Historia, hasta en Campo de Mayo, sería una gran cosa que se recuerden como lo que fueron, compañeros asesinados en junio de 1956. Sólo dos fueron realmente fusilados y se los recuerda también en La Plata. Todos ellos fueron héroes, como dijo el mismo General Perón, no tenemos mártires, tenemos héroes que entregaron su sangre, su lucha por una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.

Por este motivo es muy importante para las nuevas generaciones que se aclaren estas cosas, que en los actos no se refieran solamente al hecho mortuorio de los asesinatos, rindiendo homenaje a los caídos, es imprescindible que en los actos se hable de por qué fueron asesinados. Qué defendían, qué intentaron, qué causa abrazaron. La muerte en sí misma no es más que eso, una muerte, saber por qué cayeron, cuál era su causa y rendir el homenaje en ese recuerdo resulta de suma importancia.

Muchos de nosotros, no sólo los hijos y familiares de los caídos, la militancia de los ´70 levantó sus banderas. Sabían el por qué de esa lucha, lamentablemente la enormidad del genocidio que provocó la última (no única) dictadura cívico militar genocida y la falta de nuestra parte en no hablar a los jóvenes que no vivieron ni lo uno ni lo otro desde las dirigencias nacionales, provinciales, municipales y barriales ha provocado olvidos y son luego captados por quienes se han camaleonizado en los períodos democráticos.

Aparecen ahora “libertarios, republicanos, defienden las instituciones, reclaman unidad con la oposición”, suenan lindas estas palabras en oídos de quienes no conocen por no haber vivido, y/o por qué no supimos enseñarles, cual es la realidad. Recurro a otro filósofo, el danés Soren Kierkegaard: “La vida tiene que ser vivida hacia delante, pero sólo puede ser entendida mirando hacia atrás”.

Hay que recordarles que estos auto rotulados de esas maneras, avalaron el genocidio del ametrallamiento y bombardeo a Plaza de Mayo en junio del 55, tuvieron al peronismo 18 años proscripto, aplicaron un decreto 4161/56 que prohibía desde silbar la marcha peronista como pronunciar sus nombres con penas de prisión, que luego aplicaron un decreto secreto 9880/58 puesto en ejecución por decreto 2628/60 que creo el Plan CONINTES, y que en el decreto ley 2713/63 se restableció el del año 1956 ya mencionado y ni hablar de la Doctrina de la Seguridad Nacional de la última dictadura genocida cívico militar; son los que ahora, reitero, se auto titulan libertarios, republicanos, defensores de las instituciones.

Recordarles que todo esto fue para perseguir al peronismo, a los peronistas, a todos los que intentaran recobrar una paria justa libre y soberana como quienes fueron asesinados en Junio de 1956 y a quienes vamos a recordar y rendir el justo homenaje que merecen, visibilizándolos y empoderándolos como no se debió permitir que suceda.

Este tendría que ser –a mi entender- el sentido de todos y cada uno de los actos que se están organizando, recuperar el sentido de la militancia de todos ellos. Bienvenidos los que se realizan en los diferentes lugres donde sucedieron los ASESINATOS, pero sería de gran importancia organizar actos recordatorios en unidades básicas, en agrupaciones, en lugares donde hoy los jóvenes están militando.

Para que sepan esos maulas que al coraje no lo han muerto, que este pueblo no cambia de idea, sigue las banderas de Evita y Perón.

Ellos no han muerto viven en el recuerdo de un pueblo agradecido, honremos su memoria recordando su militancia y levantando nuevamente esas banderas. Gobernar es hacer lo que el pueblo pide y defender un solo interés, el del pueblo…

Asesinados en Lanús, simulando fusilamiento 10 de Junio de 1956

• Tte. Coronel José Albino Yrigoyen,

• Capitán Jorge Miguel Costales,

• Dante Hipólito Lugo,

• Clemente Braulio Ros,

• Norberto Ros y

• Osvaldo Alberto Albedro.

Asesinados en los basurales de José León Suárez, disparando por la espalda 10 de junio de 1956

• Carlos Lizaso,

• Nicolás Carranza,

• Francisco Garibotti,

• Vicente Rodríguez y