El ómnibus que te lleva a una estación sin derechos

Desde hace un mes, la Argentina vive bajo el mandato del presidente Javier Milei. Desde hace un mes, el presidente no solo viene haciendo una embestida antidemocrática e inconstitucional a través de un decretazo que en su contenido no tiene ni la necesidad ni la urgencia que el pueblo sí tiene, especialmente las mujeres y diversidades. A la vez, suma una ley ómnibus (Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos) que nos vuelve a colocar en el oscuro sótano de la democracia.

Como anunciamos en el análisis de los cuadernillos de Mujeres Sindicalistas, “el cuidado es el nudo critico de las desigualdades de género” (Mujeres Sindicalistas, 2020). Encontramos que el acceso al empleo para las mujeres no es igual a sus pares varones, producto de la división sexual del trabajo.

En este sentido, al problema estructural que enfrentan las mujeres, el gobierno de Milei propone la quita de doble indemnización a las trabajadoras de casas particulares, trabajo desarrollado en un 97% por mujeres y con más del 75% de ellas no registradas, cuyos salarios son los más bajos en el mundo del trabajo. Asimismo, y lamentablemente, el gobierno de “la libertad” también eliminó el programa Registradas, que acompañaba la contratación y el registro de este sector en búsqueda de garantizar derechos en un universo feminizado y precarizado.

Tanto el DNU 70/2023 como el proyecto de ley ómnibus, impacta con fuerza en el desarrollo de las mujeres trabajadoras, volviendo a penalizar la maternidad modificando la ley de Contrato de Trabajo Nº 20.744, art. 177 y las condiciones de las licencias de las trabajadoras. Dentro de las modificaciones, se prevé lo mencionado anteriormente, eliminar la doble indemnización en caso de despido por causa de embarazo. En lo que respecta al caso de las licencias por maternidad, cabe recordar que durante el gobierno de Mauricio Macri también se tuvo la misma intención, con la llamada “Ley de equidad salarial” (Marzo, 2018) a pedido del FMI. Dicho proyecto de ley no prosperó gracias a la lucha de las Mujeres Sindicalistas.

¿Es casual que los gobiernos de Mauricio Macri (Cambiemos) y de Javier Milei (La Libertad Avanza) tengan propuestas similares? Estoy segura que no lo es. Veamos qué pasó con el teletrabajo: también en el periodo macrista se intentó mandar a las mujeres, sin ningún tipo de legislación, a trabajar a sus casas  “proyecto de ley de equidad salarial”(Marzo2018). Durante la pandemia de Covid-19, y debido a las políticas de aislamiento, muchas trabajadoras tuvieron que realizar teletrabajo. Para esto, el Honorable Congreso de la Nación aprobó la Ley 27.555 que aborda el teletrabajo como una modalidad, e incorpora derechos como la desconexión, la reversibilidad y contempla las tareas de cuidado. Esta norma sancionada en 2020 fue tomada como modelo por algunos Estados europeos. En vez de avanzar hacia un mundo de derechos, entendiendo la matriz desigual y considerando el impacto de las políticas públicas, al gobierno de Milei-Macri tampoco le agrada que trabajemos con derechos, por ello mando a derogar sospechosamente el artículo que habla de las tareas de cuidado. Recordemos que las mujeres somos quienes mayoritariamente cuidamos en los hogares, este gobierno lejos de aplicar normas de conciliación y corresponsabilidad quiere a las mujeres trabajadoras precarizadas y fuera del mundo del trabajo.

Como si las medidas contra el pueblo trabajador tomadas desde la asunción de Milei no fuesen suficientes, también incluyeron la derogación de la Ley 14.499 “Bases para la fijación de haberes para jubilados y pensionados” …vaya si luchamos las mujeres por el sostenimiento de las moratorias previsionales durante el gobierno de Mauricio Macri. ¿Otra casualidad con las políticas de Milei? De avanzar esta medida, miles de mujeres estarán en desigualdad para jubilarse, lo que representa un grave impacto en los ingresos y la autonomía económica ya que implica que 9 de cada 10 mujeres no puedan jubilarse.

Ayer con Macri, Hoy con Milei. Buscan una Argentina sin derechos, impulsando -bajo condición de censura y sin capacidad de diálogo- un colectivo al que solo podrán subirse algunos privilegiados, pero que a la gran mayoría del pueblo los llevará a una estación sin derechos.

* La autora es tesorera de la Federación del cuero (Fatica), integrante de Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal de Trabajadores, Sec. de Trabajo de la 62 Organizaciones Gremiales Peronistas.