Héctor Amichetti: “El Imperio no practica el cristianismo”
Por Héctor Amichetti*
Hace unos años dijo Francisco:
"Hay un terrorismo de base que emana del control global del dinero sobre la tierra y atenta contra la humanidad entera"
"...mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo".
"No hay democracia con hambre, ni desarrollo con pobreza, ni justicia en la inequidad".
"Una forma abusiva de dictadura económica impera en el mundo (...) Las democracias están en crisis y hay que refundarlas".
Ahora acaba de decirle cara a cara a los empleados del FMI:
"No se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables (...) es necesario encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y al progreso".
Es correcto que el Presidente argentino viaje a Israel y recorra los países de Europa buscando comprensión y apoyo para resolver el tema de la deuda externa una vez que haya sido garantizada la subsistencia y el progreso del pueblo argentino.
Ahora bien, tengamos en claro que la última palabra la tiene los Estados Unidos, potencia implacable en cualquier negociación que no responda incondicionalmente a su interés, que en éste momento no es otro que el de tener en Argentina un gobierno bajo control como los que tiene en casi todos los demás países de América Latina.
Tengamos en cuenta que hace unas horas, Fidelity, el fondo de inversión más grande de los Estados Unidos mantuvo una postura inflexible en la negociación con la provincia de Buenos Aires como táctica inocultable frente a la negociación nacional.
El Papa Francisco es nuestro aliado pero los acreedores no practican el cristianismo y el Imperio reniega de las religiones.
Sin abandonar la estrategia de buena voluntad negociadora para comenzar a resolver el grave problema del endeudamiento, no hay que perder de vista que la mayoría de los argentinos y argentinas que hicieron posible a través del voto que Alberto y Cristina llegaran al gobierno, siguen siendo el mayor respaldo para una justa negociación.
Las organizaciones que durante cuatro años resistimos el saqueo nacional con infinidad de actos, plenarios, asambleas y movilizaciones seguimos de pie y alistadas para actuar como protagonistas en el marco de la estrategia que nuestro gobierno defina.
Refundar la Democracia como lo señala el Papa, es convertirla en Democracia Social como lo proclamaba Perón, es sumarle al rol de los partidos políticos, a las iniciativas del Poder Ejecutivo y del Parlamento, la participación activa de las Organizaciones Libres del Pueblo.
Es probable que por la política de tierra arrasada que ejecutó el macrismo ellos consideren débil en la negociación a nuestro gobierno, hay que demostrarles que el pueblo argentino no es mero espectador de las tratativas, que está movilizado y alineado detrás de la posición de su gobierno, consciente como lo señalaba con insistencia nuestra querida Evita, que "no hay nada más fuerte que un pueblo decidido a ser justo, libre y soberano".
*Secretario general de la Federación Grafica Bonaerense