“La tarea del movimiento obrero argentino es no dejar que Argentina se sume al TTP”
Por Cecilia Anigstein y Rodrigo Lugones
APU: Forma parte de la Corriente Político Sindical Federal: ¿Qué es?
Walter Correa: Nosotros resaltamos cuestiones de programas históricos como Huerta Grande, La Falda o los 26 puntos de Ubaldini. En estos momentos estamos luchando desde adentro para consolidar una CGT que le de pelota a las bases. Una CGT que se ponga al hombro los reclamos no sólo de los trabajadores de la Argentina sino también del pueblo, ante un avance descabellado y notorio por parte de la derecha, la oligarquía y el imperio.
APU: ¿La Corriente Político Sindical Federal propone un recambio generacional?
WC: Acá yo tendría dos respuestas para tu planteo. La primera es que a lo largo de estos doce años se produjo un ingreso de casi seis millones de trabajadores a la industria y a los puestos de trabajo generados por políticas nacional-populares. Esto determinó que el promedio de edad de estos compañeros y compañeras que ingresaron a los puestos de trabajo ronde en los 30-33 años. Por ende es antinatural y es así la lógica, que tengan secretarios generales y conductores de ochenta y pico de años. Se genera un bache no sólo generacional sino comunicacional. Un bache que no se puede sostener en el tiempo. Y más hoy, con políticas anti-populares y anti-obreras.
Y la segunda parte de la respuesta es que aquellos que vivimos y luchamos en los 90 estamos en condiciones hoy, desde la experiencia y la convicción ideológica y hasta filosófica, de sostener la defensa de nuestros compañeros, de nuestros pares. La verdad que muchos de los que en los noventa miraron para el costado, están hoy conduciendo los gremios. O sea, esto va a seguir sucediendo. Menem insertó las políticas neoliberales con un montón que se hicieron los boludos. Y ese montón todavía está. Entonces me parece que hay muchos compañeros (algunos son compañeros y otros dejaron de serlo hace rato) que tienen que hacer un paso atrás, otros al costado, otros para arriba. Lo único que están produciendo es daño a nuestra clase.
APU: Teniendo en cuenta la actual coyuntura que estamos viviendo a nivel regional, ¿qué opina del cambio político en la región con el triunfo de Macri en Argentina y todo lo que ocurre con Dilma en Brasil?
WC: En principio lo que te puedo decir es que el imperio en Asia tiene misiles. Y en Sudamérica tiene una justicia y los medios. Las balas son de tinta. Los medios coaccionan con ellos para tratar de desarticular todo lo que sea el armado de una región, el armado latinoamericano, la defensa de nuestros pueblos originarios, la defensa de nuestras riquezas, nuestros recursos, nuestra materia prima. Lamentablemente somos más baratos. Los misiles salen más caros. Esto es lo que más jode. Porque si nosotros actuáramos con inteligencia y hasta con patriotismo, me parece que sería otra la historia. Con respecto a la estrategia del imperio, hoy en el mundo el imperio no tiene ideología. ¿Por qué?,porque se limitan a ser corporaciones. Es decir, lo único que tienen son intereses, la más cruda realidad del capitalismo que arrasa con todo.
APU: ¿Está al tanto de las negociaciones que se están llevando a cabo entre los gobiernos de Argentina y otros países del Mercosur con la Unión Europea? ¿Y de los pasos que está dando el gobierno nacional con Estados Unidos alrededor del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) que se firmó en febrero de este año?
WC: Mirá, trato de informarme lo que puedo dentro de las posibilidades que nosotros tenemos, obviamente. Porque tenemos la información muy limitada. Es más, tenemos la idea con varios compañeros de visitar Chile cuanto antes por el tema de la Alianza del Pacifico. No es casualidad que Macri visite tanto el norte. Me parece que en toda esta cuestión relacionada con la infraestructura y las rutas, desde nuestro análisis, tiene que ver con un intento por construir salidas al Pacífico. No es casualidad tampoco que Macri vaya a Salta, Jujuy, La Rioja. Trata de rescatar a todos esos feudos. Nosotros, como laburantes, entendemos que esto va a determinar que se abran vías al pacífico. Parece que los bonaerenses no existimos, que para abajo no existe nada. Esto es parte de una logística que quieren llevar para desviar todo a los puertos del Pacífico. Si prestamos atención a los anuncios del gobierno en materia de infraestructura, vemos que hay una prioridad con respecto al Noroeste. Nada es casualidad y estos muchachos se están organizando para ir para ese lado. Nos preocupa, hemos leído algo con respecto a las zonas francas laborales, los cambios de horario, donde los convenios no se respetan. Hay un armado, que va de la mano con una cuestión política para volver a hacer un embate sobre Latinoamérica, sobre nuestro pueblo y nuestra riqueza.
APU: ¿Piensa que cuestiones como el TTP pueden colaborar a una unificación programática del movimiento obrero?
WC: No es que lo creo, sino que estoy convencido. Y no sólo estoy convencido, sino que he visto que en el interior del país se está llevando a la práctica. En las medidas de acción directa de los compañeros no hay división, todo lo contrario, hay unidad. Yo te doy el ejemplo de acá, de Moreno. Acá tenemos una mesa sindical donde están todos los sectores y la verdad es que nosotros cuando nos sentamos a dialogar, a debatir o a discutir, nunca hablamos de puestos, marketing o cargos políticos. Hablamos de otras cosas y estamos unificamos. Estamos, por ejemplo, trabajando con el Obispado de Merlo-Moreno, por el tema del 9 de Julio, para hacer algo, resaltar el patriotismo desde la propia esencia del pueblo. En la movilización sindical de Rosario no había banderas de CGT o CTA, todos estaban ahí, sin divisiones. Y también en el Sur pasa lo mismo, uno ve que en la Patagonia, que empezó resistir, a pelear. Las divisiones antagónicas sólo existen en el centro del país, es lo que muestran los medios, nos hacen creer que existen grandes divisiones. Uno ve que aparecen 14 o 15 monigotes que se pelean, que son funcionales al gobierno y al empresariado, a los sectores de la oligarquía. Pero después hay, para que tengamos una idea, hay en el orden de setenta mil militantes dirigentes gremiales en todo el territorio nacional. Te puedo dar un ejemplo claro, yo tengo un compañero curtidor que es el secretario general de los curtidores de La Rioja, con 34 años, y el con la mujer hacen pan y tortas fritas los domingos para revocar la casa. Es un pibe joven con todas las ganas de luchar. Y conduce 700 compañeros. Ese pibe no sale en ningún lado. Porque no les conviene que salga.Porque es un pibe que lucha, honesto, joven y que está comprometido con sus compañeros en Chilecito, donde pelean hasta el agua. Esto es una demostración de que hay otro sindicalismo, que está presto a hacerse cargo de la defensa de los intereses del pueblo y de los laburantes.
APU: ¿Qué papel le tocará jugar al movimiento obrero en este momento de la Argentina y qué papel le toca jugar en lo que se viene a propósito de la ofensiva de Estados Unidos en temas como el TTP?
WC: En la historia de nuestro país, el movimiento obrero se puso al hombro un montón de cuestiones sociales, populares y nacionales, y también puso el pecho. En el año 79 la primera movilización contra la dictadura la hicieron los laburantes. Y esto te lo digo como peronista: no va a haber revolución peronista sin los trabajadores. Y cuando el imperio acecha y la derecha manda una ofensiva terrible contra el pueblo, hay que luchar por una revolución peronista.
La tarea del movimiento obrero es no dejar que Argentina se sume al TTP. En el interior del país no estamos divididos, en la mayoría hay unidad de concepción y unidad de acción. No es casualidad que nosotros planifiquemos ir a Chile. Yo no conozco Chile, nunca fui, tengo la necesidad como compañero, como trabajador de ir a Chile a ver qué está pasando, para que no me caguen a mis compañeros acá en Argentina en el futuro. No tengo problema si tengo que ir con un compañero de CTA, o si tengo que ir con un compañero de otra estructura sindical. Las nuevas generaciones no tienen esas visiones antagónicas. Por otra parte, el movimiento obrero es la columna vertebral. En los 60 la resistencia peronista estaba traccionaba por el movimiento obrero, por eso Juan domingo Perón pudo volver a Argentina. En términos militares somos la infantería del pueblo. En algunos momentos, cuando el pueblo conduce, a la infantería mucha bola no se le da. Pero cuando hay que pelear, estamos ahí. Lamentablemente de los 30 mil desaparecidos que tuvimos en nuestro país, más de la mitad eran laburantes. Nosotros, como trabajadores, decimos que somos la punta de la lanza y nos hacemos cargo. Existen alianzas posibles con otros sectores de la sociedad, con la iglesia, con movimientos juveniles, los estudiantiles como los de Córdoba.